Cada vez son más los pueblos que encuentran en el arte urbano una forma de embellecer sus calles, atraer visitantes y reforzar su identidad. Murales que retratan la vida cotidiana y fachadas llenas de color están convirtiendo a muchas localidades rurales en auténticos museos al aire libre. Es el caso de la pequeña pedanía de la provincia de Albacete de la que le hablamos a continuación.
Se trata de Nava de Abajo, una pedanía de Pozohondo de apenas 400 habitantes que en los últimos tres veranos ha visto cómo sus muros cobran vida gracias a una iniciativa ciudadana liderada por el pintor autodidacta Fernando Sánchez y el saxofonista Emilio Plaza, cuyo objetivo es acercar el arte a todos los que viven y visitan este pequeño núcleo poblacional en la provincia de Albacete.

Arte con música en directo
La dinámica es sencilla, pero poderosa. Mientras Fernando pinta y Emilio toca el saxofón, los vecinos se suman a la creación de las obras. Los eventos han tenido tan buena acogida que son los propios habitantes quienes financian el proyecto a través de donaciones voluntarias.
Hasta la fecha ya se han realizado cuatro murales, con planes de añadir al menos tres más este verano. Los diseños rinden homenaje a elementos icónicos del pueblo, como la iglesia, el pozo, un árbol centenario fallecido recientemente, escenas de la vida local y hasta un mural conmemorativo de la popular gincana del terror, que este año cumple 16 ediciones.

Además, Sánchez ha plasmado en las fachadas de este municipio de Albacete más de 30 retratos de gatos y perros, muchos de ellos inspirados en las mascotas reales de cada casa.

Detalles curiosos
El proyecto también ha dejado espacio para sorpresas. En el mural dedicado al juego del terror, por ejemplo, aparece un inquietante personaje que incluso Google Maps ha pixelado como si fuera una persona real. Y entre los detalles de otras obras, se esconde una mosca diminuta tocando el saxofón.
«Estamos abiertos a que se sume cualquier grafitero o muralista que quiera aportar su arte», ha señalado Fernando Sánchez, convencido de que esta iniciativa tiene aún mucho camino por recorrer. Tal y como ha indicado, «los vecinos están encantados y ya hemos recibido a turistas atraídos por la ruta artística».

«Este proyecto no solo embellece nuestro pueblo, sino que fortalece la identidad local y crea un motivo más para visitarnos. Creemos que puede ser una historia inspiradora para sus espectadores, combinando arte, participación ciudadana y tradición rural», ha concluido Sánchez.
De este modo, la expresión artística y el movimiento cultural llevado a cabo por Fernando Sánchez y Emilio Plaza son ya la excusa perfecta para hacer una visita a Nava de Abajo y vivir en primera persona el arte que ahora se respira por las calles de este pequeño municipio de Albacete.