El presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, ha confiado este viernes en que el nuevo Estatuto de Autonomía entre en vigor antes de que finalice el año, después de que se tramite tras la toma en consideración en el Congreso de los Diputados que está prevista el 7 de octubre.
Así lo ha indicado el jefe del Ejecutivo regional durante un encuentro informativo con el presidente de la Agencia EFE, Miguel Ángel Oliver, con motivo de los actos programados por la Agencia para conmemorar el 40 aniversario de la apertura de su Delegación en Castilla-La Mancha, realizado con el apoyo del Gobierno autonómico y Eurocaja Rural en Viñedos Cigarral de Santa María, en el Cerro del Emperador de Toledo.
García-Page ha destacado que es un Estatuto que «se puede poner de ejemplo en medio de tanto debate territorial», que es «leal en la letra y el espíritu» a la Constitución española y que es la norma de una región que, en su opinión, también se puede «poner de ejemplo de cómo se ha ido cumpliendo milimétricamente la previsión que los constituyentes tuvieron para las autonomías».
En este punto, ha defendido que tanto con los gobiernos del PSOE como del PP «Castilla-La Mancha ha sido militante de la Constitución española».
Asimismo, ha recordado que el Estatuto de Autonomía tuvo un intento de reforma que «terminó naufragando» como consecuencia de que el Partido Popular en Madrid votó lo contrario de lo que votó en Castilla-La Mancha, y en los cuatro años de Gobierno en la región el PP hizo un estatuto «por su cuenta y riesgo» que sacó adelante solo con sus votos y para hacer «trampas electorales».
El objetivo ahora, ha remarcado, ha sido actualizar el Estatuto con, entre otras cosas, la figura del decreto-ley para legislación de emergencia, y para «blindar los grandes servicios públicos», de modo que las conquistas logradas en materia de sanidad, educación y otros servicios se conviertan en «casi irreversibles».
Preguntado por las debilidades y fortalezas de la comunidad autónoma, ha dicho que desde el punto de vista de la estructura económica tiene un sector primario «enormemente potente, tecnificado y competitivo» cuya mayor parte de la producción tiende a la exportación, que su peso industrial está «por encima de la media» y que es «la principal despensa energética del país».
Despoblación y ‘turismofobia’
Por otra parte, en relación a la despoblación, el presidente de Castilla-La Mancha ha manifestado que la región ha evolucionado en «una dirección muy distinta a otras zonas de España» y, de hecho, ha recalcado que la región ha crecido en población y que desde el nacimiento de la autonomía ha aumentado en más de un millón de personas.
No obstante, ha hecho hincapié en que Castilla-La Mancha cuenta con una Ley de lucha contra la despoblación que establece desgravaciones fiscales que son «muy bien valoradas» y que ha incentivado vivir en las poblaciones de modo que, a su juicio, «estamos viendo como poco a poco se están recuperando poblaciones y se está volviendo a valorar lo bien que se vive en la mayoría de los municipios».
Es este contexto, ha establecido una comparativa con Andalucía, comunidad que ha dicho que tiene la ventaja de tener poblaciones grandes o medias, algunas de las cuales aquí en Castilla-La Mancha serían ciudades importantes, mientras que en esta región la ciudad más grande es Albacete que «tampoco es una mega urbe» pero sí una ciudad «amable, cariñosa y donde se vive muy bien» y también hay poblaciones que hacen de cabecera de comarca a la hora de prestar servicios.
Y preguntado por el fenómeno de la ‘turismofobia’, García-Page ha defendido que el turismo es una de las cosas que tendrían que ser objeto de «autoestima nacional», a la vez que ha reconocido que hay veces que hay una masificación concentrada en alguna ciudad que hace que la vida sea más difícil, por lo que ha apostado por gestionarlo.
Con todo, se ha mostrado convencido de que «los mismos que padecen el turismo excesivo en esas zonas, hacen turismo», ha abogado por «gestionar el exceso de turismo» y ha afirmado que siempre hay posibilidades de cortar una calle al tráfico, de hacer más aparcamientos o de establecer ordenanzas que regulen los pisos turísticos.