Un rayo de esperanza en la lucha contra el cáncer; esta guardia civil de Albacete afronta en Costa Rica un gran reto

La albaceteña Verónica Guillén se suma a este especial desafío que apuesta por el deporte para dar visibilidad a las pacientes oncológicas

A la albaceteña Verónica Guillén no hay reto que se le resista. La de Albacete es una de las pocas mujeres Teniente Coronel de la Guardia Civil y ahora, tras superar un cáncer, ha dedicado embarcarse en una aventura para servir de esperanza a quienes padecen esta enfermedad.

El Reto Pelayo Vida 2025 llevará a Costa Rica a un grupo de cinco mujeres que han superado un cáncer y que han puesto la actividad deportiva en el centro de su recuperación. Así, junto a la albaceteña Verónica Guillén, formarán parte de esta especial expedición Capi Morón, Idoia Fernández, Eduina Rodríguez y Toñi Delgado, quienes han sido seleccionadas de entre las más de 500 solicitudes recibidas procedentes de 9 países diferentes.

Se trata de un reto que combina deporte, naturaleza y superación y que llevará a estas aventureras hasta Costa Rica, atravesando el país desde el Pacífico hasta el Caribe. En concreto, las participantes se pondrán a prueba hasta en cuatro disciplinas deportivas diferentes: kayak, bicicleta de montaña, trekking y rafting. 

Verónica Guillén/ Foto cedida: Reto Pelayo Vida

«En tu mente se hace el silencio»

“Cuando me diagnosticaron cáncer, en el instante en el que te dan la noticia, en tu mente se hace el silencio porque es algo que no te esperas”, compartía Verónica Guillén con El Digital de Albacete sobre lo que supuso para ella conocer el diagnóstico de su enfermedad. Al respecto, reconocía que “todas tus prioridades o toda la composición que tenías de tu vida, cambia radicalmente en un segundo”.

Tras haberse sometido a una intervención quirúrgica y en pleno tratamiento de cáncer “recibí muchísima información respecto a que era muy bueno hacer deporte para recuperarse y afrontar los efectos secundarios que te genera el tratamiento”, explicaba Verónica Guillén. Por todo ello, decidió ponerse en forma y tomar el deporte como una parte más del tratamiento para combatir la enfermedad, pero también porque “necesitaba retomar las cosas de mi vida, al margen de lo estrictamente profesional y familiar, tenía que encontrarme conmigo misma haciendo cosas para mi, encontrarme bien y ser feliz”, sostenía.

“Siempre he sido muy deportista y volví a retomar la práctica de deportes que había dejado”, explicaba la albaceteña, recordando que tras el diagnóstico de cáncer “me dediqué a buscar en internet, en redes sociales y en círculos próximos a mí, actividades indicadas para mujeres que estaban en el mismo proceso”. Así fue como se cruzó en el camino de la albaceteña el Reto Pelayo Vida, confesando que “me empapé de todas las actividades y me enganchó”, siendo “una motivación” en su proceso de recuperación.

En este punto, expresaba la Teniente Coronel de la Guardia Civil que esta iniciativa supuso “tener referentes en cuanto a mujeres que habían superado la enfermedad”, pero también era “una cuestión de hacer una actividad también con otras mujeres con las que te puedes relacionar y contar todo aquello que te pasa una vez conoces el diagnóstico y estás en tratamiento”. Igualmente, explicaba Verónica Guillén que “por otro lado suponía volver a encontrarme conmigo misma, hacer deporte, sentirme bien y en forma y ver que esto ha sido una etapa en mi vida”.

Sobre el diagnóstico de cáncer, trasladaba que “siempre digo que fue una llamada de atención en mi vida, es decir, vas por un camino pero tu cuerpo y tu salud te dicen que no es el correcto”. En este punto, indicaba que “algo tienes que hacer y reconducir la situación tanto mental como físicamente”, reconociendo que la enfermedad “ha sido como un reseteo”. “De vez en cuando hay que resetear, esta vida loca que llevamos a diario te hace seguir una inercia que no es la más adecuada, por lo que hay que pararse, pensar y decidir”, reflexionaba la albaceteña.

Consideraba la albaceteña que “al final esto es un progreso”, y recordaba que en su caso tras la intervención quirúrgica fue sometida a un tratamiento de radioterapia, confirmando que “el mismo día que empecé la radio empecé también con el deporte”, consciente de que la actividad deportiva suponía “una parte más del tratamiento”. En relación a este proceso especificaba que “al principio estás un poco condicionado por las circunstancias en las que empiezas a hacer deporte porque acabas de salir de una operación y aunque externamente te ves bien, las cicatrices están ahí y además estás recibiendo un determinado tratamiento”. Por ello, explicaba Verónica Guillén que “al principio busqué profesionales orientados al deporte para pacientes oncológicos, pero todo esto ha sido una evolución en la que, evidentemente, ahora estoy muy bien y actualmente creo que no tengo ninguna limitación”, apostando por complementar este periodo de adaptación deportiva con una cuidada alimentación y el descanso. De este modo, desgranaba que en su caso particular “ha sido una progresión, he ido viendo que cada vez me iba sintiendo mejor he ido incorporando nuevos deportes”, todo ello “sin ponerme límites y viendo hasta dónde podía llegar”.

