El pasado jueves día 12 no fue un día más para los que se acuestan con la última hora y se levantan con el análisis de lo más reciente. Un individuo que casi nadie conocía, tan solo en las filas socialistas, de nombre Santos y apellido Cerdán, ha aparecido en las grabaciones, digamos que, en los papeles de los presuntos casos, de los supuestos cobros de comisiones. La marejadilla es de órdago, todos enrocados, les cuesta trabajo dar explicaciones, aunque no tendrán más remedio. Ahora que hemos empezado a escuchar los audios, el escándalo es superior, porque produce más repugnancia. ¡Qué vergüenza! Nadie habla de las empresas que presuntamente están implicadas, nombres ilustres, empresas muy conocidas, de notable facturación, permanecen en silencio, pensarán que no va con ellos y sí va. Para cerrar el círculo, alguien tiene que poner el dinero. A los presuntos que inyectaban esas cifras en presuntas comisiones deberían llamarlos y que vayan p´alante todos, sin miramientos, sin tapar nada. Hay que confiar en la justicia y en los investigadores, sean quienes sean, se llamen como se llamen. El relato, que repiten constantemente, se va desintegrando. Ahora va a parecer que el más listo va a ser el que fuera portero de discoteca, el que se hizo asesor, asistente del ministro y, al parecer, les grabó a todos, quizás en previsión de defenderse si venían mal dadas. Esto no ha terminado, ahora podría venir el cante por soleares de los que se vean en el laberinto del escándalo, esos mismos intentarán escurrir el bulto y amortiguar el peso de las posibles condenas, colaborando con la justicia, con nuevas revelaciones.
Se esperaba mucho más del presidente del Gobierno, se ha limitado a pedir perdón y a decir que Cerdán lo ha decepcionado. Si hay que esperar hasta 2027 para ir a votar, es mucho tiempo. La política no puede estar inmersa en esta zozobra diaria. Los españoles deberían pronunciarse y ponerles deberes a los políticos. Se esperan anuncios regeneradores, pero de verdad, para acabar con la corrupción. Lo de condenarlo todo de boquilla está muy bien, pero sirve para poco. Cambiar un Gobierno sin saber muy bien para qué es poca cosa igualmente. Se vio el otro día en la manifestación convocada por el PP, ni el lema, ni la convocatoria funcionó. Lo dije antes de celebrarse, un error acudir divididos, desde la franja de la derecha en España. Ni 50.000 para unos, ni 100.000 para otros, se me antojan pocos, aunque tampoco es justo decir que fue un fracaso. Deben medir mejor este tipo de convocatorias porque despiertan poco entusiasmo. El PP no debe confiarse y esperar a que el PSOE se calcine, porque no será así, el CIS no creo que acierte, pero el PSOE, aunque creo que hoy perdería las elecciones, tiene una base sólida. Los socios que mantienen al Gobierno no van a abandonar el barco, renegociarán y les sacarán las entrañas a PS. Puigdemont ya no esperará a Cerdán, quizás quieran ver al presidente y a porta gayola, con una larga cambiada, lo esperarán sin misericordia. Por cierto, una auditoria no dará ningún resultado, si han llegado billetes bajo manga, supongamos, no afirmo, no lo sé, ese dinero no figurará anotado en ningún sitio. Por tanto, sirve para poco, para nada. Todo hasta ahora, es insuficiente, es raquítico.
Desde medios de la izquierda, me refiero por ahora únicamente a La Sexta, su cabeza visible, Ferreras, ha explotado con una dureza y una claridad inusitada. Escucho al ministro Oscar López en la SER, repite lo mismo que todos y el entrevistador aplica una dosis de dulzura excesiva.
Lo dijo Felipe González, lo dice Page, ambos de acuerdo, dos referencias notables aciertan en que la mejor solución en estos momentos sería ir a votar.
Vuelvo al periodismo, no de todo el periodismo, evidentemente, pero escuchar en la 1 de TVE a dos periodistas, de los que más suenan, ambos proceden de la radio de la izquierda, ambos con un sueldo astronómico, se dejan la piel para defender el organigrama actual, para que nada cambie y así poder mantener sus privilegios. Uno de ellos y seguro que algunos más, cobrará en un año lo que por lo general muchos periodistas cobrarán en 20 años. Esas son las escandalosas diferencias. Por tanto, que nadie piense que van a trabajar por la objetividad, la honestidad y la transparencia. Saben además que, con un cambio de Gobierno, como están a dedo, irían a la calle. Son solo un ejemplo bien elocuente, hay muchos más; casos que producen sonrojo y aún no sé, si otros partidos que quieren gobernar están dispuestos a combatir estos dispendios. A uno de ellos, lo han paseado por las provincias hablando de economía, supongo que pasando por caja previamente. ¡Cómo para fiarse de lo que cuentan!
Mientras tanto, Julia Otero, en Onda Cero, vuelve con Mazón, demuestra que le sigue haciendo falta el político valenciano para no perder el relato. Le debe parecer poco el “Caso Cerdán”. No hay que soltar ese hueso, que dirían otros.
No escucho al periodismo feminista, ni a las políticas feministas, ni a sindicatos reivindicativos, a nadie que se llena la boca de feminismo, hablar del trato vejatorio, obsceno de los personajes de la trama, sobre las mujeres. Cuando se refieren a las prostitutas, el casting no podía ser más humillante. Han acabado de un plumazo con el “cuento” feminista para los próximos 20 años.
