El pasado fin de semana, vecinos de una decena de localidades de Albacete—coordinadas por la Asociación Círculo Cultural de Fuentealbilla— visitaron en Madrid una de las piezas científicas más singulares y menos conocidas de la capital de España, lo que la convierte en una joya: la reconstrucción del gran telescopio diseñado por William Herschel para el Real Observatorio Astronómico de Madrid. La jornada se completó con un recorrido por las obras maestras del Museo Thyssen-Bornemisza y un concierto de la Orquesta Nacional de España con música de Brahms y Mahler.
La pieza protagonista
Levantado en un pabellón específico sobre la misma colina del Observatorio —a pocos pasos de Atocha—, el instrumento reproduce fielmente el proyecto que la Corona española encargó a finales del siglo XVIII al astrónomo que revolucionó la observación del cielo con sus telescopios y el descubrimiento de Urano. La reconstrucción, basada en los planos originales, recupera el que fue el mejor telescopio de su tiempo.
El conjunto conserva su espejo original de 60 centímetros de diámetro, montado en un tubo de 8 metros y sustentado por una estructura de madera que permite el movimiento en dos ejes, lo que facilita orientar el aparato hacia cualquier punto de la esfera celeste. La pieza forma parte del ambicioso programa ilustrado que integró, en el entorno del actual Paseo del Prado, infraestructuras científicas de primer nivel —incluido el edificio que acabaría albergando el Museo del Prado— junto al Jardín Botánico y el propio Observatorio.
Contexto histórico
La iniciativa se enmarca en el auge científico europeo tras la Revolución Francesa y las Guerras Napoleónicas, periodo en el que Herschel consolidó su prestigio con telescopios avanzados capaces de ampliar los límites de la observación astronómica más allá de lo visible a simple vista.
Una visita con sello propio
La propuesta cultural impulsada por el Círculo Cultural de Fuentealbilla apostó por experiencias singulares alejadas de modas efímeras: la contemplación de una joya tecnológica del XVIII en su emplazamiento original, una visita guiada al patrimonio pictórico del Thyssen-Bornemisza y un programa sinfónico de la Orquesta Nacional de España. Una combinación que subraya el valor del legado científico e histórico de Madrid y su capacidad para sorprender incluso a públicos conocedores.
Ficha técnica (resumen): espejo de 60 cm (original); tubo de 8 m; montura de madera con guiado en dos ejes; ubicación: pabellón del Real Observatorio de Madrid, colina del Prado, junto a Atocha.


