Aunque Victoria Arnau nació en Elda (Alicante), su corazón late al ritmo de los Redondeles, el vino dulce y los Miguelitos. Hija de albaceteños, la presentadora de Antena 3 mantiene una relación muy especial con la ciudad de Albacete, a la que regresa cada mes de septiembre para disfrutar de la Feria que lleva marcada a fuego en su memoria y en su alma.
A pesar de que la vida y la profesión la llevaron a Madrid, donde estudió Periodismo y donde hoy triunfa como uno de los rostros más conocidos de Atresmedia, Victoria no olvida sus raíces. Ni su gente. Ni su Feria.
«Para mí la Feria de Albacete es familia y es tradición. Tiene todo lo bueno de una buena fiesta, sin perder la esencia y el carácter de los castellanomanchegos», cuenta a El Digital de Albacete con esa cercanía que tanto la caracteriza.
Y es que su pasión por esta celebración no es una pose. Raro es el año que no hace las maletas para volver a casa. «Es una de esas fechas marcadas en el calendario por toda la familia, en la que nos reunimos los que viven en Albacete y los que venimos de fuera. Te diría que es casi casi tan sagrado como juntarse en Navidad», explica.
Ritual familiar
Su forma de vivirla tiene algo de ritual, ya que toda la familia se viste a conjunto para no perderse entre la multitud. «Este año toca vaqueros y camisa blanca», señala. Respecto a la quedada, primero toca «una buena comilona». Después, el clásico café en el Caballo Blanco, con Miguelito incluido, y paseo por los Redondeles, donde «nos feriamos alguna cosa». Y más tarde, casetas y ‘tardeo’ para que no decaigan los ánimos. Y, si quedan fuerzas, atracciones.
Pero si hay algo que la periodista no perdona, es un momento dulce con sabor a tradición: el vino dulce o «vino pisao» con barquillo. «Es de esas cosas que solo bebo allí, una vez al año, y me encanta», confiesa. Aunque si hay que elegir entre Miguelitos, mojitos o ‘chorimorci’, no duda: «Lo tengo claro, me quedo con el ‘chorimorci’. No hay delicia más maravillosa. Ya cuento las horas para poder comerlo».
Aunque Victoria reconoce que el bullicio del fin de semana es inevitable por temas laborales, no le importa en absoluto. «Me gusta porque me he criado yendo a la Feria», reconoce.
Un recuerdo especial con su abuela
Cuando le preguntamos por su recuerdo más especial, asegura que tiene muchos, «sobre todo de la infancia», pero se quedaría con el de su abuela montada con los nietos en el Ratón Vacilón. «Me acuerdo perfectamente de sus risas, sus gritos y lo bien que lo pasamos juntos. A ella le encantaba ponerse guapa para ir a la Feria y disfrutar con nosotros. Era la más marchosa de la familia, capaz de acostarnos a todos», dice.
¿Y qué hace única a la Feria de Albacete? Victoria lo resume sin titubear: «Es la feria más acogedora de España. Si vas, repites».
Y ella, desde luego, repite cada año. Porque, aunque los focos de la televisión la lleven lejos, la esencia de su tierra la llama con fuerza cada mes de septiembre.
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