La familia de ‘Los Martos’ ya tiene oficialmente su rinconcito en Chinchilla (Albacete). Y es que esta saga familiar de Chinchilla guarda un trocito de su legado en este espacio de la localidad. Desde hace años, en la Avenida de la Constitución de este pueblo, ubicado a escasos kilómetros de Albacete capital, estaba emplazado el taller de Marto, un antiguo taller de reparación de carros.
Gracias a aquel espacio, este tramo de la Avenida de la Constitución es conocido popularmente por los vecinos del municipio como ‘La Cuesta de Marto’, aunque los habitantes más jóvenes ni siquiera han llegado a ver el famoso taller que da nombre al espacio, ya que cerró sus puertas hace años, pero continúan utilizando este nombre para hacer referencia a este tramo de la calle.

Por este motivo, el Ayuntamiento de Chinchilla ha decidido dejar una huella física del paso de ‘Los Martos’ por la Avenida de la Constitución, instalando una placa conmemorativa que da nombre oficialmente a este espacio como ‘La Cuesta de Marto’ y explicando la historia de estos vecinos para que su huella quede para siempre en el que fue su taller.
Seis generaciones de ‘Los Martos’ en este pueblo de Albacete
Marto Egido es una de las últimas generaciones de ‘Los Martos’, aunque cumple “solamente el 50% de la tradición, ya que en mi familia hay muchos Martos que se han dedicado a la reparación de carros. Cumplo solamente con el nombre porque no me he dedicado a este oficio”, tal y como señala a El Digital de Albacete.

Sobre su legado familiar, Egido sostiene que “en el inicio de la Avenida de la Constitución era donde mi familia tenía un taller de más de 6 generaciones dedicado a la reparación de carros”, y manifiesta que es un oficio que “ha ido pasando de padres a hijos. El último Marto que se dedicó a esto fue mi padre, porque le tocó la etapa de transición cuando desparecieron los carros”, por lo que “se hizo artesano de madera y hacía de todo”.
Una familia de Albacete y dos legados: De nombre Marto, y de oficio reparador de carros
Marto Egido ha heredado el nombre del legado familiar, pero no el oficio. “He roto una parte de la tradición, mi padre intentó que continuase con el oficio, pero no me gustó y actualmente soy profesor de Universidad en Madrid”, explica, aunque argumenta que “tengo el 50% de la tradición por mi nombre”.

Sobre el emplazamiento donde se encontraba tradicionalmente el taller, Egido señala que “a partir de ahí terminaba el pueblo y no había nada, popularmente siempre se ha conocido como ‘La Cuesta de Marto’, y así la llama todo el mundo”, en relación a “ese trocito de la bajada concretamente”, que era donde estaba este conocido taller.
En la actualidad, el Ayuntamiento de Chinchilla ha reconocido este tramo de la Avenida de la Constitución como ‘La Cuesta de Marto’, como un pequeño homenaje a esta saga familiar. “La idea surgió este verano porque sabía que se llamaba así popularmente, pero vi a unos niños de entre 10 y 12 años que estaban quedando con sus amigos y por teléfono dijeron: ‘Te esperamos en ‘La Cuesta de Marto’, me llamó la atención porque ni siquiera han conocido el taller de mi padre”, sostiene. “A partir de ahí me puse en contacto con el Ayuntamiento para proponerles la idea”, manifiesta.

Un reconocimiento al legado familiar de esta familia de Chinchilla (Albacete)
Un reconocimiento que Marto y su familia han recogido con “mucha emoción”, ya que “fue una cosa que se aprobó en el Ayuntamiento con el apoyo de todos los partidos, y me emociona”, explica.
Sobre el taller, y a pesar de haber construido en el lugar, “todo sigue intacto dentro del edificio”, aclara. Un taller donde esta familia reparaba carros, y que en su última etapa vio cómo se construían, por ejemplo, “las puertas del Castillo, que son de mi padre”; ya que el padre de Marto se convirtió en artesano de la madera, y con sus talentosas manos construyó estas conocidas puertas, así como “los bancos de la Iglesia de Santa Maria del Salvador”, tal y como apunta Egido.

Ahora, ‘Los Martos’ tienen su pequeño homenaje al legado familiar construido por más de 6 generaciones de esta familia chinchillana en su querida cuesta, conocida como ‘La Cuesta de Marto’ por los vecinos de este municipio albaceteño.