La Romería del Cristo del Sahúco este año ha tenido un andarín muy especial. Se trata del nuevo obispo de Albacete, D. Ángel Román, que corrió junto al resto de los andarines que se dieron cita en tan tradicional evento. Con emoción y alegría, el Obispo animó a todos, especialmente a los más jóvenes, a «sentir cómo Cristo nos lleva por el camino y a ser transmisores de fraternidad ayudándonos unos a otros».
Lo hizo después de presidir en la tarde de ayer la misa de despedida en el Santuario del Santo Cristo del Sahúco, en la que participaron decenas de andarines. Tras despedirse de su Madre, el Cristo era introducido en la caja y recorría a la carrera los 15 kilómetros que separan la aldea de Peñas de San Pedro. Emoción, vítores y mucha devoción en los andarines, a los que acompañaba el obispo.
Al llegar a Peñas, el Cristo fue puesto de nuevo en sus andas, ante la mirada de una multitud de fieles que esperaban su llegada bajo un fuerte bochorno. Fue llevado hasta la parroquia de Nuestra Señora de la Esperanza, donde de nuevo fue recibido con palmas y vítores. El obispo y casi una docena de sacerdotes celebraron la eucaristía de bienvenida. En la parroquia permanecerá la imagen del Cristo hasta el 28 de agosto, en que, de nuevo, a la carrera y esta vez al amanecer como es tradición, regresará a su santuario.