La Policía Local de Albacete ha informado de lo ocurrido el pasado viernes con un varón de 45 años al que considera el autor de dos presuntos ilícitos penales y que tuvo que ser ingresado en la Unidad de Psiquiatría del Hospital Perpetuo Socorro de la capital manchega.
Explica la propia Policía Local de Albacete que todo comenzó cuando a eso de las 20.00 horas se recibió en Jefatura la llamada de un ciudadano que afirmaba haber visto a un hombre conduciendo un coche por el Barrio San Pedro – Mortero en unas circunstancias que indicaban que dicho conductor podría ir bajo la influencia del alcohol.
Ante tales indicaciones, una patrulla de la Policía Local de Albacete se dirigió a tal zona de la ciudad y comenzó a buscar al susodicho conductor bajo la descripción que el alarmante había ofrecido a los agentes. Tras varios minutos, la búsqueda dio sus frutos y localizaron a dicho varón en la calle Abanico.
Con el coche que conducía ya interceptado por los agentes, el citado conductor se negó en rotundo a someterse a las pruebas de alcoholemia, a pesar de que mostraba unos síntomas más que evidentes que se encontraba bajo una gran intoxicación etílica.

Nerviosismo exacerbado en este conductor de Albacete
Debido al devenir que estaban tomando los acontecimientos y que la negativa de este hombre a soplar era cada vez más rotunda, los policías le advirtieron que no someterse a las pruebas le acarrearía consecuencias más graves que si colaboraba con la actuación policial. En ese momento, el conductor, según indica la Policía Local de Albacete, comenzó a mostrarse más y más nervioso y acabó sufriendo un brote psicótico.
Ante tal situación, la Policía Local de Albacete requirió en el lugar de los hechos la presencia de los sanitarios del SESCAM, quien tras poder calmarlo parcialmente, lo trasladaron en ambulancia al Hospital Perpetuo Socorro para ser tratado por expertos en psiquiatría.
Por su parte, la Policía Local de Albacete instruyó diligencias penales por dos presuntos delitos contra la seguridad vial: por negarse a someterse a las pruebas y, tras actuar de oficio la policía local, por conducir bebido.
Ahora, tendrá que ser un juez el que decida el futuro más inmediato al respecto del detenido tras los presuntos hechos cometidos.