Con los primeros rayos de sol partía este jueves, 28 de agosto, el Cristo del Sahúco desde Peñas de San Pedro. Una madrugadora cita en la que esta venerada imagen ha estado acompañada por sus inseparables andarines y a la que también han querido asistir miles de fieles y devotos sin faltar a esta tradición en la provincia de Albacete.
Tras la Misa de Despedida celebrada en la Parroquia de Nuestra Señora de la Esperanza de Peñas de San Pedro llegaba la imagen del Santísimo Cristo del Sahúco hasta el punto de inicio de esta romería única. Con mimo y delicadeza la talla de este venerado Crucificado era depositada en la urna que transportan a hombros los andarines a la carrera, recorriendo la distancia que separa este pueblo de la provincia de Albacete de la aldea del Sahúco.

Muchas eran las personas que han madrugado para vivir de cerca la Romería de Llevada del Cristo del Sahúco. Una cita que año tras año congrega a multitud de vecinos de Peñas de San de Pedro y de diversos puntos de la provincia de Albacete para despedir a esta venerada imagen antes de partir a la carrera a hombros de sus inseparables andarines.
La Romería del Cristo del Sahúco, una tradición que pasa de generación en generación
Pero antes de este emocionante instante y sin perder la concentración, comenzaban los andarines a enfajarse. Un ritual que realizan quienes acompañan al Cristo del Sahúco en este recorrido con el objetivo de proteger la espalda durante la carrera.

La veteranía y la experiencia son un punto importante en esta cita. Cristóbal lleva corriendo el Cristo del Sahúco “cerca de 12 años”, y detallaba a El Digital de Albacete la importancia de colocarse la faja correctamente: “si te pones bien la faja a la hora de coger al Cristo sufre menos la espalda”.
Al respecto incidía en que se trata de elemento fundamental “porque la imagen pesa mucho y el peso se reparte solo entre cuatro personas”. Además sostenía que también es recomendable “preparar la carrera porque son 15 kilómetros”, garantizando que “si vienes un poco preparado es mucho mejor”.

Más de una década lleva sin faltar Cristóbal a esta cita con el Cristo del Sahúco y relataba a El Digital de Albacete que “es algo que cada año me gusta más”. Sobre esta tradición, compartía que comenzó a formar parte de ella “porque me gustaba y decidí empezar a entrenar para correr”, asegurando que “es mucha emoción la que se siente”, recomendando vivir esta romería única.

Isabel compartía los secretos de colocarse correctamente el fajín para afrontar con garantías esta cita y evitar lesiones. “Primero hay que enrollar bien el fajín para podértelo poner”, detallaba esta andarina, confesando que en su caso “siempre necesito ayuda”, y es que esta es una labor que se realiza más fácilmente si se comparte entre varias personas

Una tradición que “llevamos haciendo muchos años”, apuntaba Isabel. Y es que relataba que “mi abuela era de esta zona y he vivido toda mi vida lo del Cristo”, desvelando que lleva formando parte de esta romería “20 años porque nos gusta y mientras podamos correr seguiremos haciéndolo. Cada andarín lleva consigo una petición para el Cristo del Sahúco y en el caso de Isabel expresaba que “se le pide fuerzas y alegría”.

Acompañada por un grupo de amigos y su familia afrontaba Marina la Romería de Llevada del Cristo del Sahúco. Confesaba esta joven que “no es la primera vez que corremos”, apuntando que “llevo muchos años haciendo esto porque es una tradición en mi casa”.

Y es que, esta es una tradición que pasa de generación en generación, apuntando Marina que en su caso vive de una forma muy especial porque “mi abuela es del Sahúco”. De este modo especificaba que “como tradición, todos los 28 de agosto venimos”. Así aseguraba que en este momento tan especial la petición que tiene para el Cristo es “salud para mi familia”.

Miles de personas arropan al Cristo del Sahúco
Entre aplausos y vítores partían los andarines arropando al Cristo del Sahúco. Así, a la carrera recorrían la distancia que separa Peñas de San Pedro del Sahúco. Una estampa única que volvía a repetirse este 28 de agosto y que teñía del blanco de la característica vestimenta de los andarines este recorrido.

“¡Viva el Santísimo Cristo del Sahúco! ¡Viva su Santísima Madre! ¡Viva el acompañamiento!”, eran los gritos de aliento que podían escucharse en cada una de las paradas que realizaban los andarines para reponer fuerzas antes de continuar con la carrera. Palabras que se fundían con el enérgico aplauso de las numerosas personas que se congregaban para vivir esta cita. Un instante en el que fieles y devotos se abrían paso entre la multitud para acercarse hasta el Cristo y poder tocarlo. Y es que la del Cristo del Sahúco es una de las imágenes más veneradas no solo en Albacete, sino en otros puntos cercanos a nuestra provincia.
Sobre esta tradición ponía de relieve el alcalde de Peñas de San Pedro, Antonio Serrano, que “la nuestra es una romería muy particular. Una romería única en la que cientos de mozos vestidos de blanco recorren llevando al Cristo a hombros 15 kilómetros a la carrera”.

Una multitudinaria cita a la que acuden andando numerosas personas desde localidades próximas para vivir en primera persona este emotivo momento. Y es que, confesaba Antonio Serrano que la del Cristo del Sahúco es “una romería muy emocionante”, poniendo de relieve que la imagen “tiene muchísimos devotos y da gusto ver cómo se acerca la gente a las cruces que hay en el camino esperando para recibir a su Cristo”.

De este modo, el alcalde Peñas invitaba “a todas las personas a nuestras fiestas y a la romería, porque no tiene comparación con ninguna y porque no existe una tradición similar”. Además, recomendaba a quienes visiten estos días Peñas de San Pedro, aprovechen la oportunidad para “comprar embutido”, otra de las señas de identidad de este pueblo de la provincia de Albacete.

El Cristo del Sahúco ya está en su Santuario y habrá que esperar hasta el próximo Lunes de Pentecostés para que, como manda la tradición, la venerada imagen regrese a Peñas de San Pedro arropada por sus inseparables andarines.




























































































/Fotos: Miguel Ángel Romero/