Un total de cuarenta senderistas participaron el pasado sábado, 4 de octubre, en la XVIII edición de la Ruta del Pernales, una cita cultural y deportiva organizada desde 2005 por el Centro Excursionista de Albacete. La actividad, que combina naturaleza, historia y leyenda, rinde homenaje a Francisco Ríos González, conocido como Pernales, el célebre bandolero abatido en 1907 en las sierras de Alcaraz y Segura.
Como es tradición, el recorrido varió respecto a años anteriores con el objetivo de mostrar nuevos paisajes de la comarca. Bajo la coordinación de Antonio Matea y Pascual Valls —presidente del Centro Excursionista y director de la Marcha Nerpio-Alcaraz—, los participantes iniciaron la ruta en el camino asfaltado de La Dehesa, junto a la carretera CM-214 (Riópar-Reolid).
El grupo alcanzó pronto el refugio de montaña La Pumarica, propiedad del club, donde se tomó la foto de grupo. Tras pasar por el Cortijo del Búho y Miraflores, entre pinares, robledales y carrascas centenarias, los caminantes ascendieron hasta el Collado de Villaverde para realizar la parada del almuerzo.
Camino a la Cruz del Pernales
Desde el Collado, los senderistas descendieron al Prado de la Rosinda y tomaron la senda del Portillo hasta la Cruz del Pernales, lugar donde el 31 de agosto de 1907 la Guardia Civil abatió a Ríos González y a su compañero Antonio Rodríguez Jiménez, conocido como El Niño de Arahal. Según relatan las crónicas, ambos huían de Andalucía rumbo a Valencia, donde planeaban embarcar hacia Argentina.
En aquel tiempo, Pernales era el delincuente más buscado del país. Sus asaltos a cortijos y a familias adineradas —incluso al propio gobernador civil de Córdoba— habían puesto en entredicho la labor del ministro de la Gobernación, Juan de la Cierva y Peñafiel, y movilizado a miles de guardias civiles para su captura. Tras semanas de persecución, el bandolero encontró la muerte en tierras albaceteñas, dando origen a una de las leyendas más persistentes del folclore serrano: la del bandido que robaba a los ricos para socorrer a los pobres.

Una leyenda que perdura
En la Cruz del Pernales, bajo las cumbres de Las Morricas, Antonio Matea rememoró ante los excursionistas la vida de aquel personaje nacido en Estepa (Sevilla) en 1879. Su trágico final, explicó, alimentó el mito del bandido generoso, del que aún hoy se habla en las aldeas de la Sierra de Alcaraz.
La jornada concluyó con el descenso a Villaverde de Guadalimar por la conocida Senda Encantada, un sendero turístico habilitado junto al arroyo del Tejo. En el restaurante Guadalimar, los participantes degustaron un menú típico de la zona a base de migas, atascaburras, ajo pringue y embutidos locales.
Dos décadas de historia
La Ruta del Pernales nació en 2005 por iniciativa de los socios del Centro Excursionista de Albacete Gerardo González Montero, Francisco Noguero Fernández y Antonio Matea Martínez, junto a José García Lanciano, de la Diputación Provincial. Su objetivo era conmemorar el centenario de la muerte del bandolero y mantener viva su leyenda.
Desde entonces, la actividad se ha consolidado como una cita anual que une deporte, cultura y memoria popular. “El Pernales se ha convertido en un símbolo de la Sierra de Alcaraz; su historia forma parte del paisaje y de la identidad de estas tierras”, señalan los organizadores.
Una copla tradicional, todavía recordada en la zona, resume el espíritu de esta ruta que ya cumple veinte años: «Ya mataron al Pernales, ladrón de Andalucía, el que a los ricos robaba y a los pobres socorría«.