El presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, ha instado al PSOE a «atajar por completo cualquier tipo de especulación sobre lo que pudiera ser trabajo sucio o cloaca» y ha confiado en que los mensajes de Leire Díez sobre la UCO no tengan «relación directa con la dirección del partido».
En una entrevista en Telecinco, el también secretario general de los socialistas en Castilla-La Mancha ha sido preguntado por la conversación telemática, publicada por El Confidencial, que mantuvo Leire Díez, periodista que fue concejala del PSOE en el municipio cántabro de Vega de Pas, en la que presuntamente personas ligadas al PSOE solicitan a un empresario información comprometedora de Antonio Balas, teniente coronel de la UCO que investiga el caso Koldo y a Begoña Gómez, la mujer del presidente del Gobierno.
«Esto es grave», ha reconocido García-Page, que se ha preguntado si Díez sigue siendo militante del PSOE, pues ha señalado que con el ex secretario de Organización del PSOE José Luis Ábalos «se adoptaron medidas más rápidas», aunque ha descartado que el partido vuelva a «movimientos tan expeditivos» como con el exministro Maxim Huertas, que dimitió pocos días después de tomar posesión por unas irregularidades con Hacienda, si bien ha incidido en que «hay una diferencia tremenda» con «aquel primer momento en cómo empezó este gobierno».
Para García-Page, «cualquiera que tenga un mínimo de corazón socialista, esto solo puede causar un inmenso dolor» y ha confiado en que estas conversaciones no tengan «relación directa con la dirección del partido», pues ha señalado que ello supondría que «hay trabajo sucio en la dirección», algo que ha asegurado que nunca ha visto, al tiempo que ha rechazado que «alguien se tome la militancia del PSOE como una labor de fontanería a ver qué puede conseguir de trapos sucios».
También ha afirmado que le preocupa que Díez «habla en plural» al señalar que «nos están metiendo a todos en la cárcel», pero ha matizado que él no se siente incluido en ese plural e incluso ha asegurado que esa conversación le produce «bochorno».
En general, ha señalado que la forma de proceder le parece «chusco», porque «no es que vayas a una reunión donde te terminan grabando, es que se graban las conversaciones telefónicas y, si no, se encriptan los mensajes y los guardan en discos duros».
«Es una tropa de cuidado, tremenda, de la que creo que el PSOE tiene que hacer punto y final», ha reflexionado García-Page, que ha recordado que el actual Gobierno central llegó por una moción de censura presentada tras una sentencia «muy dura contra el PP por corrupción», por lo que «si de algo no se podía pecar era de algo parecido».
En términos generales, García-Page ha recordado que la UCO está actuando «sea quien sea al mando, a las órdenes de los jueces» y ha pedido confiar en la labor de la Policía Nacional, de la Guardia Civil y de todas las instituciones del Estado, y ha señalado que cuando se habla «de cacerías», él no se siente en ninguna cacería, sino que serán «nombres y apellidos concretos, no todo el partido».
En cualquier caso, ha afirmado que «algunos de estos personajes» de la trama Koldo, como Víctor de Aldama, «tienen toda la pinta de una industria del crimen» y ha reconocido que le asustan que previsiblemente «quedan miles de mensajes» y que también se están haciendo informes «al otro lado del Atlántico que van a terminar aflorando».
Con todo, ha mantenido «la inocencia de todo el mundo» y ha mostrado su deseo de que su partido «tenga un expediente limpio», porque «las cosas se pueden hacer mejor o peor», pero «hay una cosa evidente, y es que a todos se nos debe presuponer un expediente limpio».
Y en cuanto a los mensajes de Whatsapp que se filtraron de conversaciones entre Ábalos y el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha reconocido que los mensajes «amenazantes o un tanto ofensivos» le dejaron de preocupar «hace tiempo», si bien ha señalado que el contenido de los mismos demuestra que los presidentes autonómicos son «un estorbo» para la dirección del partido «desde el primer momento» y que Sánchez «estaba al minuto» y tenía «un seguimiento minucioso de cada comentario», algo que a su entender «genera un estrés y una infelicidad enorme».
En cuanto a la posibilidad de que se supriman los aforamientos, después de que el secretario general del PSOE extremeño, Miguel Ángel Gallardo, haya logrado el aforamiento al ser diputado en la Asamblea extremeña, García-Page ha rechazado tomar «medidas en caliente» y ha argumentado que «un aforamiento no es un privilegio», sino que «solo es que te atiende un juez u otro».
