No pienso gastar demasiada tinta, ni tiempo, en la famosa “flotilla”. Francamente, parece más una ocurrencia de sobremesa que una acción con rumbo fijo. Una especie de fiestecita náutica, organizada por almas inquietas que, tal vez aburridas de la rutina, decidieron lanzarse a los mares. Una cosa es la solidaridad, y otra muy distinta es la memez organizada. Mucho ruido, mucha foto para redes y, al final, cero impacto. Un pequeño circo mediático que complica más de lo que arregla.
La huelga de los médicos del pasado viernes, no le ha interesado nada a determinados medios, sobre todo, los que se denominan progresistas. Una huelga justificada, razonada, pero claro, el aludido es el Gobierno con una ministra que no reúne los requisitos mínimos para estar al frente de un ministerio tan principal. No soy quién para dar títulos de ministro, pero basta con escucharla medio minuto para saber lo que pueda dar de sí. Las reivindicaciones son justas, de la A a la Z, lo que piden lo puede suscribir cualquier usuario de la sanidad, por tanto, es una demanda de la mayoría social de este País. Cuando salen a la calle, con esas batas blancas podemos y debemos sentirnos reflejados, ahí estamos todos, yo al menos sí me veo.
La mañana del domingo 28 de septiembre sintonizo Onda Cero. Julia Otero conduce un programa sobre turismo en Sevilla, desde San Luis de los Franceses, con motivo del Día Mundial del Turismo. Todo indica que el espacio estaba patrocinado, algo habitual en los medios privados. Entrevista al presidente de la Diputación de Sevilla (PSOE), sin presencia del Gobierno andaluz, lo que ya resulta llamativo, si lo que se pretendía era poner en valor todo el turismo sevillano y no una parte.
Lo sorprendente llega cuando la entrevista abandona el turismo y se centra en política regional. Se lanzan críticas constantes al presidente andaluz, Juanma Moreno Bonilla, mencionado una docena de veces, mientras se ensalza a María Jesús Montero. No digo que el espacio esté “pasado por caja”, pero el sesgo es evidente.
No es un caso aislado: hoy proliferan los apoyos mediáticos bien pagados y las entrevistas complacientes. Una política me dijo hace tiempo que no soportaba a Otero por su activismo, y empiezo a darle la razón. En prensa y otros medios, sean o no digitales, se distingue claramente la publicidad, en radio no tanto, y convendría hacerlo para saber a qué jugamos.
Curiosamente, al día siguiente Alsina entrevistó a Moreno Bonilla con rigor y sin propaganda, demostrando que el buen periodismo es posible. El problema es que cada vez abunda más la propaganda disfrazada de información, y al final, quienes más se perjudican son los políticos que entran en ese juego.
Este verano escuché a una alcaldesa que, tras “pasar por caja” fue entrevistada y se mostraba ufana y feliz porque “se habían acordado de ella”. Ese es el panorama. Tal vez siempre haya sido así, pero ahora mismo la situación adquiere unos límites que superan lo que yo consideraría normal.
Podría ponerles dos ejemplos, con nombres y apellidos, de dos políticos de distinto partido que juegan en otra liga en esto de los medios y les va muy bien. Les auguro que les seguirá yendo muy bien. Todo, por aquello tan repetido en la época de Bono: “con la prensa, ni de espaldas, ni de rodillas”. Él lo hizo, incluso con algún todopoderoso preboste de los medios de comunicación de ámbito nacional y le fue muy bien.
Silvia Intxaurrondo, una de las periodistas mejor pagadas en un medio público, raro es el día que no hace alguna en TVE. Entrevistaba el otro al concejal del Ayuntamiento de Valencia, Juan Carlos Caballero, supongo que sería del PP, y a la periodista más que la situación de las personas o las fuertes lluvias, le interesaba ocuparse de Mazón y su presencia en un acto de partido en Murcia. Muy serio el concejal y ya harto, tuvo que recordarle para que está la televisión pública y dejar los politiqueos para cuando pase la alerta. Hizo muy bien el político, aunque a ella debió darle igual.
Están muy contentos en el PSOE local, en el del Ayuntamiento, -hay que matizar y aclarar- porque la justicia -dicen- les ha dado la razón en tres asuntos y no al alcalde, Manuel Serrano. En la SER por ejemplo leo que: “la sentencia del Juzgado de lo Contencioso tumba las pruebas del PP por “falta de rigor”. Aquí en El Digital de Albacete: “El PSOE carga contra el PP tras la sentencia por las luces de Navidad”. Lo mejor de esta situación es que debe servir para creer en la justicia, cuando te da la razón y cuando no. Podrían recomendarles a otros compañeros suyos de partido que no estigmaticen a los jueces, que dejen en paz al juez Peinado, que acepten las resoluciones y que crean en la separación de poderes. He visto un video exagerado a dúo (portavoz y concejala) en el que dicen que el alcalde llegó al poder con sus mentiras. Eso no es así, será porque ganó las elecciones. A los resultados me remito. La concejala, López Ortega, pone más ardor guerrero y dice que “Serrano actúa como un virus”. Todo hiperbólico. La mejor conclusión debería ser que el respeto a la justicia no es una opción, es una obligación democrática.
