Seguimos siendo ese país donde todo es posible, pero nada es seguro. Ese país sobre el que el mundo se pregunta cómo puede funcionar porque mientras los europeos viven en las casillas de un Excel, nosotros estamos sobre cualquier tabla bailando flamenco y olé, un vermut en las terrazas casi en cualquier época del año, donde la siesta de fin de semana es un derecho no negociable, donde por un amigo siempre se avanza un paso y siempre hay un rato, un te veo luego y un mañana lo hago. Una tierra en la que el clima ha sido diseñado por un especialista en marketing, pero donde el relato nunca gana al dato. Un país en el que siempre cabe uno más en la mesa y en el que un mal día se arregla con un abrazo. Donde un “¿quedamos?” es todo lo que hay que saber por encima del dónde y el cuándo, es en un rato. Es en el lugar de siempre o en el de al lado. No problem, nosotros no vivimos encorsetados. Improvisamos y de casi todo creamos una oportunidad sin que improvisar sea un deporte de riesgo; es de equipo. El carácter, el sentido del humor a veces negro y a veces grueso, pero siempre pegamento, siempre irónico y casi siempre divertido. Nos reímos y nos volvemos a reír, aunque se esté desmoronando el mundo tal y como lo conocemos, no porque no nos importe sino porque siempre vamos un paso por delante. Siempre hay un amigo que conoce a alguien que a su vez conoce a otro que puede conseguir lo que haga falta, y se consigue con esa frase que hasta que no vives en España, no entiendes ni por cuanto hay, que es una que a mí me encanta “sobre la marcha”.
La tierra en la que el “si no tienes donde ir” siempre encuentra un “te quedas conmigo” .
El sentido del humor y la risa no sólo son elementos de cohesión social que refuerza las conexiones interpersonales, genera confianza y facilita la cooperación. Este comportamiento tiene una función evolutiva: los grupos que reían y cooperaban mejor, sobrevivían y prosperaban más fácilmente. ¿Cuál es nuestra esperanza de vida ? Comemos bien, sí, pero hay algo más y eso se siente, no todo está en el proyecto ‘Laughing Together’ de la Universidad de Viena, con el que han demostrado que cuando dos personas se ríen juntas, sus cerebros se sincronizan durante unos minutos. Esta sincronía facilita la comunicación, la cooperación y la creación de vínculos sociales más sólidos. La risa elimina tensiones y crea vínculos inmortales y el humor que nosotros empleamos para afrontar dificultades relativizar dificultades y sobrellevar situaciones adversas, se convierte en una herramienta que reagrupa a la gente y que se consolida como un mecanismo colectivo de resistencia y supervivencia emocional. Según el Observatorio del suicidio en España se han intentado 80.000 suicidios y se han llevado a término 3.846 en 2024, según el INE. La tasa en hombres es entre 3 y 4 veces mayor que en mujeres. La soledad y la tristeza son factores llave junto a las dificultades económicas
La alegría es un factor clave para la vida y para los negocios en culturas como la nuestra donde el optimismo influye directamente en cualquier dinámica, social, laboral y comercial. La risa es un tesoro mayor que la Centurión de Amex o la Dubai first Royale. Infinitamente mayor : ¿se ha podido comprar lo mejor del mundo?, y yo les respondo: no, nunca y hago lista por las dudas (amor verdadero, salud, amistad sincera, respeto, la felicidad auténtica dependiente de la paz interior y las relaciones significativas, el tiempo, la dignidad y la integridad, la sabiduría y la experiencia, los recuerdos y las vivencias compartidas, tampoco la confianza) y si me he dejado alguna; ¡incorpórenla!
Tenemos la mejor nacionalidad, la idiosincrasia más espectacular, la esperanza más viva y la felicidad en los ojos que nos miran. No podemos dejar que se nos polarice, ni que nos separen las siglas. Debemos tomar el control, vivir en un Estado de Derecho y no en una fábrica de derechos de Estado. Nos unen muchas más cosas que las que nos separan, empezando por la lengua y la cultura, la vida social y comunitaria, el sentido del humor, la gastronomía en torno a la que gira la amistad y la identidad nacional, la pasión por todo y por el deporte, si cabe, más; la solidaridad y el apego a las tradiciones y a nuestra historia, y así a modo de empujón total recomiendo ver, si no lo han visto, y si han podido disfrutarlo, entonces recomiendo repetir: España, la primera globalización.
Disfruten del calor, sí, del que según un medio canadiense la migración de los castores produce cambios en el modelo climático. Desde ahora porque antes no migraban y es evidente que nos imitan cada vez más, pero en la broma, no en el contenido que para alguno, a misa va.
Amelia Fernández-Pacheco