Es el más artesano de los embutidos de nuestra tierra, y se elabora totalmente a mano, como se hacía antiguamente. Típico de la Sierra del Segura, el ‘envuelto’ es un exquisito embutido artesanal con un sabor auténtico y tradicional, elaborado con ingredientes de calidad y meticulosa atención. En definitiva, una delicia que no se puede dejar de probar.

Una elaboración cuya receta enseño Carmen López, vecina de Férez, a Mari Carmen, una de sus hijas, la cual decidió abrir una carnicería en la albaceteña localidad de Tazona, junto a su marido, Paco, y su hermana Yolanda, con el fin de dar a conocer las sabrosas recetas de embutidos de su madre. Yolanda Martínez, de la carnicería ‘Campillo’, nos cuenta que “antiguamente se hacía matanza en casa, y eso lo hemos vivido desde pequeñas. Mi madre siempre ha tenido muy buena mano en la cocina, y cuando elaboraba embutidos para la familia, tenían tanto éxito, que las vecinas venían a pedirle que les hiciera algo para ellas. Le salía todo tan bien, que siempre le preguntaban por qué no abría una carnicería para vender esos embutidos tan buenos. Mi madre enseñó todas esas recetas a mi hermana Mari Carmen que, en 2011, decidió abrir una carnicería. Además, vino todo rodado, porque su marido, mi cuñado Paco, tenía mucha experiencia en el sector, ya que había trabajado hace años en un negocio familiar de carnicería que tenían sus padres”.

Elaboración del ‘envuelto’
Yolanda Martínez también forma parte de ‘Campillo’, una carnicería que ha respetado la receta original del ‘envuelto’ de Carmen. La carnicera indica que “este embutido se elabora de forma casera y artesanal, con carne de cerdo cocida, la papada del cerdo, huevos, especias, y el hígado de cerdo como protagonista. Como ya no se puede hacer matanza, nos traen las piezas enteras desde el matadero de Molinicos, y nosotras las descuartizamos y la elaboramos, siempre bajo la atenta mirada de mi madre, que de vez en cuando se pasa a supervisar, para ver si seguimos paso a paso su receta. El día de antes cocemos la carne de distintas partes del cerdo, y una vez cocida, hacemos el molido de la papada, y del hígado de cerdo, para luego pasarlo todo a la amasadora para que se mezcle. En la amasadora añadimos también los huevos, la sal, y las especias naturales, que en el caso del ‘envuelto’ es pimienta, pimentón, canela, y clavo, todo ello según nuestras cantidades exactamente medidas. Una vez hecha la masa, continuamos haciendo unas bolas con las manos, que precisamente reciben su nombre del siguiente paso, que es envolver la bola de masa en una especie de telo, que viene de un tejido natural del cerdo. Por último, se atan de uno en uno con un hilo de algodón, se cuecen durante una hora, se deja reposar, y ya estarían listos para degustar”.


Un vehículo-tienda
Además de la carnicería en Tazona, cuentan con un vehículo-tienda que recorre toda la Sierra del Segura. “Tener esta tienda sobre ruedas nos ha dado la posibilidad de crecer, y de poder llevar nuestros embutidos caseros a más puntos de la Sierra del Segura. De este modo, estamos el martes en el mercadillo de Férez, el miércoles en el de Letur, el jueves en el de Riópar, y Yeste, y el viernes en el de Socovos, cada día en un sitio diferente. Así, mientras nosotras elaboramos los embutidos y atendemos la carnicería, Paco sale a vender el producto a los pueblos. Elaboramos de todo, chorizos, morcillas, o butifarra negra y blanca, pero el producto estrella, que además solo se encuentra en esta zona, sin duda es el ‘envuelto’. La carnicería ‘Campillo’ toma el nombre de una finca familiar que tenemos en Férez, que se llama ‘Campillo’. Una finca a la que mi padre, Luis Martínez, fallecido en 1985, le tenía mucho cariño, y que poco a poco sacó adelante gracias a su trabajo y esfuerzo. Por eso mi hermana Mari Carmen, en su recuerdo, decidió llamar ‘Campillo’ a la carnicería”, concluye. Un auténtico manjar típico de la Sierra del Segura, que nadie se debería perder. Solo una cosa, no hay que olvidar cortar el hilo, que es lo único que no se come de este riquísimo y original embutido.













/Fotos cedidas/