Dicho sea, sin haber leído, por mi parte, lo que dicen las resoluciones judiciales, según el portavoz socialista han sido tres en concreto. Tan solo he visto un video grabado en el Altozano con los coches de la policía detrás, supongo que sería el día que vino el ministro Bolaños, entre otras autoridades a la inauguración del año judicial. Del PP no he escuchado ninguna reacción, quizá hagan bien, el respeto a las sentencias es un buen síntoma democrático. Lo mismo que harían muy bien seguir denunciando en los tribunales cuando se encuentren con hechos que consideren deban ser sometidos a la acción de la justicia.
Mejor que grabando esos videos que no sirven para nada, podrían haber estado con los médicos en su jornada de huelga del viernes. Eso sí que sería un buen gesto de apoyo y solidaridad. Todo lo demás son celebraciones que marcan el calendario político, donde importa más la coreografía social que otra cosa. Si no se corrige, solo sirve para estar en la oposición un puñado de años más.
Hablando del ministro Bolaños, coincidí con él en una cafetería en el Paseo de la Libertad, frente a la Diputación. Estaba rodeado de sus colaboradores y algunos escoltas, y quienes lo reconocieron apenas hicieron más que comentar su presencia con naturalidad. Sobre las 11:30 abandonó el local -el que antes era Coronas y ahora se llama Baru-, y me quedó una sensación agradable: comprobar que, pese al clima de crispación política que se respira estos días, en Albacete la gente mantiene el respeto, piense como piense. No todo fue así, es cierto. A las puertas del TSJ se escuchó algún grito lamentable, que nunca deberían tener cabida en una sociedad democrática, por muy crítica que sea la situación. La discrepancia política no debería convertirse en un campo de batalla, sino en un espacio para el debate firme pero respetuoso. Y escenas como la vivida en la cafetería demuestran que, al menos a pie de calle, todavía es posible.
Preocupante es la situación que se está denunciado en las oficinas de Correos en la capital. Según informaciones publicadas por El Digital de Albacete, contrastadas y detalladas, el servicio postal está lejos de aquella “maquina casi perfecta” que fue en el pasado. Las quejas apuntan a deficiencias en la atención, demoras injustificadas y un deterioro general en la calidad del servicio.
Es urgente que quienes tienen competencias en la materia tomen nota y actúen. Los ciudadanos no merecen recibir un trato indigno ni servicios ineficaces, especialmente en un organismo público de tanta trayectoria. Las informaciones publicadas por El Digital son impecables en su exposición y deberían servir de llamada de atención a las autoridades.
La segunda denuncia llega desde los alrededores de la Plaza de Toros, donde una joven sufrió una situación de acoso por parte de los llamados “gorrillas” mientras intentaba aparcar su vehículo. Según el relato publicado, la presión fue tal que la conductora acabó rompiendo a llorar por impotencia. No es un caso aislado: vecinos y conductores llevan tiempo alertando sobre este problema sin que se adopten medidas efectivas.
Aunque puedan parecer asuntos menores, no lo son. Se trata de dos situaciones distintas, pero igualmente indignantes que afectan directamente a la vida cotidiana de los ciudadanos. Problemas que, lejos de ignorarse, merecen ser abordados con seriedad y soluciones reales.
El balance que ha hecho la concejala de Unidas Podemos en el Ayuntamiento de Albacete, sobre la Feria de Albacete, es difícil de metabolizar. Les remito a los 224 comentarios que se habían publicado en El Digital de Albacete tras un día de publicar la noticia.
Leo a Enric Juliana -sus posiciones de izquierda son muy respetables- echarle cuentas a la encuesta de la empresa 360º que da al PSOE el 30 % de los votos, PP 27 % y VOX superando el 20 %. “Descarrilamiento de SUMAR y PODEMOS. Me parece realista” -añade Juliana-. No resulta creíble, para mí, pero la tendremos presente. En Murcia “el sorpasso de VOX al PSOE”. Mientras tanto, tocan a rebato en los medios de izquierda para seguir “destrozando” -periodísticamente hablando- al PP y a Feijóo. Pese a sumar mayorías absolutas, al menos en las encuestas, al PP las estrategias de separarse de VOX no le están funcionando. Lo de la inmigración por puntos y los consejos a las mujeres que aborten, han sido dos patinazos notables. No he visto, ni veo, la necesidad de meterse en esos charcos. Andar todo el día haciendo malabares para no parecerse a un partido “hermano” trae esas consecuencias. No debe ser fácil gestionar el día a día, pero ya verán como las urnas lo pondrán todo en su sitio. No habrá más remedio que hacerles caso, será el mandato de los ciudadanos y eso es sagrado.
“Por un mundo donde seamos socialmente iguales, humanamente diferentes y totalmente libres” (Rosa de Luxemburgo)
Ángel Calamardo
X: @AFCalamardo
 
				

