Asesinado en un atentado terrorista y nacido en Albacete

Emilio García era un teniente de la Policía Nacional natural de Navas de Jorquera (Albacete) y una bomba lapa de los GRAPO sesgó su vida en 1983; hoy ha sido homenajeado

La memoria de Emilio García Martínez ha sido honrada en la mañana de este viernes, del mismo modo que la de los otros 187 miembros de la Policía Nacional que al igual que Emilio murieron a causa del terrorismo. Emilio García Martínez era natural de un pueblo de Albacete, trabajaba como Policía Nacional en Valencia y fue asesinado por los GRAPO.

Natural de Navas de Jorquera (Albacete), la vida de Emilio fue sesgada por un artefacto explosivo en abril de 1983. Casado y padre de dos hijos de 17 y 19 años respectivamente cuando fue asesinado, este agente natural de Navas de Jorquera había pasado por Vitoria y Madrid antes de ser destinado a la ciudad del Turia. Teniente de la Policía Nacional en el momento de los hechos, la banda terrorista GRAPO puso un artefacto explosivo en los bajos de su coche y la deflagración causó su muerte. Uno de sus dos hijos escuchó el estruendo, bajó rápidamente al garaje y encontró a su padre malherido y semiinconsciente. Emilio fue trasladado a la Ciudad sanitaria La Fe de Valencia, donde falleció pasadas las diez de la mañana. Sus asesinos, Josefina García Aramburu, Anastasio Gonzalo Cardiel, Mercedes Padrós y María del Carmen Muñoz Martínez, fueron condenados en 1985 a penas de 29 años de prisión.

La web del Colectivo de Víctimas del Terrorismo recoge al respecto también que «la condena llegó por un delito de atentado con muerte en concurrencia con otro de estragos, y los condenados, además de a penas de 29 años de cárcel, también lo fueron a pagar una indemnización de diez millones de pesetas.

Consuelo Ordóñez es la Presidenta del Colectivo de Víctimas del Terrorismo y en redes sociales contaba el atentado que sesgó la vida a este agente de Albacete. Así, Ordóñez indica que el coche del agente «llevaba sólo 9 días aparcado en un parking privado, el día del atentado, a las 8:35 horas se subió a él para ir al trabajo. Al encender el motor la bomba de un kilo de cloratita que le habían colocado en el asiento trasero, estalló. Los GRAPO también usaban chivatos en Valencia».

Emilio García Martínez, policía nacional nacido en Navas de Jorquera (Albacete) y asesinado en Valencia / Foto: COVITE

Tras conocer la historia de este agente de Albacete asesinado y volviendo al presente, cabe destacar que este viernes, la delegada del Gobierno en Castilla-La Mancha, Milagros Tolón, ha presidido el acto institucional en homenaje a las víctimas del terrorismo en la Policía Nacional, entre las que se encuentra este agente de Albacete, una conmemoración en la que ha expresado “el respeto, el cariño y el compromiso del Gobierno de España con quienes dieron su vida por proteger la democracia y nuestras libertades”.

Durante su intervención, la delegada ha recordado a los 188 miembros de la Policía Nacional asesinados entre 1968 y 2015 en toda España, y ha dirigido un mensaje directo a sus familias: “Vuestro dolor es también el nuestro. Habéis vivido en carne propia el coste más alto del compromiso público”.

En este sentido, ha reiterado que el Gobierno de España “reafirma su firme voluntad de proteger la memoria de las víctimas y acompañar a sus seres queridos, no solo en actos como este, sino a través de una política de Estado basada en el respeto, la justicia y la reparación”.

Lealtad al Estado de Derecho

El acto ha servido también para rendir homenaje a las víctimas relacionadas con Castilla-La Mancha, “una tierra que también ha sufrido duramente el terrorismo”, en palabras de la delegada, que ha tenido un recuerdo especial para las familias presentes en el acto.

Asimismo, ha destacado la respuesta firme y serena de la Policía Nacional frente al terrorismo: “Una respuesta basada en la profesionalidad, la humanidad y la lealtad al Estado de Derecho. En cada agente que sirve hoy en nuestras calles hay un eco de los que ya no están, y un compromiso firme de no dar ni un paso atrás en la defensa de nuestras libertades”.

Tolón, este viernes durante el acto

Más medios

La delegada ha subrayado el compromiso del Gobierno con la mejora permanente de los recursos y medios del cuerpo: “Lo hemos visto recientemente con el incremento de las plantillas o con la nueva Comisaría de Cuenca, que es un ejemplo más del respaldo firme a la labor de la Policía Nacional en nuestra región”.

Por último, ha dedicado unas palabras de agradecimiento al jefe superior de Policía en Castilla-La Mancha, Javier Pérez, que se jubila tras una larga trayectoria de servicio público: “Gracias, Javier, por tu entrega, tu profesionalidad y tu cercanía. Como delegada y antes como alcaldesa, siempre he encontrado en ti un apoyo profesional y personal en los momentos difíciles. Te deseamos lo mejor en la nueva etapa que ahora comienzas”, ha concluido.

Tolón durante el homenaje a los miembros de la Policía Nacional asesinados por terroristas

“No bajaremos la guardia”

Por su parte, Javier Pérez ha subrayado que el terrorismo, en cualquiera de sus formas, “es una expresión máxima de cobardía, una amenaza directa contra la libertad, la paz y los derechos fundamentales que tanto nos ha costado conquistar”. En su intervención, ha advertido de que frente al terrorismo, “la Policía Nacional sigue y seguirá vigilante. No bajaremos la guardia frente a quienes traten de imponer el miedo o atacar nuestro modo de vida”.

“Cada uno de los 188 compañeros que hoy recordamos tenía un rostro, un nombre, una historia. Eran hijos, padres, madres, hermanos y amigos. Eran policías que entendieron que proteger a los demás implicaba, en ocasiones, el riesgo de no volver a casa”, ha afirmado.

Y ha concluido con un mensaje claro de compromiso y continuidad: “Nuestros 188 compañeros, víctimas del terrorismo, son un recordatorio constante de que la libertad tiene un precio, y nosotros no permitiremos que ese precio haya sido en vano”.

“Dejo mi puesto, pero no dejo mis valores”, ha afirmado en su despedida. “Me voy, pero me llevo conmigo el orgullo de haber formado parte de una gran familia, una familia que no se doblega ante las adversidades y que trabaja incansablemente por el bienestar de todos los ciudadanos”.

Homenaje especial

En el acto han recibido un homenaje especial Susana Rodríguez, policía nacional destinada en la plantilla de Toledo, hija del policía Miguel Ángel Rodríguez Pozuelo, que fue herido por un atentado de ETA en Madrid en 1987 en el que fue asesinado el agente Wenceslao Maya; y la guardia civil Josune Villamudría, hermana de María de Coro Villamudría, asesinada por ETA en 1991 por una bomba lapa en el coche de su padre, policía nacional, que resultó herido junto con la propia Josune y sus hermanos.

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