ASÍ SUENA |  Ya se hizo el café, ya están las tostadas

Artículo de opinión de Humberto del Horno

Ya se hizo el café // ya están las tostadas // ¿prefieres aceite o mermelada? // me he levantado temprano otro día más // para estar contigo y desayunar (Desayunar – Morreo)

   Les diré una cosa sobre los desayunos informativos, esos que impulsan medios de comunicación y protagoniza algún político presentado por otro político, citas que campan en las agendas de los periodistas a cada día y en cada rincón. Llevo unos cuantos a mis espaldas y puedo decirles que en prácticamente todos los casos aspiran a ser épicos y en casi ninguno pasan de ser una rueda de prensa con cruasanes, patrocinadores y un público fácil. 

   Entre café mejor o peor y zumo más o menos exprimido, el formato es clásico y el éxito del que se sube al atril se mide en doble vertiente. Primero, por la calidad y cantidad del público asistente; segundo, por el alcance del mensaje que quiera empaquetar más allá de la puerta del hotel del turno.

   Ayer tocó madrugar para desayunar en el Ritz, por fortuna gratis y por desgracia no después de haber dormido en una de sus suites. El anfitrión, Paco Núñez, puede hoy calibrar el éxito o el fracaso de la contienda a tenor de las dos varas de medir que les ofrecí en la premisa. 

    Como si del Milan de Sacchi se tratara, puedo cantarles la alineación, empezando por los principales cargos institucionales del Partido Popular de la región. No faltó ninguno. El poder territorial ‘popular’ tuvo su representación en ese cinco estrellas gran lujo donde enraiza el Paseo de la Castellana, en la madrileña Plaza de la Lealtad, curioso. 

   Paco Núñez no puso falta a los regidores de Albacete, Ciudad Real, Guadalajara, Toledo, Talavera y Puertollano, todos de su color político y todos tras arrebatar el Gobierno al PSOE hace solo dos años. De la otra gran ciudad de las ‘Big 7’ de la región, Cuenca, tampoco faltó la portavoz, Beatriz Jiménez. Y certificaron asistencia los dos presidentes de diputación que luce el PP en Castilla-La Mancha, Miguel Ángel Valverde y Conchi Cedillo. Cumplió el núcleo duro y se apretaron las filas. 

   Fuera del guion, también se dejaron ver ilustres ‘populares’, desde Vicente Tirado hasta Antonio Serrano, por hablar del plano autonómico; hasta Esperanza Aguirre, Cuca Gamarra o Martínez Almeida atendiendo a la esfera nacional. Por haber, se dejó caer hasta un exalcalde socialista de la región, el azudense José Luis Blanco, en este caso en su condición actual de jefe de Relaciones Institucionales de Renfe. 

   Empresarios y representantes de bancos, petroleras, organizaciones agrarias y hasta de la Conferencia Episcopal decoraron el plantel, que presentó además en el apartado de ‘Inclasificables’ a Ramón Tamames o Marcos de Quinto. 

   El éxito de la convocatoria se daría por amortizado si quitáramos de la ecuación el condicionante de que el maestro de ceremonias fue el líder supremo, Alberto Núñez Feijóo, que algo de afición arrastraría a la grada. 

   Si medimos ahora el mensaje ofrecido (y el recorrido del mensaje), Paco Núñez dejó titulares en las tres áreas del sota, caballo y rey de un dirigente político que aspira a gobernar. En primer lugar, activando el modo campaña, pese a faltarle aún un Congreso regional por delante que venga a refrendarle si es que le refrenda. Contratos semestrales a recién licenciados, nuevo modelo de Formación Profesional o «modernizar» la Atención Primaria fueron, al menos, iniciativas novedosas que empiezan ya a colocarse como cromos en lo que será su programa electoral, el tercero con el que aspirará a asaltar la Presidencia de Castilla-La Mancha. 

   Se hizo hueco en segundo lugar dejando una crítica al adversario, esta vez aludiendo a los viajes institucionales del presidente autonómico. Y, en tercera instancia, se elevó postulando a todo mostrando seguridad. «Más fuerte y con más ambición que nunca». Como si le quedara otra. 

  Es complicado hablar de las propuestas para la tierra fuera de la tierra de uno, pero así fue. Más allá del mensaje, si el recorrido del mismo ha sido acertado lo dirá el paso de los días. Pero tras la puesta en escena y el trabajo, aún resistió un pelo en el café, el pelo de siempre. Y es que, hoy por hoy y desde que Núñez Feijóo es presidente del Partido Popular, no hay manera humana de conseguir del gallego la más mínima de las críticas contra García-Page, aquél a quien su apadrinado ayer pretende derrotar a la tercera en las urnas.

Humberto del Horno

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