La ginecóloga que alerta a las mujeres de Albacete sobre un producto que usan a diario

Una doctora en medicina reproductiva advierte de los efectos que pueden tener

Lucir unas uñas largas, brillantes y bien cuidadas se ha convertido en una moda creciente, también en Albacete. Salones de belleza y centros de estética de la ciudad ofrecen tratamientos de manicura semipermanente cada vez más demandados. Sin embargo, detrás de esta tendencia estética puede esconderse un riesgo silencioso para la salud femenina, según advierten expertos en fertilidad y salud reproductiva. 

La Unión Europea ha dado un paso importante al prohibir este mes el uso de sustancias químicas habituales en los esmaltes semipermanentes: el óxido de trifenilfosfina (TPO) y la dimetil-p-toluidina (DMTA). Ambas han sido clasificadas como carcinógenas, mutágenas y tóxicas para la reproducción, lo que ha obligado a su retirada inmediata del mercado, en virtud del nuevo Reglamento (UE) 2025/877.

¿Qué impacto tienen estos productos?

Aunque pueda parecer un tema lejano, profesionales del sector sanitario advierten de que los riesgos son reales, especialmente para mujeres jóvenes en edad fértil o que estén intentando quedarse embarazadas. 

La doctora Begoña Alcaraz, ginecóloga del Instituto Bernabeu, ha alertado de que estos compuestos «alteran la producción hormonal y pueden generar estrés oxidativo en los ovocitos, afectando su calidad». «Los disruptores endocrinos presentes en algunos cosméticos, como los esmaltes de uñas, pueden interferir en la producción hormonal y comprometer la calidad de los óvulos», ha explicado. 

Entonces, ¿es posible tener problemas de fertilidad por usar esmaltes de uñas? La doctora Alcaraz es clara: sí. Aunque la aplicación estética de uñas aparenta ser algo inocuo para muchas personas, estos compuestos pueden afectar la fertilidad femenina al interferir en la ovulación, dañar la reserva ovárica, alterar la implantación o el desarrollo embrionario y contribuir a abortos espontáneos. 

«Aunque el estudio es más sólido con animales, en humanos observamos correlaciones entre exposiciones elevadas a ciertos químicos y una menor respuesta ovárica en tratamientos de fecundación in vitro», ha reconocido. 

Una exposición acumulativa

El uso puntual no parece tan problemático, pero sí lo es el uso repetido, algo habitual en muchas mujeres que se realizan manicuras cada dos o tres semanas. «El problema surge con la repetición y la frecuencia», ha señalado Alcaraz, que ha insistido en que la exposición acumulativa es la que puede tener efectos reales sobre la fertilidad.

Además, el riesgo no solo afecta a las usuarias, sino también al personal de los centros de estética. Muchas profesionales manipulan estos esmaltes a diario, respirando vapores o teniendo contacto directo con ellos, lo que eleva su exposición.

«Las profesionales que aplican estos esmaltes todos los días son un grupo especialmente vulnerable. Su contacto es mucho más intenso y sostenido en el tiempo, por lo que la posibilidad de que estos químicos tengan un impacto sobre su fertilidad se acrecienta», ha subrayado la doctora Alcaraz.

¿Qué deben hacer las usuarias?

Con la nueva normativa europea, los productos que contengan TPO o DMTA deben desaparecer del mercado, lo que obligará a la industria cosmética a reformular muchos de sus productos. Mientras tanto, las consumidoras deben revisar los componentes de los esmaltes que utilizan, especialmente si están buscando embarazo o se someten a tratamientos de fertilidad.

«No se trata de demonizar todos los esmaltes de uñas ni de generar alarma, sino de informar. La estética y la salud no tienen por qué ser incompatibles, pero la seguridad debe ir siempre por delante», ha recalcado la ginecóloga. 

Ciertos productos aparentemente inofensivos pueden tener efectos invisibles y acumulativos sobre la fertilidad. «Los factores externos también tienen importancia en los tratamientos reproductivos, por lo que nuestra recomendación es reducir en lo posible la exposición innecesaria si una mujer está buscando embarazo», ha concluido Begoña Alcaraz. 

Un cambio de hábitos

Lo que parecía un gesto estético sin consecuencias puede tener un coste invisible para muchas mujeres. La recomendación general de los expertos es clara: informarse, leer etiquetas y limitar la exposición innecesaria a productos que puedan poner en riesgo la fertilidad.

En Albacete, donde la demanda de tratamientos de belleza sigue creciendo, tanto usuarias como profesionales deben estar informadas y tomar decisiones conscientes. La belleza no debería poner en juego algo tan esencial como la capacidad de ser madre.

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María López

Nacida en Albacete (1996). Graduada en Periodismo por la Universidad de Castilla-La Mancha. He pasado por Cadena SER, Castilla-La Mancha Media y El Español.
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