Paso desapercibido para los asistentes en la Plaza de Toros de Albacete, pero durante la lidia y muerte de ‘Nometoques’, precioso quinto de la tarde que tocó en suerte a Miguel Ángel Perera, el extremeño estuvo cerca, muy cerca, de llevarse una cornada.
Como se puede apreciar en las imágenes de Nestor Robaina, fotógrafo que está dando mucho que hablar por su gran trabajo en la Feria de Albacete, el astado golpea con su pitón derecho la zona superior del muslo, prácticamente la ingle, del matador extremeño mientras toreaba con la derecha.


Perera, uno de los toreros más honestos que pasan por Albacete cada año, se arrimó al toro para intentar cortarle las orejas, pero se libró por muy poco de una cornada.
/Fotos: Nestor Robaina/

