Antonio López ultima la gran escultura de Goya que presidirá su casa natal, pero por la que ya ha cobrado casi 70.000 euros de Albacete sigue sin haber ni rastro 16 años después

Antonio López se sigue olvidando de Albacete

Antonio López, artista como pocos en España y genio del realismo, sigue con su prolífica obra a pesar de sus ya 89 años de edad. Hoy, jueves 8 de mayo, el de Tomelloso ultima detalles y corrige defectos de una estatua a tamaño prácticamente natural de Francisco de Goya y Lucientes, que dará la bienvenida a los visitantes en Fuendetodos a la casa natal del gran pintor de finales del siglo XVIII y principios del XIX. Sin embargo, la escultura que debía llamarse ‘El Hombre que camina’ y por la que Albacete ya ha pagado casi 70.000 euros al artista, sigue sin hacerse realidad 16 años después y presidir un punto de la ciudad que el propio artista habría elegido en su momento.

Así pues, el pintor y escultor Antonio López ultima una escultura a tamaño natural de Francisco de Goya que dará la bienvenida a pie de calle a los visitantes de su casa natal, en la localidad de Fuendetodos (Zaragoza), en una jornada de correcciones minuciosas y debates sobre la colocación final de la obra que se está llevando a cabo este miércoles. Sin embargo, de la estatua por la que el artista ya ha cobrado casi 70.000 euros de dinero público del Ayuntamiento de Albacete sigue sin haber ni rastro 14 años después. Así, la estatua del sordo llegará antes que la de ‘El hombre que camina’. Y Antonio López, tan tranquilo.

Llegados a este punto cabe recordar que Antonio López todavía tiene pendiente de entregar a Albacete ‘El hombre que camina’, una escultura que le fue encargada hace en torno a 16 años y por la que el artista nacido en Tomelloso ya ha cobrado casi 70.000 euros; sin embargo, todavía no hay ni rastro de la mencionada escultura y lo que envuelve a este tema roza cada vez más lo esperpéntico.

Volviendo a lo que ha sido este miércoles el inicio de la jornada que debe servir para pulir detalles y defectos en la obra de Goya, Antonio López, el artista y genio del realismo, menudo y de sonrisa fácil a sus 89 años, ha llegado a la Fundición Arte 6, en Arganda del Rey (Madrid), temprano y al poco ya estaba sentado en una escalerita a los pies de la que será un bronce tamaño natural del gran pintor de finales del XVIII y principios del XIX, encargado por el Ayuntamiento de Fuendetodos para que presida la gran fiesta goyesca de la localidad, que se celebra en septiembre.

En el taller coinciden dos trabajos preparatorios para el bronce: el primero es una impresión digital hecha en 3 D, liviana y casi abocetada, salvo por la cabeza de rasgos definidos; el segundo, hecho de poliuretano, un material tan duro como la madera, servirá para hacer el molde de cera que se usará para la fundición final en bronce.

Un Goya de unos 190 cm, vestido de cortesano, con la melena peinada en una coleta y la mirada al frente, segura y decidida. Una figura con empaque y gallardía, que sin embargo no convence a Antonio López.

La cabeza no está bien colocada -demasiado alta, demasiado adelantada, se pregunta-, y tras mucho debatir, López y el escultor Andrés García Ibáñez, quien colabora con el maestro desde hace años, optan por quitarla y volverla a ensamblar con una base de plastilina que les permitirá moverla ligeramente hasta dar con el ángulo exacto, uno que muestre decisión pero no soberbia.

“No es el Goya viejo, tampoco el Goya joven, es el Goya ya artista que ha hecho un trabajo importante, que pisa fuerte, pero no es pedante, porque es inteligente. Un Goya al que ya le han pasado cosas importantes, que ya es sordo. Un Goya como de unos 50 años”, explica López, mientras lija minuciosamente el borde de la levita de la escultura.

En su opinión, “los grandes artistas españoles no eran pedantes ninguno, porque España no se lo hubiera permitido. Eso podían serlo los franceses, pero no los españoles. Goya era un hombre inteligente que hacía un trabajo para la sociedad, como podía hacerlo cualquier otro trabajador”.

El cuerpo de la escultura está basado en el del actor y cantante Augusto González, de Music of Monuments, quien interpreta a Goya en las jornadas goyescas de Fuendetodos y que llega a la fundición acompañando al alcalde de esa localidad, Enrique Salueña, quien ha encargado a López esta escultura.

Salueña es el responsable de poner a Fuendetodos en el mapa con su impulso a la casa-museo y la celebración de unas jornadas en honor del pintor que todo los años atraen a unos 20.000 visitantes a un pueblo con 140 vecinos censados y en el que solo viven unos 70.

Con la llegada del alcalde, la conversación gira hacia dónde estará colocada exactamente la estatua, a las puertas de la casa natal y dando la bienvenida, y la conveniencia o no de que repose en una peana.

