La gastronomía es una ventana abierta a las costumbres, tradiciones y sabores de cada tierra. Y para Samara Salazar, una turista mexicana que visitó Albacete hace unas semanas, este viaje culinario fue toda una experiencia. Tanto, que decidió compartirlo con sus seguidores en TikTok.
Bajo el título «Cosas que probé en Albacete. La última es la que para nada me gustó y no la volvería a comer», Samara (@samasalazar_) muestra una serie de platos típicos de la zona, puntuando cada uno según su gusto personal.
En general, la gastronomía manchega le encantó. El rabo de cerdo se llevó un 10, el queso frito con mermelada un 9 («algo curioso al inicio, pero rico»), y tanto el secreto con patatas como la oreja de cerdo obtuvieron la máxima nota. «No le tenía fe y me sorprendió», confesó sobre esta última.
Incluso el ajo mataero, un plato fuerte y de textura espesa, logró un aprobado con un 7, mientras que los churros fueron, directamente, un flechazo: 11 sobre 10.
Pero el final del vídeo deja claro que no todo fue felicidad gastronómica. El último plato que probó -y el único que no volvería a tocar- fueron los caracoles. Su reacción fue tajante: un -1000 sobre 10. «Les veía su carita y sus tentáculos :(«, escribió, dejando claro que el rechazo no fue solo por el sabor, sino por la forma del animal.
Un plato muy polémico
Los caracoles son, sin duda, uno de los aperitivos más emblemáticos de Albacete. Se sirven en casi todos los bares de la ciudad durante la temporada, y son protagonistas indiscutibles en Las Tascas, los populares chiringuitos que se instalan en el Paseo de la Feria durante la primavera.
Preparados con una receta tradicional a base de hierbas, especias y a menudo con un toque picante, forman parte de la identidad culinaria local. Sin embargo, su aceptación depende mucho del comensal.
No es raro que lo que para unos es un manjar, para otros sea un plato imposible de digerir.
En el caso de Samara Salazar, lo que está claro es que Albacete ha dejado huella en su paladar. Y aunque los caracoles no hayan pasado la prueba, muchos otros sabores manchegos se han ganado un hueco en su memoria.
