Albacete, conocida por su tradición cuchillera, guarda entre sus calles una historia menos luminosa que rara vez aparece en los libros, ya que también es tierra de leyendas oscuras y sucesos inexplicables.
Y es que Albacete, bajo su apariencia de ciudad tranquila, esconde mucho más de lo que parece a simple vista, entre cuchillos, enigmas y ecos del pasado, ya que durante siglos fue tierra de paso de viajeros, comerciantes y también de bandoleros.

Así, la cara oculta de la ciudad guarda leyendas y sucesos anómalos que cobran vida donde los susurros del pasado aún se dejan oir. Una cara B que los albaceteños pueden descubrir gracias a las ‘Rutas Misteriosas’ de Félix Friaza, un albaceteño que hace tours por la historia más oscura y escalofriante de la ciudad.

Una misteriosa ruta por Albacete
Estas rutas se pueden realizar gracias a este peculiar guía turístico, que recorre la ciudad contando a albaceteños y visitantes sucesos inexplicables que, generalmente, no son tan conocidos en Albacete.
Una ruta que arranca a las puertas del actual Instituto Bachiller Sabuco, donde Félix Friaza cuenta a los asistentes “diversos sucesos que allí han ocurrido desde la Guerra Civil y sobre todo, a raíz de los años 80”, tal y como comparte con El Digital de Albacete, y señala que ha recogido testimonios de “alumnos, profesores, y personal que trabaja en el propio lugar”, incluso explica que él mismo trabajó en este edificio donde intentó “incluso recoger psicofonías”. Algo que podría encajar con los testimonios que ha recogido el guía de Rutas Misteriosas de Albacete a lo largo de los años.

La ruta continúa en pleno centro de Albacete, haciendo una segunda parada en el Chalet Fontecha, al comienzo de la calle Tesifonte Gallego, donde el guía comparte algunos sucesos que allí habrían tenido lugar. Lo cierto es que este edificio tan icónico de la ciudad cuenta con una cruda historia detrás relacionada con sus dueños.
Así, Félix traslada que “hemos recogido testimonios de movimientos de objetos delante de personas” en este edificio de Albacete, y explica que también se habría producido “el avistamiento de una sombra, sobre todo en el rellano de la entrada de la planta baja al primer piso, como si fuese una nube oscura sin una forma definida”. Del mismo modo, comparte sensaciones que ha recogido de otras personas en este inmueble, como “ese frío gélido que nota una persona sin tener por qué, y justamente en ese momento, como si una mano le tocara el hombro o el cabello”, indica.

Unos testimonios que pueden (o no) estar relacionados con una parte importante de la historia de este edificio, que fue construido en los años 20 por el arquitecto Julio Carrilero para Rosario Fontecha y Fructuoso González, una pareja de Albacete. Al comienzo de la Guerra Civil “fusilaron a Fructuoso junto a sus hijos en el propio patio de la casa, y Rosario pudo escapar con su hijo menor”, detalla Félix, que sostiene que “Rosario murió en los años 80 y su hijo en un accidente de tráfico posteriormente”.
La cara oculta del Pasaje Lodares de Albacete
La siguiente parada, como no podría ser de otra manera, se encuentra en el emblemático Pasaje Lodares. “Allí han sucedido muchísimas cosas, especialmente en los sótanos”, apunta Friaza, que sostiene que en estos espacios “en general, suelen ocurrir cosas, pasa tanto en los del Pasaje Lodares, como en el Chalet Fontecha o la Casa Perona”. Así, relata que “en las rutas siempre cuento algo que me pasó a mí con 15 años en 1987”, y explica que “un amigo, que su madre trabajaba en los pisos del Pasaje Lodares, tenía 2 trasteros en el sótano, y estando allí notaron como si golpeasen a las puertas, incluso escucharon pasos por ese pasillo, y cuando salieron no había nadie”. De este modo, indica que “ellos escucharon como el trotar de decenas de personas”, y explica que “les pedí permiso para ir y después de ir varias veces durante horas completas, nos ocurrió lo mismo. Fue la primera vez que tuve una experiencia anómala”.

