Shiva es una perra de raza akita que “falleció en un hotel canino de la provincia de Albacete», tal y como explica su dueña, Miriam, a El Digital de Albacete. Tras el triste fallecimiento del animal, su dueña presentó una denuncia por estos hechos para conocer los motivos de la muerte de su mascota.
Así, Miriam relata que dejó a Shiva en este hotel canino, en el que “ya había estado en otras ocasiones”, y al día siguiente “me llamaron por la noche para decirme que había mordido un bote de champú y había vomitado, pero que estaba bien y le habían mandado medicación”, sostiene. Del mismo modo, relata que “me preocupé y quise ir a por ella pero me dijeron desde el hotel canino que estaba bien y les pedí un vídeo para quedarme tranquila, pero ese vídeo nunca llegó”.

Buscan saber qué le ocurrió a Shiva en un hotel canino en Albacete
Un día después de lo relatado, Miriam recuerda que “me llamaron a mediodía para comunicarme que tenían el cuerpo sin vida de mi perra y que fuese a recogerlo”, y señala que “no me podía creer lo que estaba pasando”. En aquel momento, la duda se instauró de la familia de Shiva y “trasladamos el cuerpo a Murcia para practicarle una necropsia y saber el motivo de su muerte”, manifiesta.
Tras practicar la prueba, Miriam explica que “salió que no había restos de champú en el cuerpo de Shiva, pero sí restos de un veneno llamado carbofurano, ilegal en Europa, y también de un fármaco que se utiliza para practicar la eutanasia a los animales”, e indica sobre este último fármaco que es de “uso exclusivo veterinario”.

Un proceso que resultó “traumático”, como manifiesta la dueña de Shiva, ya que no pudo “despedirse de ella”, sostiene.
Versión de los hechos de este hotel canino de Albacete
Desde el mencionado hotel canino en el que ocurrieron los hechos trasladaban a El Digital de Albacete un comunicado en el que se recoge su versión de lo ocurrido. “Queremos ofrecer nuestra versión sobre los hechos sucedidos el pasado 2, 3 y 4 de agosto de 2024, que tristemente terminaron con el fallecimiento de Shiva, lo cual lamentamos profundamente, no sólo por la desgraciada pérdida, sino por el cariño que le teníamos a la perra, que había sido dejada a nuestro cargo en diversas ocasiones”, exponen en el comunicado.
De este modo, procedían a realizar un relato de los hechos que acompañaban de la justificación documental correspondiente. En este punto, trasladaban que “el día 2 de agosto de 2024, como venía siendo habitual desde hacía un tiempo, la propietaria de Shiva nos la dejó a nuestro cargo mientras ella se disponía a disfrutar de unas vacaciones con su pareja”. Así, compartían con El Digital de Albacete la ficha de entrada en este centro con la firma de la propietaria que “nos autoriza, en su caso, a llevar a Shiva al veterinario si sucede alguna incidencia”.
Así, destacaban “por su importancia y transcendencia, que el día anterior, 1 de agosto, Shiva fue vacunada por su veterinario contra la conocida ‘tos de las perreras’, y seguramente por tal motivo, cuando llegó al hotel presentaba ya síntomas de malestar, vómitos y decaimiento”, apuntaban en este comunicado, añadiendo que esta circunstancia “fue puesta de manifiesto en presencia aún de su propietaria el mismo día 2 de agosto cuando dejó a la perra a nuestro cargo”. Sin embargo, indicaban que “se restó importancia precisamente por el hecho de haber sido vacunada el día anterior y ante lo que podía ser una reacción normal”, y aportaban nuevamente la ficha de vacunación del animal.
“No obstante, y una vez a nuestro cargo, Shiva continuó con los vómitos y el decaimiento, circunstancia que pusimos en conocimiento de la dueña, contactando a la vez con el centro veterinario donde había sido vacunada la perra, quienes nos transmitieron que no había motivo para alarmarse, y que podía obecer perfectamente a una reacción leve a la vacunación”, recoge este mismo comunicado remitido por el hotel canino.
La mañana del 3 de agosto, “procedimos a bañarla, sucediendo un hecho que nos alarmó, y fue que después de bañar a Shiva, y en un momento de descuido, la perra mordió el tapón del champú y pudo tragar algo de líquido”, trasladaban. Por este motivo y “ante la mínima sospecha de que pudiera afectar a su salud, llamamos de urgencia al propio veterinario de Shiva, quien la conoce y trata asiduamente”. Este profesional “en principio restó importancia al hecho, ya que este tipo de champús están preparados para que, si los perros ingieren pequeñas cantidades mientras son lavados, resulten inocuos”, detallaban.

