Un juez ha dado la razón a María en el juicio que enfrentó a esta mujer y a Leroy Merlin, pues la marca quería lavarse las manos y dejar sin cobertura a la clienta.
Así las cosas, y según FACUA, el Juzgado de Primera Instancia número 6 de Cádiz ha condenado a Leroy Merlin a reembolsar 666 euros a una consumidora por la compra e instalación de una mampara de ducha que colapsó y se rompió apenas medio año después de su montaje, además de los intereses legales correspondientes.
Según la resolución, María G., vecina de Cádiz, adquirió en junio de 2023 una mampara para su vivienda e igualmente contrató su instalación con personal de la firma. En enero de 2024, a su regreso de unos días fuera, encontró el cerramiento hecho añicos sin que mediara uso durante su ausencia. La clienta activó entonces la garantía ante la empresa.
Leroy Merlin rechazó la reclamación al atribuir la rotura a un «mal mantenimiento y manipulación» por parte de la usuaria. En sus alegaciones, la compañía sostuvo que el vidrio podría haber sufrido un golpe durante los meses previos, con «microrroturas» y «efecto memoria», lo que excluiría la cobertura de la garantía.
Tras asociarse a FACUA Cádiz, la afectada acudió a los tribunales. En la sentencia, el magistrado José Gálvez Jiménez concluye que «la mampara no puede, por ello, catalogarse como producto conforme, pues no resulta congruente con su finalidad y prevista durabilidad que la misma estalle a los pocos meses de su instalación». Añade que el eventual origen de la fisura «bien pudo ocurrir en el proceso de instalación» por parte de los empleados de la entidad.
El fallo estima la demanda, declara resuelto el contrato por falta de conformidad del producto y condena a la empresa a devolver los 666 euros satisfechos por la compra e instalación, con los intereses legales.

