DESDE EL ACEQUIÓN | Del Camino de Santiago a la dimisión

Artículo de opinión de Antonio Martínez

Querido paisano.

​Te escribo desde la cima de la Motilla del Acequión. Quizás tú no lo sepas, pero al decir de los entendidos que llevan años estudiando la cultura de las Motillas, la de Albacete es considerada como una de las más significativas, sino la que más, dentro de las centenares que hay documentadas a lo largo y ancho de nuestra provincia. A pesar de este hecho tan singular, que para sí lo quisieran muchos munícipes, nuestro apreciado alcalde sigue sin prestarle la atención que merece a la que fuera tu morada durante tantos y tantos años. ¿Qué no lo entiendes?, toma, ni yo tampoco, pero es lo que hay… al menos de momento.

​Pero no te vayas a pensar que lo tuyo es un caso aislado, o que el profe te tiene manía, por desgracia existen muchos más ejemplos de cómo el actual equipo de gobierno municipal hace el Don Tancredo cuando se trata de atender las demandas, peticiones, iniciativas, ruegos o preguntas que llegan al registro municipal remitidas por colectivos minoritarios o por el resto de grupos municipales. Igual es porque el demoscópico de guardia que le echa las cuentas electorales al alcalde, a la sazón también presidente de los populares albaceteños, considera que despreciar un escaso puñado de votos apenas tendrá incidencia en el cómputo global, por lo que una vez traducidos al castellano los resultados del último sondeo, esas molestas solicitudes quedan debidamente archivadas en la “p” de papelera, y a otra cosa mariposa, que tampoco es caso de estar dando vueltas por ahí sin ton ni son.

​Muchos de nosotros y nosotras confiábamos en que la conjunción astral nos sería favorable, y que la iniciativa presentada para mejorar sustancialmente la señalización del trayecto de los diferentes Caminos de Santiago que cruzan nuestro municipio, no caería en desgracia. Pero nuestro gozo en un pozo, ni nueva señalización ni la creación de un espacio digno donde atender a los peregrinos que transitan por nuestras tierras, que la capital gallega queda todavía muy lejos y un buen descanso se agradece. El PP dijo no y la propuesta murió en el acto.

Visto lo visto, igual convendría recordarle a nuestro alcalde la frase que repite a la menor ocasión venga a cuento o no venga y que la utiliza modo de mantra, cuando afirma que la nuestra es una ciudad acogedora con quienes nos visitan, y donde nadie puede sentirse extraño.

Con el no por el no del pasado Pleno, ha quedado demostrado que nuestro primer edil prefiere los esloganes populistas a los hechos contrastados, a pesar de que tenemos el mejor presupuesto del mundo mundial, donde todo cabe y a todos agrada, según se escucha decir en el despacho rectangular de la casa consistorial. Pero ni por esas. El concejal o la concejala responsable de la cosa del turismo, se ha librado de tener que cumplir el engorro de tener que atender a quienes cruzan nuestras tierras peregrinando en busca de la bendición apostólica. Quien lo diría, ¿verdad?.

Se confirma que no corren buenos tiempos para la lírica. El río de las mayorías y minorías municipales baja un poco revuelto estos días como consecuencia de la dimisión de una de los tres miembros de la troika transfuga de VOX, que a partir del último Pleno municipal ha quedado reducida a un dúo, no sé si dinámico o no, por lo que puede que nuestra primera autoridad local no tenga cabeza para otra cosa que no sea echar de nuevo las cuentas que le aseguren una mayoría que le permita sacar adelante su programa, aunque sea a trompicones, prometiendo la luna si es que fuera preciso y haciendo rogativas a quien corresponda, que desde luego no será el Apostol Santiago, para que ningún componente del Equipo de Gobierno, ni ya puestos del dúo transfuga, agarre un mísero constipado a destiempo que les deje fuera de juego en el momento más inoportuno, porque supongo que la persona elegida para sustituir a la concejala dimisionaria se alineará con las tesis oficiales y oficialistas del partido. Aunque como estamos hablando de VOX, siempre podemos esperar que suceda cualquier cosa y ninguna será buena.

Pero tiempo tendremos de conversar sobre este asunto en las semanas próximas, cuando conozcamos un poco más en profundidad las ramificaciones que puede acarrear esta dimisión, que puede que sea la primera pero quizás no sea la última, o eso es lo que me han chivado gentes generalmente bien informadas y muy próximas al grupo de los transfugas. La clave está en darle tiempo al tiempo, él se encargará de poner las cosas en su sitio, que es precisamente lo que más teme nuestro considerado alcalde.

PD. Hace unos días que nos ha dejado Rubí Sanz. Una mujer fuerte, decidida y valiente. Donde quiera que estés échanos un ojo de vez en cuando.

​Antonio Martínez

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