Los fallos en el servicio de Correos en Albacete continúan generando preocupación entre los vecinos, que denuncian irregularidades en la entrega de paquetes y notificaciones. Como venimos informando en las últimas semanas, los repartidores estarían marcando como ‘ausente’ a destinatarios que sí se encuentran en sus domicilios, sin realizar los intentos de entrega obligatorios ni dejar aviso alguno.
Esta situación fue confirmada hace unos días a El Digital de Albacete por un trabajador de la empresa en Albacete capital, que calificaba el estado del servicio como «insostenible» y alertaba de prácticas que, de confirmarse, «podrían constituir una falsedad documental». Mientras tanto, los afectados se enfrentan a perjuicios económicos y legales por notificaciones que nunca llegan.
A las múltiples denuncias ciudadanas se suma ahora el caso de Leonor Leal, periodista jubilada de TVE y RNE en Albacete, que ha querido contar su experiencia a este periódico tras sufrir un grave perjuicio con la entrega de un paquete procedente de Estados Unidos.
Según relata a El Digital de Albacete, el paquete fue devuelto a su país de origen “sin que Correos realizara los intentos de entrega obligatorios ni dejara aviso alguno” en su domicilio de La Felipa, pedanía de Chinchilla de Montearagón.
«Decían que la dirección era incorrecta»
«Me llegó un mensaje al móvil diciendo que la dirección era incorrecta y que el paquete había sido devuelto, pero la dirección estaba perfectamente escrita. En el buzón no había ni un solo aviso», cuenta indignada.
Leal asegura que, tras recibir ese mensaje, se puso en contacto con la oficina de Correos correspondiente, en Chinchilla, donde le confirmaron que «nunca había pasado por allí ningún paquete» a su nombre, y que «por ley deben realizarse al menos dos intentos de entrega antes de devolver cualquier envío».
«Estoy convencida de que ni siquiera llegaron a ir a mi casa. Indagué muchísimo, revisé la dirección, y todo era correcto. No dejaron un aviso ni nada. Solo un mensaje diciendo que el paquete volvía a Estados Unidos», detalla.
La situación volvió a repetirse
La periodista relata que, al tratarse de un envío esperado, se puso en marcha rápidamente y contactó con la oficina, pero ya era tarde y el paquete había sido devuelto al país de origen. Tuvo que pedir que se lo volvieran a mandar. Sin embargo, la situación volvió a repetirse semanas después, cuando recibió un segundo mensaje con lo mismo: «dirección incorrecta». Esta vez, reaccionó de inmediato.
«Llamé en el mismo momento, no al día siguiente como la vez anterior. La chica de Correos en Chinchilla se portó fenomenal, movió cielo y tierra, y consiguió detener el paquete antes de que lo devolvieran de nuevo. Pero fue una odisea», dice.
Aunque en su caso no fue marcada como ‘ausente’, sí denuncia una clara dejadez en los procedimientos de entrega. «No hicieron una segunda entrega, ni una llamada, ni dejaron un papel, nada. Es indignante», añade.
Dos meses esperando
Entre el primer envío y la llegada definitiva del paquete pasaron casi dos meses, en una experiencia que Leonor califica de inadmisible para un servicio público. «Eso no es un servicio. Y menos un servicio público. Si no puedes afrontarlo, no lo asumas», señala.
Este testimonio se suma al de otros muchos vecinos de Albacete y su provincia que aseguran no haber recibido paquetes, notificaciones ni avisos, con graves consecuencias, especialmente cuando se trata de documentación oficial.
Una vecina denunciaba hace unos días a El Digital de Albacete que su hijo sufrió un embargo de 300 euros por una multa que jamás llegó a su buzón, y otros usuarios han relatado episodios similares, todos con un patrón común: ausencia de avisos, intentos de entrega que nunca se producen y consecuencias legales o económicas.