Sin embargo, relataban desde este hotel canino que “el hecho de que Shiva persistiera en sus síntomas (vómitos y decaimiento), y tras llamar a la propia dueña del animal, decidimos llevarla a su veterinario esa misma tarde, donde le hicieron un exhaustivo examen, acompañado de una analítica, que por cierto mostró niveles totalmente normales”. Así, aportaban el informe redactado por la propia clínica en el que se detalla el tratamiento que llevaron a cabo y la analítica realiza a esta perra.
“Cuando salimos de la clínica veterinaria, seguimos las recomendaciones indicadas por ésta, que pasaban, simplemente, por una observación y seguimiento de la perra para evitar que continuaran los vómitos, siendo que, como el propio informe del veterinario señala, no se advirtió una anomalía que pudiera presagiar el trágico final que tuvo Shiva esa misma madrugada”, recoge el comunicado. Y es que indicaban que esta perra “lamentablemente, falleció en nuestro centro en la noche del 3 al 4 de agosto de 2024”.
En este punto señalaban que “tras este hecho tan desafortunado, que lamentamos profundamente y que es, a la vez, el primer siniestro que hemos tenido desde que abrimos el hotel, se ejercitaron por parte de la familia acciones legales contra nuestra empresa, las cuales aceptamos como normales, puesto que somos las primeras interesadas en que se aclaren las circunstancias del fallecimiento de Shiva”. De este modo apuntaban que “dichas acciones legales contra nuestro centro han sido archivadas y sobreseída la causa ya que, tras realizar atestado que incluía oportuna autopsia al animal en un centro especializado se concluyó que y citamos textualmente: “la causa de la muerte de la perra es el carbofurano y el pentobarbital, no teniendo relación la supuesta ingestión del champú, que indican las cuidadoras de la residencia que ha sucedido, al encontrarse la perra con los resultados de la analítica y de la exploración general normal cuando fue asistida en la clínica veterinaria, falleciendo el animal bajo los cuidados de la residencia canina. No obstante, de las declaraciones prestadas, así como de las averiguaciones realizadas por la Guardia Civil, no resulta determinado el modo en que la perra ingirió carbofurano y pentobarbital, máxime cuando este último producto solo puede ser prescrito por veterinario y dispensado únicamente a profesional veterinario, sin que las investigadas tengan tal condición. Se desconoce, por lo tanto, quién o cómo se administró tales sustancias a la perra fallecida.”
Aportaban también el Auto de sobreseimiento de la causa, así como desestimación del recurso de reforma presentado por la dueña contra dicho sobreseimiento. Es decir, “se han ejercido por los dueños de Shiva las acciones legales oportunas, lo cual entendimos y respetamos, como no puede ser de otra manera, pero una vez demostrado que nuestro Centro no es el responsable del fallecimiento, entiendo que no procede continuar con una campaña de acoso que hemos recibido desde que tuvo lugar el fatal desenlace por parte del entorno de la propietaria”, sostenían. “Pero es más, la propietaria dirigió igualmente denuncia ante el SEPRONA, por posible maltrato animal, contra nuestro Centro, habiendo recibido la oportuna Inspección por parte del SEPRONA de nuestras instalaciones y levantando Acta, que ha concluido que cumplimos con todos los requisitos de higiene, salud y bienestar animal”, trasladaban en este comunicado.
Finalmente, indicaba que “nos duele profundamente el fallecimiento de Shiva, a quien teníamos cariño por ser habitual de nuestro hotel, y entendemos el dolor de su familia”. Sin embargo, “nos vemos obligadas a pedir públicamente que cese la campaña de acoso que estamos recibiendo en redes sociales por parte de algunos familiares y allegados”, manifestaban. “Las redes no pueden servir para sembrar odio, especialmente cuando todo ha sido revisado por las autoridades competentes y ninguna responsabilidad por nuestra parte se ha derivado”, exponían.
“Para nosotras, esto no es solo un trabajo. Es una vocación. Cuidamos a estos animales como si fueran nuestros, y así seguirá siendo. Lamentamos muchísimo lo ocurrido, y apelamos a la empatía, al respeto mutuo y al sentido común para solventar cualquier incidencia que pueda ocurrir, sin que ello dé derecho a nadie a levantar bulos públicamente (RRSS) y menos a acosarnos personalmente como está ocurriendo en este caso, ya que se ha pasado del acoso en redes al acoso personal a la salida y la entrada del trabajo, temiendo a veces por nuestra integridad, habiéndonos visto obligadas a interponer varias denuncias ante la Guardia Civil”, concluía este comunicado.
Tras todo este proceso y el trágico fallecimiento de Shiva, Miriam puso estos hechos en manos del Juzgado para tratar de “saber qué le había ocurrido a mi perra”, manifiesta la dueña del animal a EL Digital de Albacete. Por el momento, y según indica el Tribunal Superior de Justicia de Castilla-La Mancha, el caso se encuentra actualmente archivado y en sobreseimiento provisional, el cual se ha recurrido por parte de Miriam ante la Audiencia Provincial de Albacete, que busca saber qué le ocurrió a su mascota.