El 7 de septiembre es el día más esperado en Albacete con mucha diferencia. Desde semanas antes, la ciudad empieza a ‘oler a Feria’, las calles a engalanarse y los albaceteños ultiman detalles con ilusión para disfrutar de la esperada Feria de Albacete. Durante estos días, la ciudad está pendiente de una llave, la que abre Albacete al mundo.
Y es que Albacete cuenta con una puerta muy especial que abre la ciudad al mundo y presume de su folclore, tradiciones, música, su ‘tardeo’, y por supuesto, de ese carácter propio de los albaceteños, que son capaces de no hacer sentir forastero a nadie en nuestra Feria. Una puerta que además de permitir adentrarse en las bondades que oferta una ciudad abierta y acogedora como lo es Albacete, también se abre para sus paisanos, que esperan con ilusión cada 7 de septiembre con esa mezcla entre emoción y nerviosismo.

Tras la llegada de la Virgen de Los Llanos, patrona de la ciudad, acompañada por cientos de albaceteños hasta el Recinto Ferial donde se hospeda por unos días, es recibida por largas filas de manchegos, mientras suenan unos versos que ponen los pelos de punta a los albaceteños. “Como soy de Albacete vengo a cantarte, unas lindas manchegas, con to’ mi arte. Niña del alma, niña querida, escucha esta copla, no estés dormida. Niña querida, niña del alma, asómate a la reja de tu ventana”, seguido de esos acordes que llenan el corazón de los vecinos de Albacete, y una voz que canta ese “para bailar manchegas se necesita”.

Tras este momento, lleno de emoción, el alcalde de la ciudad recoge de las manos de Pedro Aguado la llave más importante de Albacete: la de la Puerta de Hierros, y con un simple giro de muñeca, queda inaugurada la Feria de Albacete, declarada de Interés Turístico Internacional, y que acoge a todo aquel que cruza el umbral de la puerta más emblemática y especial de la ciudad. Esta llave durante el resto del año queda bajo al custodia de Pedro Aguado, Jefe de Grupo Especial del Reciento Ferial, que en palabras del alcalde de Albacete, Manuel Serrano, es como “el camarlengo en el Vaticano, es el que dirige en ausencia del Papa cuando la sede está vacante”.

La llave de la que está pendiente todo Albacete
Una llave que abre el Recinto Ferial a todo el mundo, especialmente a los vecinos de Albacete, ya que en este espacio guardan sus recuerdos más especiales y felices Feria tras Feria, rodeados de amigos, familiares y de la sociedad albaceteña que se une más que nunca del 7 al 17 de septiembre. Un Recinto Ferial que “para la ciudad lo es todo”, como destaca Manuel Serrano, que asegura que “la evolución de la ciudad tiene mucho que ver con la evolución de la Feria, y la forma de proyectar Albacete tiene mucho que ver con el carácter de los albaceteños”. Así, señala que “el corazón de los vecinos de Albacete late con más intensidad estos días, conforme avanzan las horas, y eso también es fruto del cuidado y del esmero que ponen los trabajadores y las contratas municipales para que todo salga perfecto”, y pone en valor la tarea de hacer que la Feria suceda “en el corazón de la ciudad”.

Una labor que capitanea Pedro Aguado, que “cuida el Recinto Ferial y es el último que tiene la llave antes de entregársela al alcalde para abrir la Puerta de Hierros y que Albacete vibre”, como apunta Manuel Serrano. Sobre la figura del capataz de la Feria de Albacete, el alcalde de la ciudad señala que “Pedro Aguado es el encargado de que todas las cuadrillas de mantenimiento que hacen posible que la Feria esté presente en toda la ciudad funcionen. Para que podamos tener Feria en los barrios es necesario montar escenarios, entre otras tareas, y contar con un equipo humano”, y añade que “Pedro dirige a este equipo para que todo esté apunto”, ya que “Albacete respira Feria estos días por los cuatro costados”. Así, la figura de Pedro Aguado es crucial no solo durante los diez días de Feria, sino en todo lo relacionado con el montaje de la misma, y también en los días de post-Feria.

Pedro Aguado lleva más de cuatro décadas ligado al Recinto Ferial y a la Feria de Albacete, y 15 años al frente del gran equipo de profesionales que cuidan cada detalle de esta importante cita. A sus 60 años, Aguado explica que “era un chiquillo cuando llegué con 18 años. Ha sido toda la vida”. Y es que con el paso del tiempo, la Feria de Albacete no se entiende sin la figura de Pedro, y viceversa. Pedro Aguado, por su parte manifiesta que “cada año vivo intensamente la Feria y los preparativos porque es un momento en el que hay que darle lo mejor a los albaceteños e intentar que todo salga perfecto”, y señala que “hay mucha tensión también. Intento siempre atender a todas las personas que se mueven por el Recinto Ferial para que se lleven un buen recuerdo de Albacete”. Y es que desde feriantes hasta trabajadores, todo el mundo conoce a Pedro Aguado, que es la sombra que coordina y cuida hasta el más mínimo detalle en el Recinto Ferial para que los albaceteños disfruten de su Feria.

