Exorcismos en Albacete

La Diócesis de Albacete cuenta con un exorcista, pues "los exorcismos existen"

Según la Iglesia católica, el exorcismo, como arma para combatir al diablo, expulsa, limpia o libera a los cristianos de cualquier fuerza que el maligno pueda ejercer sobre ellos si toma su alma. La batalla entre el bien y el mal se produce en el corazón de esta práctica espiritual, la cual se ha librado desde tiempos inmemoriales. 

Aunque pueda parecer que a día de hoy es algo del pasado o de generaciones anteriores en las que las creencias divinas estaban más arraigadas, ¿sabía usted que en los tiempos que corren hay en la Diócesis de Albacete un sacerdote encargado de realizar exorcismos? Él es Don Julián Ros Córcoles, que además de ser el encargado por el obispo para llevar a cabo este tipo de prácticas contra el diablo, es el Vicario General de la Diócesis de Albacete y párroco de la Catedral.

Julián Ros, el encargado en la Diócesis de Albacete de llevar a cabo los exorcismos

Volviendo a los exorcismos, esta antigua y particular forma de oración que la Iglesia católica emplea contra el poder del maligno dio lugar a una de las películas más espeluznantes del séptimo arte, ‘El exorcista’ (1973), que se convirtió en un icono del cine de terror y de la cual existe la leyenda de que podía basarse en una historia real. Esta obra fílmica ha asustado a todo aquel que se ha dignado a verla. El miedo psicológico más profundo y el mundo de lo desconocido se mezclan en una historia oscura y escalofriante.

Al respecto y en lo que se refiere al cine y los exorcismos, Julián Ros transmite a El Digital de Albacete que las películas no ayudan a entender bien este fenómeno porque “se detienen en las cuestiones espectaculares y, en algunas, no aciertan, ya que se parecen más a efectos de ‘poltergeist’ que al influjo del demonio en una persona cristiana”. 

Julián Ros, el encargado en la Diócesis de Albacete de llevar a cabo los exorcismos

Para la mayoría de las personas, el término exorcismo despierta en la imaginación colectiva numerosas ideas terroríficas. Películas como la mencionada anteriormente lo han asociado con criaturas demoníacas, espíritus malignos y oraciones que, en algunos casos, no funcionan para ahuyentar el mal de la persona poseída por el ‘demonio’. Hay que recordar que en este filme, un sacerdote intenta que una niña poseída por el maligno se libre de él. Sin embargo, ¿qué hay de cierto en esta película?

En este sentido, Don Julián explica que “el exorcismo es un acto de santificación de la Iglesia por el cual, a través de la oración, se ayuda a los fieles que se encuentran bajo el influjo del demonio o de Satanás”. Además, añade que “todos los sacerdotes de por sí somos exorcistas, aunque para el ‘Exorcismo mayor’ es necesario ser sacerdote y tener la autorización del obispo para hacerlo”.

Julián Ros, el encargado en la Diócesis de Albacete de llevar a cabo los exorcismos

ALBACETE Y LOS EXORCISMOS

En este sentido, las escrituras del Ritual Romano sobre el Exorcismo, en su capítulo III, ‘El Ministro y las condiciones para realizar el Exorcismo mayor’, recogen que “el Ministerio de exorcizar a los posesos se concede por una licencia peculiar y expresa del Ordinario del lugar, el cual, según la norma, será el mismo Obispo diocesano”, la cual solo puede ser concedida a un “sacerdote piadoso, docto, prudente y con integridad de vida y preparado para este oficio específicamente”. Además, “el exorcista, en el caso de una situación, que se dice de intervención demoníaca, debe ante todo proceder con la necesaria y máxima circunspección y prudencia”.

Ritual Romano sobre el Exorcismo

De los exorcismos se tiene constancia en escritos antiguos desde hace miles de años, pero en qué consisten sólo lo saben algunos elegidos como Don Julián Ros, que aclara que “la influencia del demonio en la vida de una persona puede presentarse como una ‘tentación’, es decir, un determinado comportamiento que, en principio, parece atractivo o bueno cuando realmente esconde una parte mala, por lo que hay una lucha interior en la que finalmente la persona puede acabar cayendo”. 

Esta posible inclinación hacia el mal puede provocar que “una persona se sienta atrapada por la influencia de una fuerza mayor. En consecuencia, la posesión, que es una experiencia espiritual muy dura, provoca que esta persona se sienta influenciada por una voluntad maligna de la que no es la dueña”, traslada Ros a El Digital de Albacete.

Julián Ros, el encargado en la Diócesis de Albacete de llevar a cabo los exorcismos

En cuanto a los signos de una persona poseída, ¿son los mismos que aparecen en las películas?. Al respecto, El Vicario General de la Diócesis de Albacete afirma que “los síntomas son muy clásicos, en concreto, suele producirse una aversión a las cosas sagradas. Además, se ha comprobado que en personas que no conocían una determinada lengua, cuando se encuentran bajo el influjo del demonio, pueden hablarla”. Este fenómeno paranormal se denomina ‘xenoglosia’ y se corresponde con la habilidad de poder hablar o escribir un lenguaje no familiar, totalmente ajeno, para una persona. No todas las personas poseídas sufren este fenómeno lingüístico, pero en todas ellas sí hay un nexo común determinante como es “el rechazo A Dios”, explica Julián Ros.

Del mismo modo, el Ritual Romano sobre el Exorcismo, indica que “según la experiencia probada, los signos de la posesión del demonio son éstos: hablar en un lenguaje desconocido con muchas palabras o entender al que lo habla; descubrir acontecimientos distantes y secretos; mostrar unas fuerzas superiores a su naturaleza o edad. (…) Otros síntomas pueden ser una aversión vehemente hacia Dios, al santísimo nombre de Jesús, a santa María la Virgen y a los santos, a la Iglesia, a la Palabra de Dios, a sus cosas, ritos, especialmente, sacramentales, y a sus sagradas imágenes”. 

