Ayer, domingo día 8 de junio, en Albacete y en las capitales de provincia de toda España, la profesión veterinaria, junto con las familias y tenedores de mascotas, realizaron un paseo reivindicativo contra la aplicación del Real Decreto 666/2023, que regula el uso y dispensación de medicamentos en la profesión veterinaria.

La marcha comenzó en la Plaza del Altozano a las 18:30 y tuvo su punto final en el pincho del Recinto Ferial de Albacete.

Los profesionales de veterinaria defienden, según argumentan, «mantener nuestra libertad de criterio y la reducción de la burocracia», añadiendo que «estamos en contra de una ley abusiva, que pone en peligro la vida de nuestros pacientes, que utiliza la coacción mediante sanciones leoninas y que encarecerá nuestros servicios por un aumento innecesario de la carga burocrática».

Lectura de un manifiesto en esta concentración en Albacete
En dicha concentración, los veterinarios de Albacete leyeron el siguiente manifiesto que a continuación les reproducimos de manera íntegra:
Una vez más, todos los veterinarios clínicos, de animales de compañía, ganadería, ocio, exóticos, salimos a la calle a manifestar nuestro rechazo al RD 666/23, a pedir su derogación y a exigir al gobierno y a los políticos representantes de la ciudadanía que cambien esa ley. ¡¡Pero hoy, no salimos solos!! Hoy salen a la calle muchos compañeros de otras áreas profesionales y de las distintas administraciones, uniéndose a nosotros y a nuestras peticiones. Y esto engrandece aún más nuestra profesión sanitaria y nuestra lucha por la salud pública.
Pero más importante aún es que salen a la calle los ciudadanos que quieren y cuidan a sus animales como si fueran uno mas de la familia. Y ellos están aquí para defender el bienestar animal, pidiendo también que los profesionales que cuidan de sus compañeros puedan seguir haciéndolo sin coacción, sin restricciones al conocimiento científico y al manejo responsable de sus herramientas que son los medicamentos. Ellos, en nombre de sus animales, defienden sus derechos a ser tratados con eficacia y eficiencia, defienden sus derechos a tener animales sanos, a curarlos cuando se enferman y a hacerlo con el menor sufrimiento, de la manera más económica y menos perjudicial para la salud pública y el medio ambiente.
Llevamos meses manifestando nuestro desacuerdo con la normativa vigente, estamos cansados, decepcionados con la clase política que no quiere escuchar a los que sabemos de salud animal, agotados del esfuerzo que nos supone trabajar bajo el yugo de una ley que no podemos cumplir para ejercer nuestra profesión de la manera más correcta y sometidos a la presión de ser sancionados y arruinar nuestras vidas y las de nuestras familias.
Esto no es justo señores representantes, el RD 666/23 es una ley que nunca conseguirá sus objetivos y que perjudicará a la salud pública.
Es una ley acientífica para tratar un problema científico. No se puede luchar contra las resistencias antimicrobianas obligándonos a utilizar antibióticos que sabemos que no funcionarán. La Agencia Europea del Medicamento habla de RECOMENDACIONES. Ustedes imponen RESTRICCIONES.
No se puede luchar contra las resistencias antimicrobianas jugando a favor del negocio del medicamento veterinario, obviando las normativas europeas y haciendo de España la excepción europea en este asunto. Esto genera excedentes que implicarán un uso indebido y la contaminación del medio ambiente.
No se puede despreciar a una profesión vocacional que se deja la piel para salvar las vidas de los animales que nos acompañan y que nos alimentan.
Seguimos a la espera de que los ministros de Agricultura y de Sanidad nos reciban y nos escuchen, y actúen en consecuencia. Y seguiremos adelante hasta que se cumplan nuestras peticiones. No nos rendiremos y, a cada paso que demos, seremos muchos más.
Por su salud, por nuestra salud, ¡por la salud pública!

En la marcha que recorrió Albacete también estuvo Dejando Huella
En la marcha también estuvo presente la protectora ‘Dejando Huella’, que en un breve comunicado argumenta que el RD 666/2023 «complica la atención veterinaria colmándola de burocracia e impidiendo la libertad de prescripción, además de suponer un más que notable incremento en el precio de los tratamientos».
Desde Dejando Huella añaden que «bajo la perspectiva de la protección animal y como protectora, en Dejando Huella no podemos hacer otra cosa que apoyar estas protestas ante un real decreto del que animales, entidades de protección animal, veterinarios y propietarios, salen muy mal parados en beneficio de no se sabe muy bien quién».