En cualquier momento y lugar, una emergencia puede poner a prueba la capacidad de reacción de los ciudadanos de Albacete y hay que estar preparados para salvar vidas.
Un paro cardíaco súbito no avisa, y en esos instantes críticos cada segundo cuenta. Saber realizar una reanimación cardiopulmonar (RCP) puede marcar la diferencia entre la vida y la muerte, y en Albacete se están dando pasos importantes para que la población en general esté preparada.
La Sociedad Española de Cardiología y la Fundación Española del Corazón insisten en que cualquier persona, con unos conocimientos básicos, puede salvar una vida siguiendo unos sencillos pasos: llamar al 112, iniciar masaje cardíaco con unas 100 compresiones por minuto, localizar un desfibrilador si se encuentra disponible y continuar hasta la llegada de los servicios sanitarios. La Policía Nacional lo resume de forma clara: si la víctima respira, se coloca en posición de seguridad; si no respira, se empieza de inmediato con las compresiones torácicas.
En Albacete, el proyecto “Salvando a Llanetes” nació hace años con la vocación de acercar esta formación a los barrios, colegios y asociaciones vecinales. Se trata de una iniciativa local que busca enseñar a los ciudadanos de a pie la importancia de perder el miedo a actuar y aprender una técnica sencilla que, aplicada a tiempo, multiplica las posibilidades de supervivencia de una persona en parada cardiorrespiratoria.
Cualquier vecino de Albacete puede convertirse en héroe sin capa
Los expertos recuerdan que la RCP no es una maniobra exclusiva de médicos o sanitarios, sino una herramienta que cualquier persona puede y debe conocer. Los primeros minutos tras un paro cardíaco son decisivos, y esperar a que llegue la ambulancia sin actuar puede reducir drásticamente las probabilidades de salvar una vida. De ahí la importancia de fomentar cursos accesibles para toda la población.
“Puede que nunca nos encontremos en una situación así, pero si llega el día y tenemos a alguien al lado que deja de respirar, sabremos que nuestras manos pueden marcar la diferencia”, señalan expertos en la materia de Albacete. Igualmente, también es clave incidir en la colocación y conocimiento de los desfibriladores externos automáticos (DEA), cada vez más presentes en espacios públicos de Albacete.
Con campañas informativas, talleres prácticos y el apoyo de instituciones sanitarias y cuerpos de seguridad, Albacete se convierte en un ejemplo de cómo preparar a la ciudadanía para actuar en emergencias. Porque, como recuerdan los especialistas, la RCP no solo salva vidas: también da esperanza y convierte a cualquier ciudadano en un eslabón fundamental de la cadena de supervivencia.