Las participantes del Reto Pelayo Vida 2025/ Foto cedida Reto Pelayo Vida

Un reto con el que la albaceteña quiere llenar de esperanza a las pacientes oncológicas

La expedición comenzará en las playas de Matapalo, en la costa Pacífica, donde iniciarán la travesía en kayak para adentrarse en el interior del país. Desde allí, las bicicletas de montaña serán las protagonistas en un exigente ascenso hacia Santa María y Portón Negro. A continuación, nuestras expedicionarias atravesarán haciendo trekking el Cerro las Vueltas, uno de los puntos más altos y escarpados de la ruta situado dentro de la Reserva Forestal Los Santos. 

Allí volverán a subirse a la bici para hacer nuevas etapas hasta llegar al Río Pejivalle, donde la aventura se trasladará a las aguas bravas, en una jornada intensa de rafting hasta Turrialba. Tras un día de descanso, seguirán alternando bici de montaña y trekking por zonas de naturaleza virgen como Grano de Oro, Moravia y Barbilla. La recta final incluirá rafting en el mítico río Pacuare, uno de los ríos más espectaculares de América Latina, y una última travesía en kayak desde Goshen para llegar, remando, hasta las aguas del mar Caribe. Una aventura que llevará a esta valiente albaceteña y el resto de la expedición a vivir una experiencia inolvidable del 21 de octubre al 4 de noviembre.

Cada año este proyecto lleva a cinco mujeres a enfrentarse a retos extremos en enclaves únicos, poniendo rostro a los millones de pacientes oncológicas y demostrando que los sueños son posibles tras la enfermedad. Un reto que nace para dar esperanza a quienes padecen un cáncer y poner en valor la importancia del deporte durante y después de la enfermedad, así como reclamar más investigación.

Reto Pelayo Vida / Foto cedida: Reto Pelayo Vida

Un reto para el que estas participantes están realizando una preparación específica para ser capaces de afrontar este desafío. “Desde que hemos sido seleccionadas nos han puesto una planificación de actividades que comprende todas las semanas hasta que nos vayamos y que irá incrementando progresivamente la intensidad de cada uno de los deportes que estamos haciendo para que la prueba definitiva en Costa Rica nos sorprenda lo menos posible”, explicaba Verónica Guillén.

Confesaba la albaceteña sentirse “muy afortunada por poder generar esperanza participando en este reto para otras mujeres que, como yo en su día, buscan salidas o algo que les reconforte para ir superando poco a poco la enfermedad y servir como referente en este sentido”. Igualmente, aseguraba sentirse también “especialmente afortunada por poder participar en algo que promueve la investigación”, y es que, subrayaba que la investigación “en el caso de la enfermedad de cáncer es fundamental”. “He vivido y convivido con mujeres que actualmente siguen en tratamiento y otras que tienen cánceres muy complejos y sin un tratamiento específico, por lo que fomentar la investigación para que haya diagnósticos cada vez más precoces, para que haya mucha prevención y para mejorar la vida de los pacientes oncológicos es fundamental”, sostenía Verónica Guillén.

Pero además, mostraba su agradecimiento “por poder formar parte de un equipo de mujeres en el que todas hemos pasado por lo mismo y nos vamos a poder superar a nosotras mismas en este reto, y de alguna también supone un renacer tras la enfermedad”. En este punto, confesaba que es la segunda vez que se presentaba para poder participar en este desafío, ya que “me presenté hace dos años pero no fui seleccionada porque prácticamente acaba de superar la enfermedad”, y añadía que “desde entonces llevo preparándome a conciencia y ahora me he vuelto a presentar”, con la suerte de haber sido seleccionada de entre las más de 500 solicitudes remitidas para participar en el reto.

La Teniente Coronel de la Guardia Civil, Verónica Guillén/ Foto cedida

La albaceteña ha hecho historia en la Guardia Civil

La albaceteña Verónica Guillén también ha hecho historia en la Guardia Civil. En concreto, es una de las diez mujeres del Instituto Armado que cuenta con la distinción de Teniente Coronel, mayor rango alcanzado por las mujeres en la Benemérita.

En relación a su participación en este reto confirmaba sobre sus compañeros que “me han apoyado mucho”, añadiendo que “tengo todo el apoyo institucional de la Guardia Civil para poder hacerlo”. Pero además, desvelaba la albaceteña que el Instituto Armado “ya participó en este reto en ediciones anteriores con otras dos compañeras, y en este caso, creo que es la tercera vez que va a participar una guardia civil en el Reto Pelayo Vida”.

En la actualidad, la Teniente Coronel Verónica Guillén se encuentra al frente del Área de Igualdad, Derechos Humanos y Diversidad de la Guardia Civil, formando parte del gabinete de la Directora General de la Guardia Civil. Debido al puesto de responsabilidad que ocupa dentro de la Benemérita, consideraba la albaceteña que “el hecho de poder participar y tener esta parte de representación institucional es bueno en el sentido en el que puedes servir como un referente a todas las mujeres, tanto dentro como fuera de la Guardia Civil”, reconociendo que quiere poner de relieve que “el deporte es vida”.

Una aventura que tiene claro que disfrutará al máximo y en la que le “gustaría transmitir esperanza” a quienes como ella hacen o han hecho frente a un cáncer. De este modo, trasladaba que “es importantísimo tener una mentalidad muy positiva a la hora de afrontar la enfermedad”, recomendando que los pacientes oncológicos busquen apoyo en los recursos sociales que existen para “poder sentirse arropados por personas que están pasando por lo mismo”, pero también apostar por recursos deportivos porque “practicar deporte les va a hacer sentirse bien, más fuertes y es una manera positiva de afrontar la enfermedad”.

Marta Lopez

Periodista natural de Albacete. Licenciada en Periodismo por la Universidad de Murcia con más de 6 años de experiencia en medios de comunicación.
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