El presidente de la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, ha valorado que el nuevo Estatuto de Autonomía reafirma a la región «en la centralidad, no solo en el centro», porque es ejemplo de que PSOE y PP pueden pactar e incluso ha indicado que este puede ser el «único elemento de consenso» entre ambos partidos a nivel nacional.
García-Page ha sido el encargado de cerrar el pleno monográfico que se ha celebrado este jueves en las Cortes para la aprobación de la proposición de ley del nuevo Estatuto de Autonomía y ha agradecido al PP su disposición al pacto, al tiempo que ha valorado que con el nuevo estatuto, la región «da un salto adelante con mucha limpieza, mucha serenidad y dando un ejemplo en España de para qué hay autonomías y para qué no».
Así, ha defendido que el cambio que plantea este Estatuto «es un cambio leal con España», frente a otras autonomías que han modificado los suyos «para tener más que el resto, para garantizarse privilegios e incluso para poner en cuestión el propio modelo constitucional».
En cambio, ha reivindicado que «España se hace más grande desde una cooperación leal de todos los territorios» y ha defendido que la comunidad autónoma está «a la misma altura en el debate con aquellos que utilizan la autonomía para dinamitar España», ya que ha señalado que existen fuerzas nacionalistas e independentistas que «utilizan los instrumentos constitucionales contra la Constitución».
Pero ha resaltado que quien combate esa «tendencia a romper España» de algunos territorios y «algunos gobernantes» son el conjunto de las autonomías e incluso «mucho más que el Estado», porque ha lamentado que «salta a la vista que gobierne quién gobierne en España siempre ha habido un espacio para cesiones a los ideales independentistas o nacionalistas».
Un paso adelante «muy maduro, de enorme sentido común»
En cambio, García-Page ha subrayado que el nuevo Estatuto de Autonomía supone un paso adelante para la región que es «un paso muy maduro, de enorme sentido común y muy coherente con lo que esta comunidad significa en el conjunto nacional».
«Es una región que mira con limpieza, coherente, sencilla pero no pobre, austera y que tiene claro que no valdría ningún principio de autonomía si no lo fuera en la mejor nación», ha destacado el presidente autonómico.
Asimismo, ha precisado que la redacción del nuevo Estatuto de Autonomía, que se ha hecho tras un proceso de escucha de todos los sectores sociales, no se ha aprovechado para «reinterpretar la voluntad del constituyente», porque ha afirmado que se le podían haber incorporado «muchas propuestas de esas que incomoda» y no ha sido así.
En este sentido, ha comparado el Estado de las Autonomías con una «orquesta democrática», en la que «unos tocan el violín, otros la guitarra, pero todos pertenecemos a esa sinfonía».
También ha valorado que el nuevo estatuto «va a hacer aún más irreversible el proceso autonómico» y ahondará en la capacidad de la gestión de la comunidad autónoma, que ha celebrado que está creciendo, tanto desde el punto de vista económico como demográfico.
García-Page ha subrayado asimismo que este nuevo estatuto tiene una «perspectiva generacional», que trasciende esta legislatura y la siguiente y, por ello, ha destacado la importancia de que haya salido adelante con el apoyo de los dos grandes partidos.
En cambio, ha admitido que era «casi imposible pactar con Vox», entre otras cuestiones porque no creen en las autonomías, pero ha señalado que a lo mejor podrían haber hecho «una aportación sincera».
«Nunca habrá un paso atrás en el proyecto de Castilla-La Mancha», ha comprometido García-Page, que ha valorado el sentimiento regional que «no es un sentimiento antiespañol» sino que refuerza la identidad de la comunidad autónoma.