Así, señala que “el Pasaje Lodares cuenta con muchas historias, más allá de lo que me ocurrió a mí, sino que muchísimos vecinos cuentan que les han ocurrido determinadas situaciones de este tipo, incluso hay gente que se ha tenido que ir por los sucesos anómalos que dicen que sucedían en su propia casa”.
Siguiente parada: Casa Perona en Albacete
Y del Pasaje Lodares a la Casa Perona, en la calle Feria de la capital albaceteña, pero antes, una pequeña parada en el cruce de la calle Mayor con la calle Rosario. En este punto, el guía cuenta que existe un secreto bien guardado, que está a la vista de todos pero pasa desapercibido, ya que en una de estas esquinas, concretamente en el edificio de la derecha, hay una imagen de la Virgen de Los Llanos. “Hay personas de avanzada edad que nunca se han dado cuenta de que está ahí y la gente se sigue quedando impresionada”, traslada el guía. Más allá de este curioso detalle, comparte que la historia no acaba ahí, ya que “justamente en el edificio de enfrente a finales de los años 60 hubo un caso de una supuesta posesión demoníaca, que llegó hasta al Obispado de Madrid, y mandaron un exorcista”, sostiene, y explica que “tras varias semanas intentaron quitarle aquello al chico pero no pudieron, y la única solución que dieron fue que se asomasen al balcón y le rezasen a la Virgen”. Finalmente, y “viendo que no mejoraba, lo llevaron al médico y se obró el milagro”, aunque el guía sostiene que “el médico lo diagnosticó de esquizofrenia”.

Y tras ello, una nueva parada en la Casa Perona, en la que “vuelve a ocurrir algo muy típico, donde se siente ese frío gélido y ciertos pasos y movimientos anómalos”, apunta Friaza, e indica que “en la escalera también se ve una sombra, algo similar a lo que ocurre en Fontecha”. En esta línea, Félix Friaza explica, sobre estos edificios tan antiguos, que “cuando se hacen obras, parece que despierta aquello que está dormido, algo que también puede ocurrir en edificios nuevos. Es algo que no pasa siempre, por supuesto, pero puede ocurrir”.
La conocida como ‘Plaza de los Aparecidos’ en Albacete
Y por supuesto, en esta particular y misteriosa ruta por Albacete no puede faltar uno de los puntos más conocidos de la ciudad por este tipo de sucesos: La plaza Periodista Antonio Andújar, situada en el centro de la ciudad, también conocida popularmente como la ‘Plaza de los Aparecidos’, tras los numerosos testimonios que aseguran haber presenciado sucesos fuera de lo común. “Hay evidencias reales de todo lo que allí sucedió. Hablamos incluso de violaciones de monjes, de viajeros de aquella época, y todo esto está documentado”, manifiesta. Además, sostiene que a veces se encuentra con problemas con los vecinos durante las rutas. “Me ha llegado a salir una señora vestida de fantasma”, asegura.

Del mismo modo, sobre las tenebrosas historias que hacen alusión a la conocida como ‘Plaza de los Aparecidos’, que ha llegado a protagonizar incluso alguno de los episodios de ‘Cuarto Milenio’, programa presentado por Iker Jiménez, el guía explica que “lo primero que recogí allí fue en el año 1988, y con el tiempo he podido recoger muchos testimonios más, incluso alguno que ocurrió en un gimnasio cercano”. “Hay dos psicofonías que les pongo a las personas que vienen a la ruta, recogidas hace años y les cuento algunas curiosidades y sucesos”, apunta.
La Catedral de San Juan de Albacete es una de las últimas paradas de esta ruta. “Aquí cuento algunas pinceladas sobre datos y alguna leyenda que hay sobre los subterráneos”.

Albacete y su marquesa
Y después de la Catedral de Albacete, una de las paradas claves de esta ruta, en la conocida como ‘Casa de la Marquesa’, con la espeluznante historia de Margarita Ruiz de Lihory, Marquesa de Villasante y Condesa de Val del Aguile. Una mujer noble y adelantada a su época que aglutinó las páginas de sucesos de toda la prensa del país tras mutilar a su propia hija, en el caso que se bautizó como ‘La Mano Cortada’. Una historia de las que ponen los pelos de punta, llena todavía de secretos, cuya casa se sitúa en Albacete y que todavía despierta el interés de aquellos que investigan y analizan sucesos paranormales. Además, esta historia esconde una de las psicofonías más claras y espeluznantes que se han registrado, que el guía también comparte para finalizar la ruta.
“Cuando acabo de contar todo, la gente se sorprende, porque generalmente conocen el caso de la Plaza Periodista Antonio Andújar y algo de la Marquesa”, explica Félix, que destaca el arduo trabajo de investigación y documentación que hay detrás de estas misteriosas rutas. “Ha sido mi pasión siempre, cuando era pequeño me iba a intentar recoger psicofonías al antiguo cementerio o a la antigua cárcel”, explica Friaza, quien también trabaja tratando de descifrar ciertos misterios gracias a la documentación de los archivos históricos. Además, Félix Friaza también cuenta con un podcast donde cuenta este tipo de sucesos.

Una ruta en la que el misterio está servido para desvelar la historia de Albacete que todavía no conoces y que la ciudad alberga entre sus calles.
























// Fotos: Miguel Ángel Romero //