Desde el corazón de Italia hasta la excéntrica China, Ana Carmen Navajas, natural de Almansa (Albacete), ha recorrido infinidad de kilómetros en bicicleta, siempre acompañada por su fiel amigo de cuatro patas, Dexter. Un viaje que tiene como objetivo llegar hasta los emblemáticos ‘Guerreros de Xi’an’ en China, también conocidos como el ‘Ejército de Terracota’.
Una aventura en la que esta albaceteña y su inseparable compañero perruno se embarcaron el pasado mes de noviembre, cuando hicieron el equipaje y partieron en bicicleta desde Bolonia (Italia) con un claro objetivo: Llegar a Xi’an (China) para ver a los ‘Guerreros de Terracota’. Desde entonces, han recorrido cerca de 15.000 kilómetros atravesando Italia, Austria, Eslovenia, Croacia, Bosnia, Montenegro, Albania, Grecia, Turquía, Georgia, Armenia, Irán, Afganistán, y los enigmáticos Uzbekistán, Tayikistán, y Turkistán, donde se encuentra actualmente la almanseña. Por delante, todavía quedan alrededor de 3 meses de camino y 3 países más, Kazajistán, Mongolia, y finalmente, China.

Así las cosas, en menos de 100 días, Ana Carmen Navajas conseguirá (si todo va sobre ruedas) su objetivo cuando aviste los ‘Guerreros de Terracota’ en el horizonte. Pero como dicen, lo importante no es el viaje, sino el camino, algo que encaja perfectamente con la experiencia de Ana Carmen, que ha podido descubrir países, culturas, personas e infinidad de paisajes que quedarán para siempre grabados en su retina.
De Italia a China en bicicleta
Apasionada del cicloturismo desde pequeña, a los 16 años, la de Albacete leyó un libro sobre la Ruta de la Seda que lo cambió todo. Ahora, a sus 38 años, ha decidido realizar esa ruta pero a su manera. “Llevaba viajando por España haciendo cicloturismo varios meses, paré en Italia, viví y trabajé allí durante 9 meses, y partí desde Bolonia”, dispuesta a recorrer “cerca de 15.000 kilómetros” de camino, tal y como comparte Ana Carmen Navajas con El Digital de Albacete.

Lo cierto es que Ana Carmen tiene la suerte de contar con su inseparable compañero que no la deja sola y que la acompañaría al fin del mundo si fuera necesario. Y es que su mejor aliado en esta aventura es Dexter, su perro. “No puedo tener mejor compañero de viaje”, asegura Navajas, que señala que “tenemos muy buena comunicación aunque la gente no me crea. Estamos mucho tiempo juntos y no unas horas, sino 24 horas al día 7 días a la semana”.

Sobre su aventura, de la que ha recorrido gran parte, y que queda plasmada en infinidad de kilómetros a sus piernas, la cicloturista de Albacete señala que una de las cosas que más le ha sorprendido es “cómo van cambiando los rasgos de la gente conforme voy avanzando y cómo interactúan”, sostiene. Así, explica que “en Italia son muy sonrientes, y en Austria más reservados, cuando cruzas a los Balcanes tienen esa mirada soviética dubitativa y cuando pasas a Turquía, la piel se oscurece. En cuanto cambias a Asia Central los rasgos de los ojos se van achinando”, y añade, entre risas, que “cuando crucé Afganistán, las caras de la gente eran mucho más redondas, y pensé ¿tanto he pedaleado?”.
Su paso por Afganistán
Una de los países que más ha llamado la atención de la albaceteña ha sido Afganistán, aunque en un principio no estaba planeado pasar por este país. “El plan original era cruzar el Mar Caspio por Rusia porque, aunque puede parecer una locura, es una opción segura, por lo menos más segura que Irán o las circunstancias de Afganistán”, explica, y manifiesta que, finalmente “no hubo opción de ir por Rusia, y tuve que hacerlo por esta ruta, y aunque eran los países que más respeto me daban, hasta el momento son de los que más he aprendido”.

Una preocupación que venía dada por el hecho de que “en Afganistán ser mujer es complicado, yo voy sola y en bicicleta, y esas dos cosas están prohibidas para las mujeres, además llevo a mi perro, y estos animales son considerados impuros en algunos países musulmanes”, explica. Y es que a todo eso, se sumaba la compañía de su inseparable compañero, lo que causó algunos problemas. “Un talibán apuntó a Dexter con una pistola diciendo que los perros no son amigos de Alá, salimos pitando”, recuerda la de Albacete.

El hecho de que en algunos países los perros sean catalogados como “impuros” ha supuesto para Ana Carmen algunos contratiempos, ya que “a veces es difícil encontrar comida para Dexter, así que cuando puedo trato de comprar sacos de hasta 15 kilos y llevamos ese equipaje extra”, sostiene. “Lo que te pueda pasar en Afganistán es una lotería”, indica Ana Carmen Navajas, y señala que, sin embargo, “me llevo una experiencia gratificante, he aprendido mucho de la sociedad y también de mí, he descubierto una parte que si no hubiese pasado por estos países quizá no lo habría hecho”. “Volvería a pasar por Afganistán e Irán, aunque a priori pueda parecer una locura”, manifiesta.

Una aventura sobre ruedas
Aún quedan kilómetros hasta China y algunos meses por delante, pero Ana Carmen Navajas no se plantea una fecha límite para llegar hasta los emblemáticos ‘Guerreros de Terracota’. “Me di un año para llegar a Xi’an, y no sé exactamente cuándo llegaremos, vamos al día por temas burocráticos, visados y demás, es un poco difícil planificar a largo plazo”, explica, y señala que “un viaje como este no se puede planificar al 100%, puedes planear cierta logística o investigar sobre la situación del país, pero ponerte una fecha exacta es casi imposible”.

Aunque en un primer momento, la aventura de esta vecina de Almansa pueda parecer una locura, lo cierto es que antes de embarcarse en este viaje, ya contaba con experiencia previa. “Cuando vivía en Alemania o en Inglaterra y venía a ver a mi familia a Almansa no cogía un avión, me venía en bici”, recuerda.

Por el momento, Ana Carmen Navajas se encuentra a pocos meses de llegar a su objetivo para avistar al horizonte los ‘Guerreros de Terracota’ en China, lo que supondrá una llegada a meta tras un largo camino lleno de experiencias, grabadas en la retina de esta albaceteña, que junto a su inseparable compañero de cuatro patas, ha tenido la valentía de lanzarse a la que sin duda será una de las grandes aventuras de su vida.