La vida de un bebé de un año pendía de un hilo. Los gritos de socorro de un familiar alertaron a dos agentes de la Guardia Civil de tráfico que en esos momentos, cuan Ángeles de la Guarda, pasaron por allí por mera coincidencia. Todo lo que pasó después, forma parte de una historia con final feliz basada en los conocimientos sanitarios de los agentes intervinientes.
Una patrulla de la Guardia Civil de Puertollano (Ciudad Real) fue requerida por el familiar de un bebé de aproximadamente un año de edad que se estaba atragantando en el interior de un vehículo.
Los hechos ocurrieron sobre las 22:55 horas del día 6 de septiembre de 2025 en el Paseo de San Gregorio de Puertollano, cuando una patrulla de la Guardia Civil de Tráfico del Destacamento de la misma localidad fue requerida por una persona informándoles que un bebé se había atragantado.
Situación crítica, el bebé estaba seminconsciente y sin tono muscular
Los agentes apreciaron que el bebé se encontraba seminconsciente y sin tono muscular, por lo cual procedieron a realizar la maniobra de Heimlich para desobstruir las vías respiratorias. Instantes después y gracias a su destreza y buen hacer con este procedimiento, los agentes consiguieron que el bebé expulsara el material oclusivo, recuperando inmediatamente la respiración y respondiendo a estímulos.
En el lugar se personaron los servicios de emergencias que se hicieron cargo del menor felicitando a los agentes por su eficaz y rápida intervención.
