Ni en Madrid ni en Valencia: la calle más bonita de España está en Albacete y es una joya

Es un punto de la ciudad obligado para cualquier visitante

Durante años se ha repetido que Albacete es simplemente un lugar de paso. Sin embargo, quienes se detienen a conocerla descubren una ciudad vibrante, con una oferta cultural, arquitectónica y gastronómica que sorprende a cada paso

Más allá de su reconocida Feria -declarada de Interés Turístico Internacional- y de su tradición manchega, Albacete guarda un tesoro que se ha ganado el título, no oficial pero sí merecido, de la calle más bonita de España.

Ni la Gran Vía de Madrid, ni las Ramblas de Barcelona, ni la Calle de la Paz de Valencia. La calle que más fascina, por su singularidad y belleza es el Pasaje de Lodares, una galería comercial y residencial ubicada en pleno corazón de la ciudad. 

Pasaje de Lodares / Foto: EFE – Manu

Construida en 1925

Construida en 1925 por encargo del entonces alcalde Gabriel Lodares y diseñada por el arquitecto valenciano Buenaventura Ferrando Castells, esta joya del modernismo fue concebida a imagen de las grandes galerías italianas de principios del siglo XX.

Declarado Bien de Interés Cultural, el Pasaje de Lodares es hoy uno de los símbolos más representativos de Albacete. Su estructura, cubierta por una bóveda de hierro y cristal que tamiza la luz natural, transforma la atmósfera del lugar a cada hora del día.

La galería destaca por su cuidada ornamentación: balcones de forja retorcida, elaboradas cornisas, esculturas mitológicas -especialmente del dios Mercurio, en alusión al comercio-, y columnas renacentistas que separan los distintos locales del interior.

Dos curiosas esculturas 

Entre las curiosidades que encierra este espacio, se encuentran dos esculturas inspiradas en personajes reales: una prostituta que trabajaba en la zona y un albañil de la obra. Detalles que aportan un toque humano y anecdótico a la majestuosidad del edificio.

El Pasaje de Lodares también fue testigo de momentos clave de la historia reciente. Durante la Guerra Civil Española, albergó la sede de Radio Albacete, que fue tomada por el bando nacional en los primeros días del conflicto. 

Pasaje Lodares - Foto: Ayuntamiento de Albacete
Foto: Ayuntamiento de Albacete

En un intento por silenciar sus emisiones, un avión republicano despegó desde San Javier (Murcia) con el objetivo de bombardear el edificio. El ataque no tuvo éxito, pero el episodio dejó una historia curiosa: la locutora que transmitía el parte de guerra terminó casándose con uno de los aviadores.

Hoy, este singular pasaje no solo es un punto obligado para cualquier visitante, sino también un espacio vivo que resume la elegancia arquitectónica, el peso de la historia y el carácter acogedor de Albacete. Una razón más para dejar de considerar a esta ciudad como un simple lugar de tránsito y empezar a verla como un destino con identidad propia.

María López

Nacida en Albacete (1996). Graduada en Periodismo por la Universidad de Castilla-La Mancha. He pasado por Cadena SER, Castilla-La Mancha Media y El Español.
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