Las corridas de rejones tienen su público, la Plaza se pone hasta arriba y recuerdo que año tras año, el cartel de no hay billetes siempre se ponía en los caballos; además, eran las primeras localidades que se agotaban. Sigue esa línea y, aunque no se colgó el cartel, supongo que quedarían pocas localidades en la taquilla. Seguro que alguien da el dato concreto, a lo mejor Julio Martínez (crítico taurino durante la feria en El Digital de Albacete), que tiene más y mejor acceso a la empresa. No hay nada mejor que tener fuerza e influencia. No existe algo mejor que un periodismo crítico e incisivo para que a uno le echen cuentas. En cualquier caso, me enrollo y no voy al grano, porque ya uno ni es una cosa ni la otra. Pensando en la etapa ya pasada, casi vieja, nefasta, del gobierno local PSOE–Ciudadanos, corrijo, borro —como no soy río me vuelvo cuando quiero— y hoy no toca ponerle nombres y apellidos. Pero no hay que tardar en hacerlo.
Diego Ventura es el mejor, sin ninguna duda, y antes Pablo Hermoso de Mendoza. Una pena que nunca se pudiese dar ese cartel, donde estuviesen los dos mejores rejoneadores del momento. Sin olvidarnos del genial Manuel Vidrié.
Soy un analfabeto en esto de los rejones, quizá en más cosas, pero en rejones ya les digo yo que ni repajolera idea. Además, acudí ayer a la Plaza para recoger algún testimonio y cumplir con mi compromiso de escribir este artículo en El Digital de Albacete; de lo contrario, me hubiese quedado echando la siesta. Cuando rodó el tercer toro abandoné la Plaza y ya me dijeron en la puerta, con absoluta claridad: “si sale no puede volver a entrar”. Pues eso, estaba claro y cumplí a rajatabla la indicación.
Cambiaron los rostros, otras personas, otros aficionados, mucha gente de los pueblos, de otras provincias colindantes, pero los titulares de cada tarde se quedaron en casa o en la feria. Siempre fue tradición regalar o vender la localidad; también cederla a algún familiar, amigo o vecino. Mucha gente joven en los tendidos.

Conozco a nuestra primera invitada prácticamente desde que nació, Feli Marco, hija de dos buenos amigos, Pascual y Juana. Comenzó su enorme afición siguiendo al matador de toros Tomás Rufo, al que conoció y con el que mantienen una buena amistad ambas familias. Rufo es el primero para ella, pero como buena aficionada le caben más toreros en su cabeza y, por supuesto, los caballos. Compagina sus estudios con algunos desplazamientos durante la temporada, por cualquier lugar de España o Francia. Me enseña una fotografía con Tomás, la que muestra a la cámara de Néstor, de una tarde en Sevilla, un 9 de mayo, en el cartel nada más y nada menos que: Morante, Luque y Rufo. Así es Feli: simpática, alegre, y una tarde de toros los destellos de su mirada luminosa la delatan.

Me encuentro a Ginés Meléndez, entrenador de fútbol, con una trayectoria deportiva tan brillante como prolija. Hace unos días, aguardábamos los dos en la consulta de Rafa Pla y aprovechamos para cambiar algunas impresiones de la feria taurina. Me confesó que no solía acudir a la Plaza, tan solo como hizo ayer, a la corrida de rejones, con su amigo Raspeño. Me mostró respeto y admiración hacia Dámaso González, a quien conoció y trató. “Desde que falleció Dámaso voy menos a la Plaza; antes sí, luego…”. Es fácil adivinar que ha sido y es Damasista.
Se lo presento a nuestro reportero gráfico, Néstor, que también anda ligado al deporte y ambos recordaron cómo el día del apagón coincidieron en Cuenca, donde Ginés se disponía a dar una conferencia y, como consecuencia de lo que sucedió, tuvo que quedarse a dormir en un hotel, sin poder abandonar la ciudad.
Con la cámara en ristre, nos fuimos a los aparatosos camiones de los caballos toreros, donde recogimos algunas instantáneas en el vehículo de Lea Vicens.

Allí hablé con Sergio Aragón Fernández, el mozo que se encargaba de poner “guapos” a los 9 caballos que trajo Lea a Albacete. Allí vimos a Livio, Bético, Espontáneo y Greco.
Siento muy poca pasión por el mundo del rejoneo; solo me apetecía ver a Vidrié, Hermoso o ahora a Ventura. Los demás los respeto, seguramente no lo entienda, pero no me dicen casi nada. Pido disculpas, no quiero ser irreverente, solo decir lo que pienso, sin disimular.
Hoy viene Feijóo, estará en la Feria de Albacete, “la mejor feria del mundo” dicen muchos; añado hoy que es “la feria de España”.
Mañana, corrida de toros y entramos en la recta final.
Ángel Calamardo
X: @AFCalamardo