El pasado lunes, en Grecia, Jefté Betancor recogió la Bota de Oro que le acredita como máximo goleador de la pasada temporada. Un galardón que subraya la vitola con la que llegó el canario este verano al Albacete: la de goleador contrastado. Sin embargo, seis jornadas después de iniciado el campeonato, su balance goleador con la camiseta blanca es idéntico al de cualquiera de los abonados que acuden cada fin de semana al Carlos Belmonte: cero tantos.
El propio delantero reconoce la importancia del reconocimiento individual, aunque insiste en centrar sus esfuerzos en el presente. «Estoy muy contento de haber recibido el premio. Fue un buen año en Grecia a nivel individual, pero ahora toca poner la cabeza aquí y ayudar al equipo», declaró este miércoles en rueda de prensa antes del entrenamiento del Albacete Balompié y al respecto de tal galardón.
Primer triunfo, pero la pólvora mojada
El conjunto manchego logró el pasado domingo su primera victoria de la temporada, un alivio tras semanas en las que, según Jefté, las sensaciones eran mejores que los resultados. «Los tres puntos eran fundamentales. Llevábamos una racha negativa en cuanto a puntos, pero no en sensaciones. El equipo transmitía cosas buenas y al fin se reflejó en el marcador», señaló.
«El gol no es una obsesión»
Pese a su sequía, el delantero asegura mantener la calma. Recuerda que su llegada se produjo tarde, casi al cierre de la pretemporada, y que ha necesitado tiempo para adaptarse al vestuario y al sistema de Alberto González. «He ido cogiendo ritmo y sensaciones poco a poco. A nivel individual uno siempre quiere marcar, pero lo más importante es el triunfo colectivo», afirmó.
El ariete, que fue sinónimo de gol la pasada campaña, subraya que trabaja a diario para que esa faceta acabe apareciendo también en el Albacete. «La gente piensa que porque metí muchos goles el año pasado debo hacer lo mismo ahora. Eso es lo que quiero yo también. El gol no es una obsesión, pero sí una ilusión. Llegará con trabajo», aseguró.
Sintonía con los compañeros
Betancor destacó además la importancia de adaptarse a los movimientos de sus compañeros de ataque: «Tenemos jugadores de banda muy buenos. Morci centra donde quieras, mientras que Puertas y Valverde son más de jugar en corto. Nos estamos conociendo mejor y eso me hace feliz».
Próximo reto: El Molinón
El vestuario, mientras tanto, se mantiene sereno antes de visitar al Sporting de Gijón. «Estamos igual que en jornadas anteriores, con la ilusión de ir a por los tres puntos. Este grupo es extraordinario y vamos a sacar lo mejor de él», concluyó.
