Hay un sencillo gesto que abre Albacete al mundo. Cada esperado 7 de septiembre, tras la Cabalgata de Apertura que da el pistoletazo de salida a los diez días más intensos de Albacete, hay un momento que pellizca el corazón de los albaceteños: La Apertura de la Puerta de Hierros, que invita a los vecinos de la ciudad y visitantes a cruzar este umbral tan especial para celebrar los días más intensos que vive la ciudad.
Por costumbre, hileras de parejas de manchegos forman infinitas filas en presencia de la Virgen de Los Llanos al ritmo de las manchegas de Albacete. Unos minutos después, es el alcalde de la ciudad el que recoge la llave de la Puerta de Hierros de las manos del encargado de custodiarla durante todo el año, para abrir esa Puerta de Hierros e instantes después subir a la patrona hasta su capilla en el Recinto Ferial, desde donde cuida a los albaceteños en estos días.

Ese sencillo gesto de muñeca es mucho más que eso para los vecinos de Albacete, ya que abre la ciudad al mundo, a sus paisanos y a todas aquellas personas que nos visitan, invitando a disfrutar del folclore de Albacete, su gastronomía, su cultura, sus tradiciones, su música y una infinidad de actividades para todos los gustos. Aunque tradicionalmente ha sido el alcalde de la ciudad el que siempre ha abierto la puerta más especial de Albacete, no siempre ha sido así. La ciudad cuenta con un privilegiado, cuyo anonimato ha llegado a nuestros días, que tuvo el honor de abrir la Puerta de Hierros hace más de un siglo.

La muchacha que abrió la Puerta de Hierros de la Feria de Albacete
La Feria de 1932 fue diferente y rompió con lo establecido. Tal y como publicaba el periódico El Defensor de Albacete, en unas líneas que también recoge el libro publicado por la escritora de Albacete, Adoración González Mateo, titulado ‘Aquellos tiempos, aquellas noticias. Albacete, 1922-1932’, el alcalde cedió el honor de abrir la Puerta de Hierros a una persona en representación del pueblo, otorgando así este emblemático gesto de forma simbólica a los albaceteños. Así, tal y como recoge Adoración González Mateo, «el alcalde hizo entrega de la llave a una muchacha del pueblo, que abrió el edificio»

De este modo, y como recoge el periódico El Defensor de Albacete, “a las seis de la tarde se puso en marcha la comitiva figurando en ella una sección de la Guardia Civil a caballo, las Bandas de Música de Almansa (Albacete), Castellón de la Plana y Albacete, Cruz Roja, Cuerpo de Bomberos” y el resto de la comitiva, que recorrieron las calles de la ciudad desde Martínez Villena, Plaza de Mateo Víllora, Tinte, Mayor, Saturnino López y Feria, hasta llegar al Recinto Ferial.
De este modo, al llegar “a las puertas del edificio de la Feria el alcalde hizo entrega de la llave al Gobernador Civil, señor Cortés, pero éste agradeciendo el honor lo declinó en una persona representante de la ciudad por estimar que correspondía al pueblo”. Así, una persona anónima fue la encargada de abrir la Puerta de Hierros, tal y como recoge también Adoración González Mateo en su libro.

Tras ella, una gran multitud cruzó el umbral de la Puerta de Hierros para disfrutar de la Feria de Albacete, por entonces muy diferente a la que celebramos este 2025, pero con la esencia intacta. Sobre esta persona pocos datos han trascendido, ya que fue esta muchacha la encargada de abrir con su mano la Puerta de Hierros, pero con ella, también lo hizo la ciudad entera y todos los albaceteños que esperan año tras año, desde tiempo inmemorables, el comienzo de su Feria.