Asimismo, la luz y la oscuridad se mezclan en estas prácticas espirituales, donde una persona poseída lucha por librarse del maligno, aunque según indica el Vicario General de la Diócesis de Albacete para los cristianos el demonio es incluso una criatura de Dios, “un ángel que se rebeló contra él y puede tener algo de bondad, por eso, su nombre es Lucifer, que significa ‘Luz bella’, es decir, nunca pierde del todo la existencia de Dios”. 

Ritual Romano sobre Exorcismos

En ocasiones, comenta Don Julián que es complicado identificar exactamente lo que le ocurre a un poseído y, por ello, “cada caso concreto hay que evaluarlo de forma correcta, es decir, a través del discernimiento, que consiste en saber lo que le sucede a esta persona y para lo cual es necesario mucha comprensión, cariño y una escucha prolongada, aunque en algunos casos es preciso consultar a profesionales del ámbito de la psiquiatría y de la psicología para distinguir una situación de posesión de un trastorno mental”. 

Del mismo modo, explica Don Julián que “el proceso de un exorcismo consiste en realizar una oración por la persona que está sufriendo, en la que se pide y se impera que el influjo del demonio desaparezca. Es algo que aparece en los evangelios y que, normalmente, se hace en la Iglesia y siempre que lo pida una persona que sufre y que yo considere que, razonablemente, lo necesita”, transmite el Vicario General de la Diócesis de Albacete.

En este sentido, el Ritual Romano sobre el Exorcismo, en su capítulo II, ‘Los Exorcismos en el Ministerio Eclesial de Santificar’ argumenta que “según una tradición antiquísima de la Iglesia guardada sin interrupción, el proceso de la iniciación cristiana se ordena de tal manera que la lucha espiritual contra el poder del diablo se signifique claramente y empiece a hacerse en la misma iniciación. Los exorcismos que se han de hacer en su forma simple, sobre los elegidos, durante el tiempo del catecumenado, o exorcismos menores, son oraciones de la Iglesia, para que ellos, instruidos acerca del misterio de Cristo, que nos libra del pecado, sean liberados de las consecuencias del mismo y del influjo del diablo, sean fortalecidos en su camino espiritual, y abran el corazón para recibir los dones del Salvador”. 

Ritual Romano sobre el Exorcismo

No obstante, Don Julián considera que “el demonio está actuando cada día” y afirma ver día a día sus efectos, por ejemplo, en las injusticias que laceran la humanidad de cada uno, guerras con un poder importante, pero de la misma manera que sé que Dios existe, tengo la certeza de la existencia de Satanás y veo, en ocasiones, de una manera muy cercana su influjo en el mal que hay en este mundo”. 

Depende de la cultura, argumenta Don Julián que “el demonio toma distintas formas. En la nuestra, algunas personas realizan prácticas que suponen una invocación del demonio y que son utilizadas como un juego, por ejemplo, la ouija, y a través de ellas pueden llamar al maligno e invitarlo y esto es lo último que hacer. Como decía San Pedro, el diablo está como un león buscando a quien devorar, pero está atado, lo que no tiene sentido es ponerte a la altura de que te muerda”, traslada el sacerdote.

Ritual Romano sobre Exorcismos

Finalmente, el Vicario General de la Diócesis de Albacete asevera que todos podemos ser objeto del diablo y que, sobre todo, lo que el maligno quiere conseguir es “romper la unidad entre las personas para que dejen de quererse y ayudarse, ya que una ciudad dividida entre sí no puede subsistir como decía el Señor. En el enfrentamiento se percibe la acción del demonio”. 

Es preciso señalar que en la parroquia de San Juan Bautista de Albacete hay una Cátedra, que además de hacer que a este templo se le llame Catedral, tiene un asiento destinado al Obispo y en el cual está tallada la cara del diablo, algo que está hecho para transmitir que el Obispo, como representante de San Pedro en la tierra y por tanto representante de Dios, está por encima del demonio y del mal, cuando ocupa su lugar en la Cátedra de la Catedral de Albacete.

Julián Ros, el encargado en la Diócesis de Albacete de llevar a cabo los exorcismos

A pesar del tormento que puede padecer una persona en este proceso, explica Don Julián al respecto que “el anuncio de la Iglesia es positivo, es decir, transmite un mensaje de esperanza porque no hay ningún mal contra el que Dios no pueda, el mal es algo humano. No hay ningún mal que temer porque Dios está contigo, ya que como reza el Salmo 22, de El Buen Pastor, “aunque camine por un valle tenebroso, no temo ningún mal, porque tú estás conmigo”, recita el Vicario General de la Diócesis de Albacete y persona elegida por el Obispo para afrontar los exorcismos.

De esta forma, Don Julián Ros transmite sus conocimientos sobre este mundo tenebroso y desconocido a todo aquel que esté interesado. Un mundo de sombras que crea una duda en el subconsciente de las personas y que no es otra que ¿hasta qué punto influye el mal en nuestras vidas?.

Y es que “las obras de todos estos espíritus inmundos, perversos, seductores, las deshace la victoria del Hijo de Dios. Aunque una ardua lucha contra los poderes de las tinieblas penetra toda la historia humana y se prolongará….hasta el último día”; según recoge el Ritual Romano sobre el Exorcismo, que añade que el ‘Gran Exorcismo’ es una “acción litúrgica que intenta expulsar los demonios gracias a la autoridad espiritual que Jesús ha confiado a su Iglesia”.

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