Aarón Palacio corona su carrera de novillero en una tarde magistral, a hombros junto a un contundente Manuel Caballero

Se imponen a una fea y blanda novillada de Montealto que no permitió a Nicolás Cortijo lucirse en su debut con caballos

Hace 20 años y 358 días que Manuel Caballero le brindó a su tío Herminio el último toro de su vida en Albacete. Unos meses antes, en junio de 2004, comunicó que lo dejaba. «Al ver a mi hijo me costaba mucho tener esa ilusión por ir a la plaza», dijo entonces. Manuel junior acababa de cumplir dos años. Aquella mañana de septiembre fue la última en la que una bandada de estorninos despertó al unísono a la postrera gran figura del toreo de Albacete. Ese gorjeo que sirve como banda sonora de cada amanecer en los confines del parque Abelardo Sánchez. Trino crepuscular en El Hotel Los Llanos, un vestigio de la tauromaquia que fue. Antigua posada de matadores en Albacete. Una obra, diría Benjamín Palencia, que mira a un olvidado firmamento. Ahora, los toreros amanecen en Albacete con vistas a la A-31. Me recuerda a aquello que sentenció el Marqués de Villalonga: «A 35 kilómetros de París está Versalles. A 35 kilometros de Madrid está Navalcarnero. Manda huevos».

El hijo de Caballero tardó en llegar a la plaza un minuto más de lo que tardaba su padre desde la Avenida de España. 9 minutos si no hay atasco desde la calle Autovía. Algunos padres con sus críos tardaron más de la cuenta. Primero, porque los Jardinillos estaban cerrados, a 30 grados, con sol radiante y sin viento. Tan nefasta es la sobregestión como el hecho de no hacer nada. Lo del término medio aristotélico no lo enseñan en Ciencias Políticas. Segundo, porque se encontraron con la sorpresa de que los niños de 3 y 4 años tienen que pagar para entrar a los toros. A una novillada. Así se fomenta la afición. Los jóvenes en los toros están genial para los empresarios, siempre y cuando beban como anglosajonas del saturday night. Si todavía maman, a pagar.

Alto, basto e indigno de cara fue el primero de la tarde, con las puntas de granizo. Lleno de varetazos en los cuartos traseros, uno de ellos tan reciente que se le abrió en mitad de la lidia. Albacete no puede permitirse lidiar semejante espanto. ‘Virtuoso’, así se llamaba, se movió sin mucho estilo en el capote de Manuel Caballero, que hizo todo para el toro, pero sin sacrificar el estilo. Nefasto el puyazo, otro simulacro más.

Fue poco a poco convirtiendo esa movilidad áspera en codicia. Lo quería, eso sí, todo por abajo. Lo detectó rápido Caballero, muy hábil para ligar muletazos en una baldosa. Intermitente por momentos a la hora de acoplarse al ritmo del toro, muy definido y sensible a los cites. Cuando vio claro que aquello era de vuelos y no de toques bruscos, el de Montealto ya se había aburrido. Lo mató de una estocada entera, aunque ligeramente desprendida, que le valió una oreja muy amable.

El cuarto fue un toro, rematado por donde lo mirases. Salió con muchos pies y embistiendo con temperamento. Empatado con Manuel Caballero, que fue igualmente a por todos. La plaza, merendando, no hizo por animar al manchego. Congelada. Mucho más que las neveras, que funcionan a medio gas esta feria. El novillo volvió a mostrar lo que sus hermanos, una flojera galopante. No lo picaron absolutamente nada y aún así aguantó un suspiro.

Lo quería todo por abajo porque sí tenía esa bravura oculta, pero cada vez que Caballero se lo hizo por bajo, tratando de no tensar demasiado el antebrazo, que es el que le da poder a la muleta, el torete se echaba. A base de consentirle y darle sitio lo fue afianzando. Al no picarlo, el animal fue avanzando en tosquedad y recortando el viaje. Tiró de oficio el futuro matador y acabó metido entre los pitones con mucha contundencia. Tiene raza Caballero, pese a que en algunas ocasiones le cuesta sacarla. En su despedida de novillero en Albacete demostró que no solo le gusta torear. Quiere ser torero. Lo mató con rotundidad y obtuvo otra oreja, muy protestada, pero de más peso que la primera. Por la dimensión y por lo que se atisba en el torero. Depende de él. Hellín, con Pepín y Manzanares mediante, lo hará matador de toros. El número 75 en la historia de Albacete.

Aarón Palacio, el novillero del año, reapareció en Albacete después de un complicado esguince de tobillo que sufrió a finales de agosto en Tarazona, pero en la de Aragón. El recibo capotero a su primero, ‘Bordador’, genial. Prologado con dos largas cambiadas al cobijo de las tablas y seguido por seis verónicas toreando con todo el cuerpo. Derramando el caudal del toreo en cada paso ganado. Tremendo. La plaza no se enteró. Se lo dejó crudo en el caballo -da igual cuando leas esto- y lo brindó al público, que prácticamente ni se arrancó a aplaudir. Inició por unos ayudados por alto de rodillas, que dada su estatura y que estaba de hinojos, se podrían considerar trincherazos. Torerísimos. Ya mostró el utrero su falta de celo y su poco estilo. Esa movilidad ramplona no le permitió al maño lucir su concepto, pese a las buenas formas y al exquisito trato. Se quedó muy quieto todo el rato y le consintió parones y miradas, evitando siempre el tropezón e imponiéndose a alguna que otra salida aburrida. Muy por encima del novillo. Lo único malo, el bajonazo con el que abrochó la faena.

