Si buscas una escapada diferente que conjugue cultura, historia, naturaleza y gastronomía, te desvelamos el destino que no puedes dejar de visitar en la provincia de Albacete. Así, no pierdas detalle de este destino único que promete cautivar al visitante y que se encuentra en un enclave mágico de la provincia de Albacete.
Prácticamente suspendido sobre el río Mundo se encuentra Liétor, un bello pueblo albaceteño que parece estar esculpido en la roca y en la historia. El visitante tendrá la oportunidad de perderse por las calles de esta localidad de la provincia de Albacete, dejándose envolver por el sonido del agua. Una paseo que transmite calma, pero que también es una sorpresa constante al descubrir el bello patrimonio con el que cuenta Liétor.
Cada rincón de este pueblo de Albacete invita al visitante a parar, mirar y respirar. Y es que esta localidad ofrece al viajero desde Iglesias barrocas, pasando por un convento con siglos de historia, y fuentes escondidas. Todo ello, en un enclave natural inigualable, teniendo como fondo la Sierra del Segura.

Piérdete en la tranquilidad que desprenden las calles de este pueblo de Albacete
Una escapada que podría comenzar en el caso viejo de Liétor, que presenta un trazado de estrechas callejuelas dejando entrever su pasado morisco, siendo sin duda un lugar por el que dejarte llevar disfrutando de un agradable paseo. Precisamente, en el denominado barrio morisco se abren ante el visitante varios miradores que te permitirán admirar el conjunto de este hermoso pueblo de la provincia de Albacete. En concreto, a través de la pasarela del llamado Mirador de Pilancón el visitante podrá acceder a las Cuevas del Pilancón, un lugar idóneo para contemplar el valle y la presa de Peña Bermeja.
La naturaleza abraza a esta localidad de la provincia de Albacete, convirtiendo antaño en una auténtica defensa natural el punto geográfico sobre el que se ubica Liétor, en una gran elevación y rodeado por el río Mundo. Pero más allá de tratarse de un enclave natural único, el visitante también podrá sumergirse en la historia de este pueblo de Albacete, y es que Liétor cuenta con un rico patrimonio cultural.
Llaman especialmente la atención a quienes visitan esta localidad albaceteña diversas casas señoriales con fachadas blasonadas que se encuentran diseminadas por las calles de Liétor. Algunas de las más destacadas son la de los Tovarra, Belmonte, Galera o Rodríguez Escobar. Además, en la Plaza Mayor de la localizad se encuentra la fuente del Pilar, un bello elemento que aparece adornado con azulejos de Manises en los que aparecen representaciones del Quijote. En concreto, el agua que brota en esta fuente es potable de manantial.

Un especial órgano, momias de casi 200 años y una ermita única en España
Tres son los monumentos que no puedes dejar de descubrir en tu escapada a Liétor. El primero de ellos es la Iglesia de Santiago Apóstol, un templo sobrio de estilo barroco en el que destacan el retablo del Altar Mayor, trampantojo obra del milanés Paolo Sistori (1795); y un maravilloso órgano también de estilo barroco. Este histórico instrumento musical es obra de Joseph Llopis (1787), y que cuenta con 16 registros, dos teclados de 47 notas cada uno, más un pedaleo y 1.100 tubos. Además, en la sacristía se encuentra ubicado el Museo Parroquial que alberga desde fósiles, minerales, monedas antiguas, pasando por piezas de arte sacro, e incluso artesanía en seda y esparto.
Otro de los puntos que no puedes dejar escapar en tu visita a Liétor es el antiguo convento de frailes carmelitas de San Juan de la Cruz, obra del siglo XVIII que esconde bajo su altar mayor uno de los lugares más misteriosos y curiosos de Liétor. En concreto, en las entrañas de este espacio se encuentra una cripta en cuyo interior hay momias incorruptas. La ausencia de humedad y las construcciones en yeso han hecho posible la conservación de los cuerpos de 20 momias de casi 200 años de antigüedad, incluso pudiendo contemplar sus ropajes originales.
Por último, el colorido de las pinturas que decoran cada palmo de la ermita de Belén también promete dejar asombrado al visitante. Se trata de un espacio único e inigualable que está declarado Monumento Histórico Artístico por su singularidad y riqueza. En concreto, los murales que decoran esta ermita localizada en Liétor están considerados como la mejor colección de pintura popular del siglo XVIII de toda España, residiendo su principal interés en que todas ellas adornan todos y cada uno de los rincones de esta ermita.
Una ermita única en España en la que todo está pintado y repleto de color. En lo relativo al estilo de estos murales que decoran la ermita de Belén en Liétor, cabe señalar que se encuentran repletos de arcaicismos e imperfecciones, siendo precisamente este aspecto el que confiere a este espacio de un notable interés. Sumergiéndonos en estas pinturas, podremos ver desde santos y santas, escenas, motivos decorativos, hasta una alegoría de la muerte e incluso versos ejemplificadores, ofreciendo este conjunto una amplia variedad iconográfica.

Senderismo y una ruta “de película” en la provincia de Albacete
Pero Liétor ofrece al visitante mucho más, y es que también podrás realizar una sencilla ruta senderista por el río Mundo, de apenas 6 kilómetros y apta para disfrutar en familia. Una ruta que comienza en la Plaza Mayor, discurriendo por la calle Postigo, un camino que baja hacia la carretera de Elche de la Sierra. Justo en este punto nace una senda que nos conduce hasta la presa Bermeja, área recreativa y de baño de especial interés; llegando más adelante hasta una antigua central hidráulica rehabilita. Un paseo para disfrutar de las vistas del valle y frondosas zonas de chopos y alamedas junto al río Mundo que finalizará en la presa del Azud para ascender nuevamente hasta el casco urbano de Liétor.
Pero además, Liétor también es un escenario de película, y es que esta localidad albaceteña se encuentra incluida en la Ruta de Escenarios de la película ‘Amanece, que no es poco’, obra del cineasta José Luis Cuerda. Se trata de una especial ruta que da a conocer los escenarios y localizaciones reales de Albacete y la Sierra del Segura en la que fue rodada. Una película de culto que aún maravilla a jóvenes generaciones de aficionados al cine y que se mantiene viva en la provincia de Albacete.