Sobre vivienda, es un capítulo donde no se ha hecho nada, ni se espera nada sobresaliente a corto y medio plazo. Pueden hablar lo que quieran, se pueden hacer entrevistas de pago y propaganda, pueden hablar ministros, ante auditorios de amiguetes, pero la solución no llegará sin el acuerdo de las administraciones y sin que, como ocurriera en tiempo pasado, desde la administración del Estado se ponga el 20 % del precio de una vivienda, a fondo perdido, para que los jóvenes y menos jóvenes puedan acceder a un derecho constitucional. Por mucho que se les llene la boca a todos, no se dan pasos de verdad. Todo son cuentos y cuentas. Lo del 20 % lo ha recordado recientemente con vehemencia el presidente de los empresarios albaceteños y lleva toda la razón. Deben ponerse de acuerdo y poner ese dinero que se necesita para la adquisición.
Los jueces y fiscales hacen bien de protestar contra lo que se quiere hacer desde el Gobierno de España. Una justicia independiente es lo prioritario. Un poder judicial independiente de toda injerencia política y menos lágrimas -no sé si de cocodrilo- de políticos como las que hemos visto de la presidenta de Navarra.
Estaba completamente seguro de que el conflicto de los trabajadores del servicio de limpieza viaria y la empresa Valoriza entraría en vías de solución, como así ha sido. Firmeza en las partes, disposición al diálogo, quizás alguien se estaba frotando las manos pensando que las calles se llenarían de bolsas de basura, pero el alcalde, al que hemos visto en la puerta del Ayuntamiento, rodeado de los trabajadores -por un momento me pareció en la fotografía que era Unai Sordo, pero no, era el alcalde que además es del PP– quien se ha empleado a fondo, según parece y ha juntado a las partes en pro del acuerdo. Paradojas de la vida política, laboral y sindical de la vida.
Veo por ahí alguna referencia a un político murciano del PSOE, se llama Pedro Saura. Fue secretario de Estado con Ábalos, ahora creo que es presidente de Correos, lo han ido colocando por ahí, donde han podido, bien pagado, eso sí. Lo conocí es Murcia, no es mala gente, pero nunca ganó una elección en la vecina Región, ni ganará nunca, ahora sería mucho peor, con la fortaleza política del popular López Miras. Digo esto, porque políticos flojitos que siempre fracasaron, después han tenido premio, siguen en la poltrona, quitando puestos a quienes seguramente sí ganan elecciones en sus respectivas circunscripciones. La política al revés de la lógica.
Me alegro mucho del nacimiento de El Digital de Cuenca de la mano de Javier Romero, quien también dirige El Digital de Albacete. El día 24 será la presentación en sociedad en Cuenca de un nuevo medio, que viene a sumar, a contribuir al pluralismo informativo en la vecina provincia y por consiguiente a mejorar la información de los conquenses, junto a otros medios que con toda seguridad será un acicate de buena competencia. Para los que ya están y para el que llega les deseo larga vida.
Aquí mismo en El Digital de Albacete me entero de una noticia que me preocupó: “La Universidad de Castilla-La Mancha a la cola de las universidades en España”. Relegada el puesto 80 de 82 entre las universidades españolas.
Será algo para analizar, seguramente explicar bien, puede ser algo coyuntural o no, en cualquier caso, algún tipo de explicación y mucho más cuando desde la Junta no reparan en poner el dinero que hace falta para su subsistencia.
También aquí, este digital, leo que Simón Casas, empresario de distintas plazas entre ellas la de Albacete, al parecer fue detenido y llevado a declarar por algo relacionado con la Plaza de Nimes (Francia) en “el marco de una investigación por presunto blanqueo de capitales, fraude fiscal y malversación de activos corporativos”. Quedó en libertad tras declarar. Igualmente, esperamos, aclaración, pormenores, etc., etc. Estas cuestiones, a veces acaban en nada, pero puestas en un titular a priori llaman la atención.
Ahora que es tiempo de premios, todos ellos bien argumentados y justos, pero me llama la atención cómo la política queda marginada y a veces para lograr un premio, se llega por una vía secundaria, digamos que por el camino del disimulo. Todo es muy respetable y yo lo hago, pero considero que hay políticos, los más, que se esfuerzan, que son honestos, que saben administrar, saben lo que se llevan entre manos, pero para no molestar al partido de enfrente, nadie repara en ellos. La política, los políticos, son más necesarios que nunca. Recuerdo que en otra época lograban su reconocimiento. Nunca fue fácil premiar trayectorias. Recuerdo muchos premios, fíjense, hasta Manuel Serrano, hoy alcalde, sin ocupar cargo institucional alguno, recibió el premio “Destacados a las buenas formas” de la Cadena SER (Radio Albacete) y muchos más como Bono, Page, Barreda, Pérez Castell o Adolfo Suarez Illana. En todos los partidos hay gente estupenda, en el PSOE, por supuesto, también. No todos son Ábalos, ni Koldo, ni Bárcenas. Seguro que algunos conservarán su estatuilla en sitio destacado porque reunían méritos sobrados para recibir las distinciones. Todo cambia e incluso, a lo mejor, para bien. Pero insisto, premiar la política y a los políticos no debería caer en desuso, sin tener que buscar vías alternativas para que al menos puedan subir al escenario y conformarlos con un caramelo sin azúcar.
Lo de la calle Ancha, los 300 kilos de hojas es una pasada, como dirían otros: ¡está súper guay! Ayuntamiento y RES se superan cada año y además sin tener que poner nada de los impuestos de todos.
“Cuando los que mandan pierden la vergüenza, los que obedecen pierden el respeto” (G. Christoph)
Ángel Calamardo
X: @AFCalamardo