La llave más importante y especial de Albacete
El alcalde de Albacete señala que Pedro Aguado comenzó a trabajar en la Feria y “desde el año 2010 es el responsable de toda la intendencia y del mantenimiento de la Feria”, y añade que “en el Recinto Ferial tiene una casa a su disposición, no está obligado a vivir allí, pero cuenta con ella cuando la necesita. Hay mucha vida durante las 24 horas del día cuando se desarrolla el montaje de la Feria, que es lo más complejo”. El compromiso de este albaceteño con su Feria es tal, que durante los días previos, Aguado opta por hacer del Recinto Ferial su hogar para poder atender a las personas que lo necesiten. “Para esta temporada me gusta quedarme allí. Se quedan muchos feriantes y estoy pendiente para poder socorrer a las personas si es necesario o resolver cualquier tipo de incidencia”, explica Aguado, que manifiesta que “siento que si me voy los dejo abandonados, y no me gusta”.

La apertura de la Puerta de Hierros es la imagen inequívoca que da paso a los diez días más intensos para los albaceteños. Este giro de muñeca emociona y pellizca el corazón de los vecinos de Albacete cada año. Una acción que no sería posible sin la figura de Pedro Aguado, que es quien hace entrega de la llave que abre la Feria de Albacete al mundo, al alcalde de Albacete. Manuel Serrano apunta que entregar la llave “no es cuestión de representación ni de protagonismo”, y señala que “en ese momento se liberan muchas emociones y mucha tensión. Es abrir una puerta donde todo tiene que funcionar”. “Es como el engranaje de un reloj de precisión y la entrega de muchos compañeros y de muchos desvelos”, explica Serrano, que subraya que “hay mucho orgullo colectivo por el trabajo bien hecho y es una gran responsabilidad abrir Albacete al resto del mundo”. Pedro Aguado, por su parte, indica que la entrega de la llave de la Puerta de Hierros es algo que “hago con toda la sencillez del mundo”, y señala que “cuando viene el alcalde y dejamos a la patrona de Albacete, la Virgen de los Llanos, en la capilla queda un descanso que no se puede explicar”. “A partir de ese momento todo es disfrutar, ver la ilusión de las personas y de los albaceteños es muy emocionante”, apunta Pedro Aguado a El Digital de Albacete, y añade que “en ese momento siento que todo ha merecido la pena”.

Un momento que también vive con mucha intensidad Manuel Serrano, alcalde de Albacete, que explica que “abrir la Puerta de Hierros es como cuando llegué por primera vez a casa con mi hija en brazos. Sales del hospital, y abres la puerta de casa por primera vez”, y apunta que “las emociones son muy parecidas”.
La llave que abre Albacete al mundo
Manuel Serrano asegura que “en la Feria de Albacete se fraguan muchas amistades”, y es el caso de Pedro Aguado y el actual alcalde de Albacete, quienes se conocieron hace más de 25 años. Serrano recuerda que “mi primera responsabilidad pública en el Ayuntamiento de Albacete fue la Concejalía de Feria, y eso me permitió conocer a grandes personas, algunas de ellas no están entre nosotros, otros se han jubilado, y otros afortunadamente permanecen, como es el caso de Pedro”. Una amistad que nació hace más de dos décadas, fruto del trabajo diario mano a mano. Este 7 de septiembre, Manuel Serrano recogerá de las manos de Pedro Aguado la llave de la Puerta de Hierros, la cual custodia durante el año, para abrir la que es, sin duda, la puerta más especial para Albacete y los albaceteños.

La Feria de Albacete requiere la precisión del engranaje de un reloj, y es que, como dice Manuel Serrano, “Albacete respira Feria por los cuatro costados”. Cada rincón de la ciudad se impregna estos días de un sentimiento especial, que cambia el carácter de los albaceteños y que implica a toda la ciudad. El alcalde de la capital albaceteña lo define como “un paseo, que es como el cielo” , que arranca “desde la Concejalía de Cultura, Feria y Festejos, situado en el corazón de la Plaza del Altozano, pasando por el Ayuntamiento, donde está la Virgen de los Llanos, patrona y alcaldesa perpetua, que es trasladada y custodiada por Pedro Aguado hasta la Avenida de España para la Cabalgata de Apertura”. Un eje que continúa “por la calle Feria hasta llegar al Paseo, al Recinto Ferial, a los Ejidos y a La Cuerda. Todo ello en un mismo camino, que es el cielo”, tal y como explica Manuel Serrano a El Digital de Albacete. Por otra parte, Pedro Aguado añade a las palabras del alcalde que “es una ciudad que lleva todo engranado. Por ejemplo, a escasos metros de la Feria se encuentra el parking de feriantes, en la Fiesta del Árbol”, y apunta que “lo que sucede en Albacete no pasa en ningún otro lugar”.

En unas horas, los vecinos recorrerán ese “camino al cielo”, desde la Avenida de España hasta el Recinto Ferial, pasando por las principales calles de la ciudad. Un camino lleno de alegría, color e ilusión, para dar el pistoletazo de salida a los diez días más emocionantes del año. Frente a la Puerta de Hierros y en presencia de la Virgen de Los Llanos, volverá a sonar estos versos: “Como soy de Albacete vengo a cantarte, unas lindas manchega, con to’ mi arte. Niña del alma, niña querida, escucha esta copla, no estés dormida. Niña querida, niña del alma, asómate a la reja de tu ventana”, seguido de esos acordes que llenan el corazón de los vecinos de Albacete, y una voz que canta ese “para bailar manchegas se necesita”, ante unas infinitas filas de manchegos y manchegos. Minutos después Manuel Serrano recogerá la llave de la Puerta de Hierros de las manos de Pedro Aguado, quien las custodia los 365 del año, para, con un sencillo giro de muñeca, abrir Albacete al mundo en toda su esencia.
































// Fotos: Miguel Ángel Romero //