El pasado miércoles, 21 de mayo, desde El Digital de Albacete les informábamos de lo que apenas unas horas antes había ocurrido en el Centro de Salud Zona 6 de la ciudad, donde una médico resultó agredida por una paciente que después se dio a la fuga. Finalmente esta mujer resultó detenida gracias a la valiente intervención de una trabajadora del propio centro de salud y de un policía local que estaba fuera de servicio. Hoy, desde CSIF, la Central Sindical Independiente y de Funcionarios, en nota de prensa, desvelan que dicha trabajadora pertenecía al servicio de limpieza. Además, el sindicato reclama que se incorporen personal de vigilancia en las citadas instalaciones sanitarias. Gracias a la valiente intervención de esta limpiadora, que fue una héroe sin capa, se pudo proceder a la detención de la presunta agresora. Un policía local fuera de servicio, también resultó clave.
La Central Sindical Independiente y de Funcionarios (CSIF), primer sindicato en la Mesa Genera de la Función Pública en Castilla-La Mancha, reclama al Servicio de Salud de Castilla-La Mancha (Sescam) que «incorpore personal de vigilancia en el centro de salud Zona 6 de Albacete, donde el pasado martes se produjo una agresión».
El incidente violento se produjo por la tarde en horario de Atención Continuada cuando «una paciente golpeó a una facultativa en la segunda planta de este centro». CSIF quiere ensalzar «la valentía de la limpiadora del centro de salud, que alertó de lo que estaba sucediendo y llegó incluso a perseguir a la agresora hasta el exterior del centro de salud, donde un Policía Local que se encontraba fuera de servicio procedió a su arresto». CSIF añade que «ambos no dudaron en intervenir ayudando a que este tipo de episodios violentos cesen de una vez por todas; el mensaje es claro: acabar con la violencia es una labor de toda la sociedad».
Faltan botones del pánico en este Centro de Salud de Albacete
CSIF vuelve a reclamar «la incorporación de personal de vigilancia en toda la red sanitaria del Sescam, y de manera específica en el centro de salud Zona 6 de Albacete, donde además de carecer de esta figura tampoco se cuenta con botones del pánico en la primera y en la segunda planta (sólo hay un botón del pánico en la zona de admisión de la planta baja)».
CSIF recuerda que el pasado año «se registraron 696 agresiones en Castilla-La Mancha (465 se produjeron en Atención Primaria, 228 en Atención Especializada y 2 casos la Gerencia de Urgencias, Emergencias y Transporte Sanitario) y pide al Sescam, además de insistir en el personal de vigilancia, que acelere el compromiso alcanzado el pasado 16 de mayo en el Observatorio de la Violencia de dotar de pulsadores antipánico inalámbricos a los profesionales, así como alarmas que emiten señales lumínicas y sonoras de gran potencia, entre otras medidas contempladas».
Lo ocurrido en este Centro de Salud de Albacete
Centrándonos en lo que fueron los hechos, tal y como les contamos en su momento desde El Digital de Albacete, la presunta agresora fue una mujer que se encontraba en el Centro de Salud Zona 6 de Albacete en condición de paciente y, de un momento a otro, golpeó a una médico y huyó del lugar de los hechos a la carrera. En ese momento, sin dudarlo lo más mínimo, la limpiadora salió corriendo detrás de ella y mientras iba a la carrera, gritaba pidiendo ayuda y se comunicaba telefónicamente con la policía para indicar a los agentes por las calles por las que la presunta agresora iba discurriendo. Y todo ello, mientras la perseguía a la carrera.
En un momento dado y gracias a los gritos de alerta que iba profiriendo la limpiadora, un policía local que estaba de servicio fue conocedor de los hechos y comenzó también a perseguir a la presunta agresora, que finalmente fue alcanzada y retenida por este agente hasta que llegaron varias patrullas de la Policía Nacional, a las que la limpiadora había ido avisando mientras perseguía a la ahora detenido de las calles por las que se iba metiendo.
Finalmente, la presunta agresora fue detenida y será juzgada por un presunto delito de atentado contra agente de la autoridad, pues agredir a un médico se considera penalmente de igual manera que si el agredido fuera un policía, un maestro, etcétera.
