Cada año, del 7 al 17 de septiembre, Albacete se convierte en epicentro de la fiesta gracias a su Feria, de Interés Turístico Internacional. Diez días de música, tradición, gastronomía y diversión que atraen a miles de vecinos y visitantes de dentro y fuera de la provincia. Pero, ¿cómo sobrevivir a semejante maratón festivo sin perderse lo mejor? Aquí va una guía imprescindible para disfrutar al máximo.
1. Qué comer para reponer fuerzas
La Feria se vive con los cinco sentidos, y uno de los más mimados es el gusto. Para los amantes de la gastronomía, el ‘chorimorci’ es el rey de esta fiesta. Se trata de un bocadillo que lleva como base chorizo y morcilla, aunque admite extras como huevo o pimientos. Se puede comprar en Los Redondeles y es capaz de resucitar a cualquiera después de un intenso día.
También merecen una mención especial las berenjenas de Almagro, que están encurtidas con un aliño único y que se pueden probar frente al Pincho; las Hamburguesas Uranga, un puesto con más de 40 años de historia; el vino dulce de ‘La Burrica’, que se sirve con un barquillo dentro y es la antesala a una larga noche; y, cómo no, los famosos Miguelitos, el dulce albaceteño por excelencia. Se pueden pedir de crema o de chocolate y se suele acompañar con un café y una sidra, el trío perfecto antes del ‘tardeo’.

2. Carpas, copas y mojitos
La Feria de Albacete no se entiende sin sus carpas, abiertas a todo el mundo y con entrada gratuita. Allí siempre hay música y son perfectas para disfrutar de una buena copa (o las que surjan).
En la zona del Ateneo, los mojitos son religión: frescos, marchosos y perfectos para reponer fuerzas; y El Templete, en pleno corazón del Recinto Ferial es otro punto de encuentro para cañas y copas.
Si se prefiere un ambiente más relajado y sin tanto bullicio, las casetas tradicionales siempre son una apuesta segura.

3. Atracciones y ocio familiar
Las atracciones son otro clásico, pero conviene elegir bien la hora. Es importante evitar las horas punta, alrededor de las 20:00 horas, ya que se forman colas interminables.
La mejor opción es la mañana, con menos gente y más tranquilidad para que los pequeños de la casa puedan disfrutar sin mucha aglomeración.

4. Vestimenta: cómodo… o de manchego
Para sobrevivir a la Feria hay que andar mucho, así que lo mejor es llevar ropa y calzado cómodos, junto con un abanico, agua y todo lo que ayude a combatir el calor.
Si se opta por el traje típico manchego, hay que hacerlo con rigor, con la indumentaria apropiada y teniendo en cuenta cada detalle. Este traje es una interpretación del que usó en los siglos XVIII y XIX en La Mancha. Se caracteriza por las líneas sencillas y sobrias, con colores negros y blancos combinados con otros más variados de tonos pardos.

5. Dónde aparcar
Para evitar atascos y facilitar los desplazamientos en coche, existen varios aparcamientos disuasorios. Se encuentran en la calle Imperial; en la Avenida de la Mancha, a la altura de Imaginalia; en la Avenida de los Empresarios, junto a FEDA; y al final de la Avenida de los Toreros (carretera de Barrax), junto al Depósito de la Fiesta del Árbol. Y durante el fin de semana se puede utilizar también el aparcamiento de la IFAB.
Además, hay cuatro líneas especiales de autobuses urbanos que conectan distintos barrios de la capital con el Recinto Ferial, por el módico precio de 1 euros y con un horario muy extenso.

6. Música y ambiente
Desde conciertos en la Caseta de los Jardinillos o la carpa Viva la Feria hasta actuaciones en plazas y parques, la música es la banda sonora constante de la Feria. Y si lo tuyo son las carpas, cualquier rincón del recinto ofrece baile y diversión hasta altas horas.

Con todo esto, ya solo queda una recomendación final: planifica, hidrátate y disfruta del ambiente. La Feria de Albacete es intensa, pero siguiendo estos consejos se puede vivir al máximo y, sobre todo, sobrevivirla con éxito.