Albacete lleva siendo desde mayo el escenario de una oleada de robos de cable de cobre sin parangón, que están afectando de manera importante al alumbrado público y que, además, va a suponer un importante desembolso económico de dinero público para la sustitución del cableado robado. Las cifras son una auténtica barbaridad.
El Ayuntamiento de Albacete afronta la sustitución de más de 40 kilómetros de cable sustraído desde mayo en distintos puntos de la ciudad, una reposición cuyo coste global —incluyendo materiales y trabajos— supera los 160.000 euros; según informó el concejal de Proximidad, Carlos Calero. Esa cantidad saldrá del presupuesto municipal y, por tanto, de los bolsillos de los contribuyentes albaceteños. La longitud de cable robada es tal que es prácticamente la misma que hay que recorrer en coche para llegar desde Albacete capital a Fuentealbilla, localidad natal de Andrés Iniesta.

Afectadas varias zonas de Albacete
Los robos han dañado el suministro eléctrico y el alumbrado público en varias zonas. El Consistorio ha iniciado reposiciones de urgencia y prevé actuar “en los próximos días” en el parque empresarial de Campollano “para que las empresas vean afectada lo menos posible su actividad”, precisó el edil.
En materia de seguridad, Calero subrayó que el Ayuntamiento opera “dentro de sus competencias y siempre en coordinación con Policía Nacional y Guardia Civil”. “Las posibilidades del Código Penal son las que son y no dependen de nosotros”, recordó, antes de detallar que, en los últimos meses, la Policía Local ha detenido a diez personas por robo de cobre —dos de ellas en el Polígono— y mantiene como investigados a otros dos menores de edad, a quienes no se les puede detener.

La Policía Local de Albacete, especialmente vigilante
Para contener la oleada de sustracciones, la Policía Local de Albacete está realizando vigilancias periódicas en toda la ciudad y específicamente en Campollano, con patrullajes en todos los turnos. El concejal apeló además a la colaboración vecinal: “Estos delitos contra el patrimonio pueden ser muy perjudiciales para todos”.
Más allá del impacto operativo —calles a oscuras, averías y molestias para vecinos y empresas—, el Ayuntamiento recalca el perjuicio económico directo para la ciudad: cada metro de cable que se repone se financia con recursos públicos que podrían destinarse a otros servicios municipales. En ese contexto, el equipo de gobierno insiste en acelerar las reposiciones para restablecer la normalidad mientras se intensifican las medidas preventivas y la coordinación policial.