La albaceteña Raquel Piqueras, comunicadora del programa ‘El Pirata y su Banda’ en RockFM, ha provocado una oleada de carcajadas -y también de orgullo manchego- tras compartir en redes sociales la imagen de un cartel que ha visto en un bar de la Feria de Albacete. En él se puede leer, en letras bien grandes, «bocadillos de guarra».
«Cosas que creo que solo entendemos los de Albacete», comentaba Raquel junto a la foto, consciente de que el letrero podía causar más de una confusión fuera de tierras manchegas. Y, efectivamente, no han tardado en llegar las reacciones.
«Yo no soy de Albacete, pero tengo curiosidad», comentaba un usuario. Otro, más precavido, escribía: «¿Me lo explicas porfi? No vaya a ser que en una ruta en moto pare por allí y me lleve un navajazo por pasarme de listo».

Un embutido típico de Albacete
Para quienes no lo sepan, la «guarra» no tiene nada de ofensivo ni mucho menos. Se trata de un embutido típico de Albacete, muy similar a la chistorra, elaborado con algunas partes del cerdo que no se podían aprovechar para hacer otros embutidos más longevos, como el salchichón o el chorizo de orza.
En tiempos de matanza, sin conservantes ni frigoríficos, había que ingeniárselas para no desperdiciar nada. Y así nació este manjar local, que hoy en día muchos albaceteños siguen disfrutando entre pan y pan.
Parecido a la chistorra
Raquel, al ver el revuelo generado, aclaraba con humor: «Es parecido a la chistorra, está muy bueno». Pero quizás la mejor parte del asunto ha sido ver cómo el comentario se llenaba de respuestas de albaceteños reivindicando con orgullo la guarra como parte de su patrimonio gastronómico.
«Bocata de guarra y Miguelito de postre. Mejóramelo», decía uno. «Lo entendemos y lo comemos, con una cervecita bien fría», apuntaba otro. Y no faltaban quienes enumeraban con entusiasmo: «Guarras, longanizas, morcillas y algún choricico que otro… menudos bocaos. El mejor pescado de Porquera en Albacete».
Por si alguien aún se lo pregunta, la receta de la guarra no tiene misterio: carne de cerdo, sal, pimentón, cayena y otras especias, embutido todo en tripa natural de cordero. Se cocina a la plancha o a la brasa y, servido en bocadillo, es una delicia que lleva décadas siendo la reina de muchos almuerzos albaceteños.