Como ya todo el mundo sabe en Albacete, en la noche de ayer lunes, 13 de octubre de 202, una riada volvió a anegar los accesos a la capital manchega por el corredor de Valencia–Murcia, tras las copiosas lluvias caídas en el entorno de Chinchilla de Montearagón. El episodio reabre —y subraya— el aviso que el alcalde de Albacete, Manuel Serrano, trasladó en 2024 al Ejecutivo de Pedro Sánchez: el riesgo recurrente de inundaciones en los sectores este y sur de la ciudad. De momento, aquellas peticiones no se han concretado en medidas visibles. y parecen haber sido mandadas al sumidero por el presidente del Gobierno.
Las lluvias intensas en Chinchilla desbordan la entrada a Albacete por Valencia y Murcia
Así las cosas y tras haberse producido ya con anterioridad varias riadas similares en Albacete, motivadas por unas obras realizadas en 2012 por ADIF para el trazado del AVE, Manuel Serrano remitió en diciembre de 2024 cartas a la Delegación del Gobierno la Subdelegación y la Confederación Hidrográfica del Júcar (CHJ) solicitando una reunión “lo antes posible” para planificar actuaciones que mitigaran las avenidas pluviales. En esa comunicación, el regidor alertaba de que las lluvias intensas en Chinchilla desbordan la entrada a Albacete por Valencia y Murcia, y atribuyó parte del problema —según su versión— al trazado de la vía del AVE, que dificultaría el paso natural del agua hacia el Júcar.
El Ayuntamiento describía entonces un patrón ya conocido: el agua desciende por las ramblas de la Escartana y la Escartina, se encauza a la altura del Parador por las cunetas de la N-430 y se acumula en los puntos bajos del Hondo de la Morena y el barrio de Medicina. Situaciones “similares” se repiten en Aguasol, La Humosa y la Dehesa de Los Llanos, catalogadas como zonas inundables. El alcalde invocó antecedentes recientes (junio y septiembre de 2024) y el episodio más grave, como es que acaeció durante la Feria de 2018. Ayer, de nuevo, volvió a pasar.
Numerosos encuentros del alcalde de Albacete con los vecinos afectados
Serrano aseguró haber mantenido “numerosos encuentros” con vecinos afectados y pidió un marco de coordinación institucional con el Gobierno de España y la CHJ para impulsar “medidas correctoras e inversiones necesarias”. Además de trabajos hidráulicos, solicitó abordar la ampliación de la EDAR de Albacete y la construcción de un tanque de tormentas.
La riada de este lunes calcó ese guion: lluvias copiosas en el entorno de Chinchilla y avenidas que desbordan los accesos por el eje Valencia–Murcia. A la espera de la evaluación de daños y de los informes técnicos, el suceso vuelve a poner en primer plano unas reclamaciones que, por ahora, no han pasado del papel y que parecen haberse ido por el sumidero tras la inacción hasta ahora de Pedro Sanchez y su Gobierno.
