Arsénico, plomo y otros metales pesados en estas ¿inofensivas? mascarillas faciales que venden en todos lados

La OCU advierte de su potencial peligrosidad

Un análisis de 21 mascarillas de arcilla a la venta en supermercados, herbolarios, tiendas de cosmética natural y parafarmacias realizado por la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) advierte de la presencia de metales pesados, especialmente de plomo y arsénico. Aunque son minerales presentes de forma natural en la tierra, su presencia podría reducirse técnicamente a un nivel mínimo, señala la organización, razón por la que solicita a la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (AEMPS) que se fijen unos límites claros y armonizados.

Las pruebas, realizadas mediante espectrometría de masas, revelan la presencia de metales pesados en todas las mascarillas analizadas. Aunque en dos de ellas -Les cosmetiques mascarilla SOS (Carrefour) y Ziaja Black fase mask-, lo hicieron por debajo de los límites usados de referencia, que son los sugeridos por la AEMPS y que la Oficina Federal de Protección del Consumidor y Seguridad Alimentaria de Alemania considera técnicamente inevitables. Mientras que las mascarillas de Neutrógena y Cien (Lidl) los superaron solo por un metal. Pero marcas como Caudalie y Kiko Milano rebasaron los valores para cuatro y cinco metales pesados respectivamente.

OCU afirma que el uso ocasional de mascarillas de arcilla no presenta un riesgo inmediato para la salud, pero es necesario reforzar la vigilancia. Reducir el nivel de exposición a metales pesados es importante: sin ir más lejos, el plomo, presente en 13 de los 21 productos seleccionados, se ha asociado a neurotoxicidad, nefrotoxicidad y efectos en el desarrollo infantil, sin que se haya establecido un nivel mínimo seguro de exposición. Y del arsénico, el otro metal más detectado, se sabe que puede tener efectos cardiovasculares y dermatológicos negativos y es un conocido cancerígeno.

La normativa europea necesita mejorar sus controles en productos cosméticos con el fin de impedir o rebajar al mínimo la presencia de metales pesados, por más inintencionada que sea. Por eso OCU pide a la AEMPS:

Vigilar los productos ya presentes en el mercado revisar los límites considerados por la industria como técnicamente inevitables y a que a la luz de distintos estudios podrían ser más bajos.
Valores claros. Establecer unos niveles armonizados para impurezas que no se puedan superar y mejorar los controles para garantizar que se observan.
Mayor responsabilidad de los fabricantes tanto en la selección de las materias primas como en el proceso de fabricación de cosméticos.

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