En el sur de España, entre fincas de caza, ganadería de lidia y campos agrícolas, se extienden más de 34.000 hectáreas de terreno repartidas por las provincias de Albacete, Jaén y Ciudad Real. Es uno de los mayores dominios rurales del país, gestionado por una familia con siglos de historia ligada al campo y al toro bravo.
El hombre al frente de todo este terreno es Samuel Flores, ganadero albaceteño y uno de los grandes nombres de la tauromaquia española. Con él y su familia, este apellido se ha convertido en sinónimo de tradición, campo y caza. Según los últimos registros, es el segundo mayor terrateniente de España.

La finca principal del clan es El Palomar, en Povedilla (Albacete), donde pastan unas 200 vacas. Son 3.000 hectáreas que llevan en la familia desde el año 1900. Solo en la provincia de Albacete, Flores concentra más de 12.000 hectáreas, sobre todo en zonas de sierra como Peñascosa, Masegoso y Alcaraz.
Pero donde más superficie acumula es en Jaén, con unas 18.500 hectáreas. En Andújar, la finca Los Alarcones es uno de sus grandes bastiones. Más de 6.000 hectáreas donde un muflón de trofeo puede llegar a costar 3.500 euros. También en esta zona tiene La Sardina, otra finca de más de 2.000 hectáreas. Además, la familia gestiona otras 6.600 hectáreas en la Sierra de Segura y unas 3.200 más en Ciudad Real.
Los Flores representan a la perfección el modelo clásico del terrateniente del sur, con grandes extensiones dedicadas a la ganadería, la agricultura y sobre todo la caza, en fincas donde conviven tradición y negocio.
Juan Abelló, en el primer puesto
Por encima de Samuel Flores, en la lista de grandes propietarios rurales, solo está Juan Abelló, empresario, financiero y uno de los grandes nombres del mundo de la caza en España. Su familia posee más de 41.000 hectáreas distribuidas en 25 fincas por todo el país.
Abelló, que heredó parte de estas tierras de su padre -fundador de uno de los primeros laboratorios farmacéuticos del país-, ha seguido ampliando el patrimonio familiar durante décadas. Sus propiedades más conocidas están en Los Yébenes (Toledo), donde suma casi 12.000 hectáreas, y en El Lobillo, una finca de caza en Ciudad Real que supera las 9.500.
También controla terrenos en Oropesa, Villamanrique, Los Barrios (Cádiz) y Montizón (Jaén). Además, parte del patrimonio está en manos de sus hermanas y otros familiares, como su cuñado Germán Gamazo, que gestiona fincas en Toledo.
A través de su grupo empresarial Torreal y la sociedad Nueva Compañía de Inversiones, Juan Abelló no solo gestiona este enorme patrimonio rural, sino que también controla activos valorados en más de 2.000 millones de euros, además de poseer una de las colecciones de arte privadas más importantes del país.
Entre Samuel Flores, con su legado ganadero, y Juan Abelló, con su poder financiero, se reparten una parte muy significativa del campo español. Son dos perfiles muy distintos, pero tienen algo en común, y es que entre los dos poseen decenas de miles de hectáreas en España.