En los últimos años, los teléfonos móviles se han convertido en una extensión más de la vida de los jóvenes. Les sirven para comunicarse con sus amigos, entretenerse , estudiar o simplemente pasar el rato.
Esta conexión constante a las pantallas ha cambiado su forma de relacionarse y sus rutinas diarias, llegando incluso a afectar a sus horas de descanso sin que muchas veces ni ellos ni sus familias sean del todo conscientes.
Uso nocturno del móvil
El ‘vamping’ es uno de los ejemplos más claros: quedarse despiertos de madrugada para seguir enganchados al móvil, la tablet o el ordenador, ya sea viendo vídeos, hablando por redes sociales o jugando online, una práctica que cada vez preocupa más.
Ante esta situación, la Guardia Civil de Albacete ha lanzado a través de ‘X’ un mensaje de prevención y ha compartido una serie de recomendaciones dirigidas a los padres, con el objetivo de ayudarles a detectar y frenar esta práctica que puede tener consecuencias negativas en la salud de sus hijos.
¿Tú hijo hace “vamping”? es decir se conecta a Internet a través de los dispositivos electrónicos hasta altas horas de la madrugada. Si dudas, evita que se lleve a la cama el móvil, la tablet o el portátil.
— Guardia Civil Albacete🇪🇦 (@guardiacivil_ab) August 11, 2025
Pérdida de sueño, nerviosismo, aislamiento social, irritabilidad, etc pic.twitter.com/99AsCexlaA
«¿Tu hijo hace ‘vamping’? Si dudas, evita que se lleve a la cama el móvil, la tablet o el portátil», aconseja la Guardia Civil, que explica que las consecuencias pueden ser «pérdida de sueño, nerviosismo, aislamiento social e irritabilidad».
Insomnio, fatiga y dificultades de concentración
El ‘vamping’ es un fenómeno tecnológico que se refiere al uso excesivo de dispositivos electrónicos justo antes de dormir o durante la noche, lo que puede afectar a la calidad del sueño. Esto puede provocar problemas como insomnio, fatiga y dificultades de concentración, especialmente entre adolescentes.
La luz azul emitida por las pantallas interfiere con la producción de melatonina, una hormona que regula el ciclo del sueño, reduciendo la cantidad de horas de descanso.
Para evitarlo, los expertos aconsejan establecer límites en cuanto al uso de dispositivos electrónicos, crear un ambiente propicio para el sueño desconectándolos una hora antes de acostarse y fomentar otras actividades relajantes, como leer un libro o escuchar música.
En definitiva, si no quieres que tu hijo sea un vampiro tecnológico, evita que se vaya a la cama con el teléfono.