LA REVOLERA | Luces de inversión, sombras de pobreza

Artículo de opinión de Ángel Calamardo

La conmoción tras cortarse la coleta -o, más bien, quitarse el añadido- es bien patente, al menos si uno se cruza y cambia impresiones con los aficionados. Morante de la Puebla se ha convertido en un fenómeno social, brinde o no, la tarde de su adiós, a Isabel Diaz Ayuso y a Santiago Abascal, sus respectivos toros. Su personalidad es arrolladora, dentro y fuera de los ruedos. Puede permitirse ciertas licencias que en otros estaría mal vistas. 

El otro día acudió a un acto social en La Ventas, con motivo del homenaje al maestro “Antoñete” y llevaba unos calcetines de color rosa. Quizá, en cualquier otra persona, las críticas o lo comentarios hubiesen traspasado la M30. Digo yo que, si las medias de los toreros tienen ese color, seguramente no es tan descabellado llevar unos calcetines del mismo tono. 

Se le podrá criticar lo que se quiera, pero es indudable que Morante se ha convertido en algo más que un torero: un portento social. Lo es por ser torero y por tener esa capacidad innata de resucitar lo añejo de los toreros antiguos. Nadie le discute el valor; para torear bien, hay que ser valiente: no caben medias tintas. Para que un muletazo sea de oro, hay que pasarse el toro muy cerca. 

Se va un grande, una figura de época. No seré yo quien le diga cuando tiene que volver: es dueño de su vida, de su carrera y solo él puede administrar los tiempos. Ojalá su mente responda para bien; la complejidad interior de un ser humano no es un asunto baladí. Ojala se recupere pronto y bien: primero por él, que es lo fundamental, y después para que haga lo que quiera. 

Podríamos decir aquello de: “¡Curro, la próxima vez va a venir a verte tu puta madre!…¡y yo también!”

Somos muchos los que no acabamos de entender los paros, las convocatorias de los sindicatos mayoritarios con todo este asunto del conflicto Israel-Palestina. Exigir “el fin definitivo del genocidio y una paz justa y duradera” es una petición correcta, razonable, que cualquier asociación puede hacer. La huelga, los disturbios como hemos visto en otros puntos del País son otra cosa. La ciudadanía echa en falta de los sindicatos otras convocatorias para defender un buen número de asuntos que les competen más y que afectan directamente y estrechamente a los ciudadanos. Con ese tipo de convocatorias se desatan otro tipo de protestas en paralelo que dejan en mal lugar el papel de los sindicatos e instituciones que se suman. Pienso que entre todos se debe ponderar el papel de cada cual y más que parar, quizá lo necesario, sea trabajar más y cobrar más, para poder llenar la cesta de la compra. ¡Como si no hubiese motivos para protestar por lo que nos sucede más cerca! Solo un ejemplo: los médicos el otro día protestando por todo lo relativo al Estatuto Marco que desea imponer la ministra de Sanidad. Ahí sí que nos va la vida porque nos va el futuro de una mejor Sanidad. Y así podríamos hacer una larga lista de reivindicaciones, unas más justas que otras, pero todas legitimas.

Por aquí, en la ciudad, digamos que el ritmo es normal, al político me refiero. Quizá lo más llamativo ha sido la respuesta de la concejala popular González de la Aleja a la denuncia o crítica de la concejala socialista Albaladejo, sobre el color del agua y la suciedad en un estanque del Parque. “Gracias por avisar. Se os da genial estar en la oposición” escribió en las redes la concejala del PP. ¿No me dirán que la respuesta no tiene su chispa y es original? Al margen del estado del agua, de la fuente o del estanque, en un momento determinado. 

Luis García Montero, quien hace poco estuvo por Albacete, se ha metido en un charco innecesario, con una crítica al presidente de la Real Academia de la Lengua, Santiago Muñoz Machado, que no venía a cuento. 

Reconociendo el prestigio literario de García Montero, no deja de sorprender que alguien de su talla caiga en un comentario tan improcedente, dejando entrever -una vez más- la “patita” política que tanto contribuye a la división y encasillamiento ideológico que atenazan el debate público. 

Nombrado a dedo por el Gobierno, García Montero se muestra cada semana en sus intervenciones en la cadena SER (¿dónde si no?) como un intelectual claramente alineado. Es, por supuesto, muy libre de hacerlo, como todos los demás, pero conviene recordarlo.

La RAE, en cambio, elige democráticamente a su presidente mediante votación interna. Y nadie discute el prestigio de Muñoz Machado: un humanista de primer nivel, con una carrera jurídica y académica ejemplar. Por si alguien no lo sabía, además es ganadero de reses bravas y propietario de la ganadería Jaralta -si no estoy mal informado-, un detalle que añade una nota de personalidad a su perfil.

El escritor Arturo Pérez-Reverte, nunca dado a morderse la lengua, ha calificado a García Montero de “mediocre” y “paniaguado”. Más allá del tono del comentario, lo cierto es que la impresión de complacencia política que proyecta el poeta se repite cada vez que abre la boca.

Ser de izquierdas o de derechas no otorga prestigio. Al contrario: en estos tiempos de máxima polarización, las etiquetas partidistas restan más de lo que suman.

