Cristina, natural de Ledaña, un pueblo de Cuenca a muy pocos kilómetros de municipios de la provincia de Albacete como Cenizate, llegaba en la noche de este jueves, 4 de junio, a First Dates, el programa del amor que presenta Carlos Sobera, para encontrar un compañero de vida.
Cristina, de 81 años de edad, tenía una cita con Paz, un vecino de Puebla de Don Rodrigo en Ciudad Real, de 77 años de edad, que buscaba una mujer “formal y seria” porque se siente “solo en casa”.
Eso sí, este ciudarrealeño tenía claras las condiciones en caso de encontrar el amor, y es que confesaba que “deseo a una señora que viva en mi casa conmigo”, lo cual causó cierta tensión a lo largo de la cita. Por su parte, Cristina buscaba a “un hombre que no sea un adefesio”, y sobre ella, explicaba que es “la más arreglada del pueblo”, además de “la jefa del bingo”.

Cristina, “la jefa del bingo” de Ledaña: “Quiere una criada y yo en mi pueblo soy la reina”
Durante la cita, ambos comensales compartieron algunos datos sobre ellos mismos y sus familias. Así, Paz contaba que tiene “un hijo y una nieta de 15 años”, mientras que Cristina explicaba que tiene 4 hijos que viven muy cerca de ella. En esta línea, Paz le preguntaba a Cristina si tenía algún problema para desplazarse e irse a vivir con él, a lo que la de Ledaña respondía que no tenía intención alguna de dejar su pueblo. “Pues ya tenemos un problema”, aseguraba el de Ciudad Real, mientras que Cristina trataba de rebajar la tensión. “Se puede resolver, hablando se entiende la gente”, proponía la conquense. De esta forma, Paz ponía sobre la mesa la posibilidad de intercambiar teléfonos y seguir conociéndose.
Otra de las cuestiones que compartía Paz con su cita también creó cierta tensión. “¿Te ves capacitada para echarme una mano en casa, hacer la comida, planchar, o lo que sea?”, preguntaba Paz. Sobre ello, Cristina confesaba ante las cámaras que “quiere una criada y yo en mi pueblo soy la reina”. El sexo también fue uno de los temas de conversación de estos manchegos, y Cristina reveló que “desde hace 40 años no me ha tocado un hombre pero yo tengo mis cositas para arreglarme yo sola”.

Finalmente, llegaba el momento de la gran pregunta, en la que Cristina y Paz debían decidir si querían o no continuar conociéndose. Así, Paz trasladaba que Cristina es “una mujer de los pies a la cabeza”, y comentaba que habían quedado en “dejarnos los teléfonos y hablar para ver si un día podemos llegar a un acuerdo”, indicaba, y finalizaba sentenciando que “el acuerdo es vivir en Puebla de Don Rodrigo”. Algo que no gustó nada a la de Ledaña, que tomó una decisión: “Pues no hay acuerdo”, sentenció Cristina, que aseguró que no quería tener una nueva cita con Paz.