“El sitio donde va a estar es muy familiar y elevarlo a una peana no le corresponde: tiene que estar en el suelo. Está en su pueblo, en su casa, ¿cómo le vas a poner una peana?”, argumenta el artista, dispuesto a ponerle una pequeña peana para darle mayor estabilidad, pero enterrándola de modo que no se vea.

En estas aparece el Goya viviente en la persona del actor, quien se viste para la ocasión y acude para dar el visto bueno a la obra y para agradecer a López y García-Ibáñez su trabajo y dedicación y opinar que sí, que debe estar a pie de calle, dando la bienvenida a los visitantes.

La obra, que según López estará lista en unos dos meses, “pasará el verano en Fuendetodos, donde corresponde”.

El plan es que a esta escultura se le una frente a la casa-museo otra escultura, también de López y García-Ibáñez, de Ignacio Zuloaga, el gran pintor vasco que, fascinado por Goya, se organizó con otros artistas, intelectuales y mecenas del XIX y principios del XX, para comprar la casa natal en Fuendetodos y así contribuir al recuerdo del maestro aragonés.

Antonio López / Foto: Jesús Hellín – Europa Press

Albacete ha pagado ya casi 70.000 euros y ni rastro de la escultura de Antonio López

El castellano-manchego Antonio López está considerado como uno de los máximos representantes del arte realista de nuestro país. El pintor y escultor, natural de Tomelloso, se comprometió a entregar a la ciudad de Albacete una de sus creaciones escultóricas, que por el momento no ha llegado a la capital.

Desde el Grupo Municipal de Unidas Podemos han denunciando en más de una ocasión el enorme retraso que el artista lleva en relación a la entrega de este obra de arte, ya que se demora más de 15 años. En concreto, estando al frente de la Alcaldía de Albacete Manuel Pérez Castell (1999-2008), el Ayuntamiento acordó encargar al artista dicha escultura para la ciudad.

Años después, concretamente en febrero de 2009, siendo alcaldesa Carmen Oliver, se llegó a rubricar el acuerdo con Antonio López; acuerdo que a día de hoy aún se mantiene.

Durante la celebración de un Pleno en el Ayuntamiento de Albacete en 2019, Unidas Podemos preguntaba al por entonces Equipo de Gobierno sobre los pagos efectuados al artista en relación a este encargo. Así, según recoge una nota de prensa de la formación morada al respecto “la portavoz del Equipo de Gobierno, la concejal María José López, informó de dos pagos siendo alcaldesa Carmen Oliver por importe de 69.600 euros, estando pendiente un tercer pago de 34.800 euros”.

En aquel momento, la concejal socialista indicaba que “sobre el plazo para que el artista haga entrega de la escultura no tenemos ningún tipo de información y lo único que sabemos es por boca del propio artista, que manifestó que tenía hecha la escultura pero que estaba buscando un modelo para terminarla”.

Desde que el Ayuntamiento de Albacete y Antonio López firmaran este acuerdo han transcurrido cerca de 13 años. Más de una década y casi seis legislaturas de diferentes formaciones políticas después (Carmen Oliver-PSOE 2008-2011, Carmen Bayod-PP 2011-2015, Javier Cuenca-PP 2015-2017, Manuel Serrano-PP 2015-2019, Vicente Casañ-Cs 2019-2021 y Emilio Sáez 2021-2023, Manuel Serrano-PP 2023-actualidad) la prometida escultura aún no ha llegado a Albacete.

En un nueva sesión plenaria en 2021 Unidas Podemos volvía a instar al Equipo de Gobierno sobre esta cuestión, sobre lo que indicaban en nota de prensa que el por aquel entonces alcalde de Albacete, Vicente Casañ, “no supo a quién derivarle la pregunta y se limitó a decir que nos contestaría más adelante”; argumentaron desde la formación morada.

Siendo alcalde de Albacete Emilio Sáez (PSOE), el Ayuntamiento habló con Antonio López al respecto de la escultura, y el artista trasladó al consistorio que está trabajando en ella. Pero no aportó un fecha aproximada en la que los albaceteños podrán disfrutar de esta obra de Antonio López.

Lo cierto es que 16 años después, la ciudadanía de Albacete aún no puede disfrutar de la escultura del artista por la que el Ayuntamiento ya ha invertido más de 69.000 euros de dinero público.

El nombre elegido para la escultura es ‘El hombre que camina’, que según dijo el artista mediría 2,20 metros de altura y que sería la primera obra que en Castilla-La Mancha quedaría entre la gente, como en la antigua Grecia. En 2010, con un boceto pintado en papel, el propio Antonio López recorrió distintos enclaves de la ciudad para ver donde quedaba mejor su obra y cual era el idóneo.

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