Otro motivo o razón -atentos al dato- que debería ser de máxima preocupación, para todos, incluidos los sindicatos a los que antes me he referido y también todas las instituciones, es el relativo a las cifras de pobreza.

El riesgo de pobreza o exclusión social en España afecta al 25,8 % de la población (12,5 millones de personas), según el informe “El Estado de la Pobreza” de la Red Europea de Lucha contra la Pobreza y la Exclusión Social (EAPN-ES). Un dato preocupante es la pobreza severa, que afecta a casi 4 millones de personas (8 % de la población).

Buenas noticias también se producen y me interesan bastante. Recientemente la delegada del Gobierno, Milagros Tolón estuvo en Albacete para anunciar que la provincia de Albacete recibirá unos 40 millones de euros del Gobierno de España para actuaciones en municipios afectados por la Dana. Letur va por un lado, con su plan y otros municipios son los que recibirán otros importes. La Diputación Provincial también participa en las obras que se llevarán a cabo. Tanto la delegada, como el subdelegado del Gobierno y el presidente de la Diputación están participando en la redacción de los proyectos.

Recuerdo que vi una hoja Excel con planes de obras y me pareció ver que una cantidad significativa llegará a una carretera de mi pueblo (Viveros), en concreto a una vía que está como un bancal y que une el municipio con Alcaraz, pasando por Canaleja. Ya tenía ganas de ver en los papeles, alguna obra para la zona. El vicepresidente de la Corporación Provincial, Fran Valera, sabe que me alegra.

Con las inundaciones de la carretera de Valencia y zona Barrio Universidad, dos políticos han estado pendientes y en el lugar de las inundaciones: el alcalde de Albacete y el subdelegado del Gobierno. También llegará una inversión importante, si no recuerdo mal, de casi cinco millones de euros, para actuar en las vías del tren e intentar que no vuelvan a repetirse los problemas. 

Es verdad que además de los políticos, policía local, bomberos y algún concejal más han estado en contacto permanente con la situación.

Ha dicho Page, entre otras muchas cosas, que un subdelegado del Gobierno de CastillaLa Mancha, le ha estado “investigando” o buscando algún escandalete o escandalazo.  Hablamos de un subdelegado del gobierno socialista, desconocemos si es de la etapa de González Ramos, Tierraseca o ahora de Milagros Tolón.

Les diré una cosa: creo al presidente de la Región. Sería deseable que se conocieran más detalles, sobre todo por el bien de todos los subdelegados, que ahora mismo quedan en una posición comprometida. Última hora: excluido de este “affaire” el subdelegado de Albacete, según fuentes de todo crédito.

Y añadiré algo más: resulta difícil, por no decir imposible, encontrar un escándalo que desacredite a Emiliano García-Page.

Es una denuncia grave, como lo ha sido también el enfrentamiento de dos tertulianos (un hombre y una mujer) en la SER, en el programa estrella de la mañana. Mi solidaridad con la tertuliana, lo estaba escuchando en directo y me pareció algo bochornoso, un gesto machista en un medio que presume de feminismo y tan de izquierdas. El señor tertuliano se pasó tres pueblos y la moderadora no estuvo a la altura por no frenar en seco al caballero. Muy mal. 

Quien sí ha estado más y mejor arropado que nunca por su partido (PP) en el debate del Estado de la Región ha sido Paco Núñez. No hay nada más estimulante para un político que sentir que roza con la punta de los dedos una posible victoria. Su entorno está inmerso en esos momentos dulces que vaticinas lo mejor para tu formación y para tu líder. 

En cualquier caso, ese hipotético gobierno solo sería posible con el apoyo de VOX. Algunas fuentes apuntan a que la formación de Abascal podría obtener, a día de hoy, un buen resultado en Castilla-La Mancha. A Page, por su parte, podría penalizarle el llamado “efecto Sánchez”, y aunque su partido seguiría siendo el más votado, en ciertos mentideros se comenta que podría no lograr gobernar.

Falta todavía mucho tiempo para las próximas elecciones, pero, como es lógico, en los partidos empiezan a echar cuentas. 

“Hay que aprender a convivir con el adversario político, no a eliminarlo” (Adolfo Suárez)

Ángel Calamardo

X: AFCalamardo

Ángel Calamardo

Ángel Calamardo Zapata, periodista, natural de Albacete. Comenzó su actividad periodística en Radio Albacete-SER como redactor. Posteriormente fue nombrado Jefe de Informativos. En Radio Extremadura de la cadena SER fue subdirector regional y jefe de programas durante un año. En 1989 fue nombrado director del Centro Territorial de TVE en Castilla-La Mancha. En 1991 y durante dos años se ocupó de la dirección de Radio Nacional de España en Albacete. En 1993 fue nombrado director de Antena 3 de radio, pasando posteriormente a desempeñar la dirección de Radio Albacete-SER y Localia Televisión. En febrero de 2010 fue nombrado Director Regional de la Cadena SER en Murcia. En mayo de 2012 se hizo cargo de la Dirección Regional de la SER en Castilla-La Mancha.
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