Puede haber quinto malo. Y feo. Y basto. E impropio de una feria como la de Albacete. ‘Oportunista’ de nombre. Antes de rematar los capotazos de inicio ya estaba parado. Cuando se revuelven y son tobilleros, aún tienen emoción, pero cuando se frenan, mal asunto. Para colmo se fue volando al caballo de la querencia. Ordenó muy bien la lidia Juan Sierra y se notó después en la faena de muleta, dedicada a Sebastián Cortés, medio siglo de torería gitana. Cambió el viaje por la espalda para arrancar y después giró en redondo con una soltura envidiable. Todo carisma y personalidad. Le puso todo lo que no tenía al toro. Ganando la acción, quedándose en el sitio y tirando de él con sutileza. Le costó más sacarle muletazos al natural, pero a base de tesón acabó robando alguno de mucho mérito. Insistió más por el derecho, el pitón del novillo, que sacó buen fondo de nobleza. El final por manoletinas, ajustadísimas, terminó por rendir a una plaza que hasta entonces había hecho caso omiso al aragonés. El cañonazo con la espada le valió dos orejones. El 20 de septiembre toma la alternativa en Nimes (Francia). Otro proyecto de figura del toreo. Tarde rotundisima de Aarón Palacio en Albacete.

Más armónico y de buena hechura fue el tercero, ‘Limonero’, que lo primero que se encontró al salir al ring fue a Nicolás Cortijo, espigado y joven torero de Pozoamargo, otro conquense adoptado por Albacete, de rodillas en el tercio. Salvó con elegancia la porta gayola y lo fue cuidando para evitar sustos, dada la flojera que mostró ya desde el inicio. También calidad, pero el exceso de nobleza es un defecto. Lo es al menos para los ganaderos honestos. Agustín Montes lo es. Lo lidió con la solvencia de siempre Javier Perea, que está toreando muy poco. Brindó Cortijo a Gonzalo González y al maestro Sergio Martínez, mentores en la escuela taurina. En el primer muletazo, el novillo se echó. Lo intentó el debutante, con paciencia y sin perder la calma, pero el de Montealto estaba inválido. Se pasó de faena Nicolás Cortijo y cerca estuvo de echarse el animal, entre los pitos de la bendita afición que paga por ver estos semovientes. Enterró la espada en dos tiempos y cayó de inmediato. El Coy más paternal concedió una oreja muy generosa.

El sexto fue otro toro por hechura y otra hermanita de la caridad por condición. Nicolás Cortijo enseñó con el capote que le queda mucho por aprender, pero tiene una sólida base de valor. No había salido al picador al ruedo y ya le gritaban que no le diera. Para eso que no salga, que se hacen muy largas las corridas. Quitó después por saltilleras y llegó casi inválido a la muleta. Brindó la faena a Manuel Caballero y se echó de rodillas en el tercio. Justo lo que no necesitaba el toro. La juventud tiene secuestrado al toreo en el corazón. Pensar es el sexto sentido de los toreros. El novillo acusó el inicio y, en definitiva, una flojera que fue tónica general del encierro, un pozo amargo de casta. Y el torero de Pozoamargo pagó la novatada. Tendrá tiempo y, esperemos, mejor suerte que en este debut que no pasara nada más que a la historia estadística. No por culpa del torero, claro está.

Y de historias del toreo, declives, nostalgia y nuevas esperanzas, como Aarón Palacio o Manuel Caballero, hablamos esta mañana en casa de Miguel Ángel Cuevas, el gran embajador gastronómico de la capital. Su Callejón de los gatos cumple 40 años. Ser el mejor restaurador en Albacete es como hablar de Messi. Basta con haber echado raíces fuera de nuestro New York para saber tres cosas. Nos conocen por la rima: cagar e irnos. Nos conocen por la feria. Y nos conocen por el Callejón de los gatos. El Callejón de Miguel Ángel. Nada más entrar, a la izquierda, nos encontramos con una página del diario REFORMA mejicano. «Caballero, no te vayas», se tituló la crónica de Memo Leal. La del último rabo que cortó Manuel Caballero en su adiós de La Méjico. Ojalá cuando vayamos a ver a Miguel Ángel dentro de 20 años, al entrar a su casa, a la derecha, veamos otra crónica. La de Manuel junior, figura del toreo. Y ojalá fuera también en Insurgentes. Serían dos buenas noticias.

FICHA DEL FESTEJO
Martes 9 de septiembre de 2025. Albacete. 2ª de la feria de la Virgen de Los Llanos. Más de media plaza. Novillos de Montealto, desiguales de presentación, bastos, descastados y muy flojos. Destacó por su fondo de bravura el 5º.
Manuel Caballero: oreja y oreja.
Aarón Palacio: ovación y dos orejas.
Nicolás Cortijo: oreja y ovación.

/Fotos: Nestor Robaina/

FOTOS | Las mejores imágenes de la novillada con Manuel Caballero, Aarón Palacios y Nicolás Cortijo

FOTOS | El ambiente en los tendidos en la primera novillada de la Feria Taurina de Albacete

Julio Martínez Romero

Julio Martínez Romero (1995). Periodista, director de El Toril de Onda Madrid y editorialista en Buenos Días Madrid. Antes, en esta casa, redactor en El Enfoque, junto a Félix Madero. Se inició en Cadena COPE, primero en información local (Albacete), y posteriormente en la redacción nacional, como editor de informativos, colaborador en toros y redactor en programas magazine. Pasó también por la sección de Economía de Servimedia.
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