A última hora de la tarde de ayer, viernes 23 de mayo, una tremenda tormenta azotó a la zona de La Manchuela albaceteña y localidades como Cenizate o Alcalá del Júcar vieron sus calles convertidas en auténticos ríos por aquello de la pronunciada pendiente que sus cascos urbanos muestran.

Centrándonos en el caso de Cenizate, fueron más de 60 litros por metro cuadrado los caídos en apenas media hora, lo que hizo que los torrentes de agua discurrieran con fuerza calle abajo por la Travesía de la Virgen de las Nieves en dirección a la Calle Rambla y la zona de la Cañada del Cardeal, que en tiempos antaños fue un río y que recibe en otros tramos nombres como Arroyo de Ledaña y Arroyo de Abengibre. Es de gran importancia histórica pues es una antigua ruta de comunicación entre el valle del Júcar y las comarcas al norte. Por aquí cruzó Aníbal con su ejército para tomar Ikalesken (Iniesta) antes de partir contra Roma. En época ibérica y romana unía el valle del Júcar con Iniesta, y luego seguía hacia Valeria y Segóbriga. Todavía hay numerosas fuentes y manantiales a lo largo de su recorrido que han favorecido cultivos de huerta y que hoy tienen el interés paisajístico de mostrar parajes llenos de verdor. Como es normal, cada vez que se producen lluvias torrenciales como las de ayer, la cabra tira al monte y el agua busca su discurrir natural por los terrenos de la Cañada del Cardeal.

Tremenda tormenta en Cenizate (Albacete)
Volviendo a lo que fue la tormenta de ayer, a priori no estaba previsto que tal cantidad de agua cayera sobre la zona, pero la meteorología es a veces caprichosa y en un abrir y cerrar de ojos, Cenizate pasó de la tranquilidad más absoluta a ver como el agua convertía en un río varias de sus calles. Por fortuna, no hubo que lamentar daños personales. Como siempre, tras la tormenta llegó la calma, pero en la mañana de este sábado todavía eran más que patentes los efectos del aguacero en la zona de la citada Cañada del Cardeal.

También estaban anegados campos de cultivo, sobre todo de viñedos, que por su orografía presentan zonas de hondos. Ahora, con una previsión soleada de cara a los días venideros, los agricultores de Cenizate ansían que el calor seque los terrenos de sus campos para poder rociar de fitosanitarios contra el mildiu y el oidio, hongos que encuentran un perfecto caldo de cultivo en estas fechas cuando humedad y altas temperaturas coinciden en espacio y tiempo.










